Resumen Game of Thrones: The Laws of Gods and Men (S04E06)

Otra semana, otro brillante episodio de Game of Thrones que, sorpresivamente, logra superar el anterior. Claro, podemos argumentar que el peso mayor cae en los últimos 15 minutos; el juicio de Tyrion Lannister por la muerte de Joffrey y tendríamos toda la razón. Peter Dinklage es otra cosa.

Como todas las semanas, este resumen contiene spoilers.

| Sigue los resúmenes de la cuarta temporada de Game of Thrones, aquí.

GAME OF THRONES: THE LAWS OF GODS AND MENS

Empezamos en un nuevo lugar que ya se ha mencionado varias veces: Braavos. ¡Y que hermoso! Esta temporada los efectos visuales han sido sencillamente fuera de este mundo con tiros de cámaras amplios que nos permiten admirar mejor el trabajo de sus artistas. Llevaba dos años esperando ver el titán de Braavos y no me defraudaron.

Stannis será el rey legítimo de Westeros pero lo que le sobra en derecho le falta en dinero. Entre muchas otras cosas, la historia de la canción de Hielo y Fuego se distingue porque nos presenta un factor poco común en historias de fantasia: el monetario. Finalmente conocemos al tantas veces mentado Banco de Hierro de Braavos, quienes deniegan la petición de dinero de Stannis. Afortunadamente, Davos logra convencerlos vendiendo a su rey como el hombre justo y responsable que es. De nuevo vemos porque el respeto del Baratheon hacia este antiguo contrabandista. De una vez, vuelven a conseguir los servicios del pirata Salladhor Saan.

No sería Game of Thrones sin alguna escena gratuita de sexo y algo de acción, y esta semana pusieron ambas en el segmento de Yara, la hermana menor de Theon Greyjoy invadiendo el Dreadfort para rescatarlo, tal como le prometió a su padre Balon en la temporada pasada. Desafortunadamente para ella, descubrió que su hermano Theon Reek, está tan destruido mentalmente, que pensó que era una trampa o juego más de Ramsay. Se habrá ido Joffrey pero ahora nos queda ese maldito bastardo de Bolton.

Yara escapó y parece haber desistido –por el momento– de rescatar a su hermano. En la siguiente escena, de nuevo vemos lo increíblemente jodido que está Theon, perdón, Reek, cuando Ramsay lo mete a bañar y Reek se comporta como un perro apaleado, esperando en cualquier momento el golpe de su cruel amo. Si Ramsay es “creepy” cuando actúa con maldad, cuando es amable es peor. El abuso ahora es psicológico: Ramsay le explica que necesita que se haga pasar por alguien que no es…Theon Greyjoy. Maldito cara de Hobbit.

La historia de Daenerys se empieza a poner lenta, aunque al menos nos la presentaron con un espectacular tiro de Drogon cazando una oveja. Está gigante y salvaje y aún es joven. Es muy posible que Dany ya no los pueda controlar. Tal como había decidido en su capítulo anterior, Daenerys ejerce su reinado para aprender a ser mejor líder. La primera lección es que reinar es aburrido; en su primer día hay 212 personas pidiendo audiencia. La primera que vemos es el pastor de las ovejas que sus dragones se desayunaron. Dany acepta pagar más allá de su valor real. El siguiente es Hizdahr zo Loraq (sí, le hice copy/paste), uno de los nobles que continua vivo, quien llega a pedir que le permita sacar a su padre de la cruz donde mandó a colocar los 163 dueños de esclavos. Zo Loraq suplica que le permita enterrar su padre de acuerdo a sus tradiciones, lo que Dany permite. Recuerden ese personaje, más adelante dará mucho de qué hablar.

De regreso a Westeros, vemos la primera reunión del nuevo consejo real con el Principe Oberyn y Mace Tyrell, junto a Pycelle, Varys, Cersei y Tywin. ¡Por fin! Aparte de mencionar a Sandor Clegane (interesantemente, no a Arya) y montar una recompensa por él, finalmente reconocen el potencial peligro que significa Daenerys para el reinado de Tommen y Westeros en general. Con su ejército, sus tres dragones, el consejo de Barristan Selmy y Jorah Mormont, de quien nos recuerdan, fue originalmente un espía.

Ahora, a lo que vinimos.

Esta temporada los manejadores de la serie han tenido la excelente estrategia de colocar las distintas historias en segmentos, en vez de brincar constantemente de un lado para el otro y, por supuesto, dejar lo mejor para lo último y en esta ocasión se trata del esperado y temido juicio de Tyrion.

