Definitivamente uno no puede decir qué personaje del Juego de Tronos cae bien cuando la serie se lo lleva. Los cambios de la página a la pantalla siguen aumentando cada vez más mientras, por otro lado, siguen atando cabos y preparando la escena para lo que viene, “las guerras que se avecinan” tal como nos dijeron en el primer capitulo. Dany visita sus hijos, Jon se vuelve todavía menos popular y Tyrion visita unas famosas ruinas.
Ya saben: este resumen contiene “spoilers”
Game of Thrones: Kill the Boy
Otro episodio que vuelve a empezar donde se acabó el otro, y aprovecharon para dejarnos saber que Grey Worm sigue vivo aunque lastimado y con Missandei velándolo. Como es de esperarse, Daenerys está casi tan triste como furiosa por la muerte de Barristan Selmy. Daario le sugiere cerrar filas en una sola posición y reconquistar la ciudad pero, Dany prefiere seguir uno de sus anteriores consejos y secuestrar a todos los líderes de las grandes familias, incluyendo Hizdahr, quien se encontraba junto a ella dando el pésame por Barristan.
Los llevan a las catacumbas donde Viserion y Rhaegal se encuentran aún encadenados, donde Dany usa sus Unsullied para asustarlos con la idea de que los usará como comida para sus hijos. Mejor dicho, usa a uno de ellos en una de las escenas más mórbidas de la serie hasta el momento, pues uno de estos es empujado más que los otros, Rheagal lo quema y se lo come junto a Viserion. No lo dije mal, después de todo, los otros estaban bien asustados. Fría y sin ningún rastro de remordimiento, Dany los amenaza a todos con dejar que sus hijos dispersen justicia, pero decide que mejor no los sobre-alimentará. ¡Qué buena madre!, asegurándose que no se pongan gorditos.
A falta de otros consejeros que no sean Daario Naharis y sus ideas de matar a todos los ex-esclavistas, Dany conversa con Missandei que, siendo honesto, no dice mucho excepto lamberle el ojo. Dany visita a Hizdahr en su celda y le informa que, no solo reabrirá las peleas a muerte (solo entre hombres libres), se casará con un líder de gran familia: él.
Sé que prometí no mencionar más cuando hubiera cambios de libros pero, tengo que mencionar que esta Daenerys es mucho más brava, decidida e impetuosa que la de los libros. Claro, el personaje en las páginas de “Una Canción de Hielo y Fuego” es una adolescente de 14 años mientras que en pantalla es una joven mujer. El punto es que Dany llego a la conclusión de abrir las peleas y casarse con Hizdahr por ella misma en lugar de ser presionada o manipulada. Por otro lado, se pudo haber visto de lo más “cool” la acción de ejecutar uno de los líderes de familia pero, ¿fue algo realmente justo? ¿No les pareció algo que hubiera hecho Joffrey si hubiera tenido dragones? O mejor dicho: ¿el Rey Loco?
Hay una impopular teoría (entre muchísimas otras) que corre en los distintos foros de lectores, conocida como “Mad Queen”, alegando que Daenerys pudiera terminar padeciendo las misma condiciones de paranoia, sadismo y esquizofrenia que tuvo su padre Aerys Targaryen, y que fue lo que terminó destruyendo casi por completo la dinastía. Sabiendo que los productores de Game of Thrones conocen el final de la historia, me pone a pensar si estos no están tirando pistas de que ese es el final de la historia de Daenerys, como ya lo han hecho con la famosa “R+L=J”. Y no solo por lo que hizo, sino por la tenebrosa expresión de satisfacción en su rostro mientras veía a sus hijos terminar con el cuerpo del tipo.
¿Recuerdan lo que Cersei le dijo una vez a Tyrion en la segunda temporada? “Cada vez que nace un Targaryen, los dioses tiran una moneda al aire”. Nos guste pensarlo o no, Daenerys es producto de incesto entre hermanos.
Volviendo al resumen: Jon Snow busca el consejo de Maester Aemon, quien no quiere escuchar lo que el nuevo Lord Commander tiene en mente pues al fin y al cabo la última palabra la tiene él pero, le da un importante consejo: “Mata el niño y deja que nazca el hombre”. En otras palabras, lo que sea que esta planeado debe tener las pelotas de acero de llevarlo a cabo, le guste o no a quien sea.