Si es que se le puede llamar juicio; yo le diría el “Tyrion’s greatest hits”: prácticamente todas las cosas que hizo Tyrion, que lo hicieron un héroe para la audiencia, regresan para patearle el trasero: desde meter preso a Pycelle, amenazar a Cersei, hasta insultar y golpear a Joffrey.

No soy abogado medieval pero las cosas se ven mal para Tyrion. Pycelle, Cersei, Meryn Trant, pero quien debió doler más fue la traición de Varys. El mismo que se había mantenido, más o menos, neutral desde el primer día y hasta simpático hacia Tyrion, no tuvo problemas con narrar la vez que Tyrion le salió con una de las de él contra Joff, cuando se enteraron de la boda roja.

Durante el descanso para comer, Jaime va donde su padre a pedir clemencia para su hermano. El mayor de los Lannister ofrece renunciar a su puesto como guardia real a cambio de que Tywin le perdone la vida a Tyrion, aunque sea enviándolo a la muralla. Tywin acepta inmediatamente lo que me hace pensar que ya estaba esperando esa conversación. Vamos a ser honestos, ¿en serio que Tywin no sabe quién realmente mató a Joffrey? El tipo sé las sabe todas, de verdad tiene las garras de león bien afiladas.

Jaime le explica el trato a Tyrion quien le recuerda que esa misma oferta se la dieron a Ned Stark en la primera temporada y todos sabemos que resultó en un corte de pelo más pegao de lo que hubiera querido. Aun así, Tyrion acepta, supongo que ser célibe el resto de su vida es mejor que el resto de sus días sean solo dos o tres.

Pero entonces, la verdadera traición. Tywin llama un último testigo. Shae, “the funny whore”. ¿Qué? Pero, ¿no se había ido en el bote al que supuestamente la llevó Bronn? Shae miente por completo declarando que Tyrion conspiró abiertamente para matar a Joffrey junto a Sansa en venganza por la muerte de Ned, y de esa forma ganar su amor. Shae dice que él la usó como una simple prostituta y que la obligó a decirle que ella lo amaba. Tyrion la mira y dice: “por favor, no”. No le está pidiendo que no mienta, es obvio que le pide que no le rompa el corazón.

En cuatro años, hemos visto como Tyrion logra escaparse de todas su situaciones con astucia, frases graciosas e ingeniosos planes. Hasta el último momento esperamos que vuelva a hacer lo mismo. Pero no. Tyrion está derrotado. Por completo.

Por mucho tiempo hemos escuchado lo brillante que es como actor Peter Dinklage. Después de este episodio lo escucharemos aún más. “Padre, deseo confesar” dice Tyrion. ¿El asesinato? No. Tyrion confiesa que es culpable de ser un enano. Por primera vez vemos el otro lado de Tyrion Lannister, cuando destapa las compuertas de su odio hacia el mundo que tanto lo ha despreciado. En un fantástico monologo en el que Peter Dinklage utiliza cada partícula de su rostro y cuerpo para expresar una amalgama de emociones y sentimientos: rabia, tristeza, frustración, decepción e insolencia. A los presentes, “debí dejar que Stannis los matara”. A Cersei, “No mate a Joffrey pero desearía haberlo hecho, ver a tu vicioso bastardo morir vale más que 1,000 putas mentirosas”. Al mundo, “quisiera tener el veneno para matarlos a todos” y finalmente, el plan de Jaime se va al carajo cuando Tyrion exige juicio por combate. Para él, debe ser mejor morir con un hacha en sus manos que exiliado y derrotado en la muralla. Game of Thrones se despide esta semana con una intensa y desafiante mirada entre Tywin y Tyrion con el acorde en trasfondo de “The Rains of Castamere”.

Interesante que esta semana no hubo ni un Stark en el episodio, legitimo o bastardo, y ni me di cuenta, ni los extrañe hasta que lo volví a ver. Tengo que volver a decirlo, la escena final de Peter Dinklage fue sencillamente para pelos. El resto del episodio estuvo excelente, la forma en que montaron las secuencias funcionó en un crescendo hasta desembocar en ese furioso monólogo que me dejó con la quijada en el piso y la adrenalina en mil. Ya estamos en la recta final, con solo cuatro episodios más que, por lo que veo y, y sabiendo lo que pasa en los libros, son sencillamente algo que no nos podemos perder.

¿Qué les pareció The Laws of Gods and Men?

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