Resulta que Jon quiere que Tormund Giantsbane vaya donde los “wildlings” que sobrevivieron el ataque de Stannis y los convenza de regresar a Castle Black, cruzar la Muralla y sitiarse en el otro lado. No, no leíste mal; Jon entiende que el verdadero enemigo no son ellos sino los White Walkers que llegarán con el invierno. Tormund acepta con una condición: que Jon vaya con él para hablarle a su gente él mismo y que les consigan naves para transportarlos.
Como es de esperarse, a ninguno de los centinelas le gusta la idea de dejar pasar los Wildlings, mucho menos dejarlos asentarse al sur de la muralla o, peor aún, luchar junto a ellos. El Rey gramar Nazi Stannis Baratheon observa la reunión mientras Jon les explica que todos esos hombres, mujeres y niños que mueran al norte terminarán añadiéndose al ejercito de la muerte de los Walkers.
Luego, en su oficina, Jon recibe a su mayordomo, el joven Olly que llegó a la Orden después que los mismos salvajes que Jon ahora defiende asesinaron cruelmente a su familia. Olly espera que sea una trampa que Jon le pondrá a los Wildlings pero, Jon le riposta que “se acerca el invierno” y no podrán enfrentarlo solos. Olly se despide fríamente de su Comandante; oficialmente Jon se quedó sin amigos en la Orden que maneja. Tranquilo Jon, si yo pude sobrevivir la escuela superior así, tu podrás hacerlo con los Night’s Watch.
Gilly está de lo más sorprendida que existan bibliotecas más grandes que la de La Muralla. Sam le explica que la más grande está en la Citadela, la ciudad de Oldtown donde se entrenan los Maesters y como él quería ser uno ellos. Gilly se va cuando llega Stannis, quien le pregunta sobre cómo logró matar a un White Walker. Cuando Sam le cuenta que fue con una “Dragonglass”, Stannis le revela que ese material existe en Dragonstone, la antigua ciudad de los Targaryen y que le pertenece a su familia ahora. Resulta que la obsidiana, o “cristal de dragón” pudiera ser algo que sale de los mismos dragones.
Llegó la hora de irse con su familia y ejército hacia el sur, que es el norte para ellos, pues Stannis quiere conquistar Winterfell lo más rápido posible, antes que el invierno llegue finalmente. Jon está tan contento como uno pudiera esperar aunque no deja de agradecerle a Stannis por su ayuda y por las naves que le presto para transportar los “Wildlings”. Claro, lo ideal hubiera sido que se quedaran para combatir y defender La Muralla pero, ya que su propósito es llegar al Trono de Hierro, lo mejor es que se fueran de una vez.
Desde alguna posada en algún pueblo cerca, Brienne observa Winterfell, posiblemente preguntándose cómo rayos podrá ayudarla. O admirando el paisaje, eso también es posible, se veía de los más bonito después de todo. Pod argumenta que Sansa está en su hogar, Brienne continúa convencida que la chica Stark sigue en peligro con los Boltons. Cuando entra un sirviente del sitio, Brienne le explica que ella está ahí para defender a Sansa en juramento a Catelyn Stark y necesita que le envié un mensaje.
No sería Game of Thrones sin alguna escena de desnudos y esta semana le tocó a Ramsay y a su igual de psicópata amante Myranda enseñarnos carnes. A la muchacha no le hace ninguna gracia que Ramsay se tenga que casar con Sansa, no importa que sea por obligación de títulos. Como si Sansa no tuviera suficientes problemas, ahora tiene una “overly attached girlfriend” celosa de ella.
Aunque no podemos estar seguros, parece que el mensaje que Brienne le envió a Sansa llega vía la misma sirvienta que nos paró los pelos la semana pasada (“El Norte recuerda”), quien le dice que si algún día está en problemas, debe prender una vela en la torre más alta de Winterfell. ¿En serio? ¿No pudieron encontrar un sitio más incómodo e impráctico? Anyways, la mujer le deja saber a Sansa que “no está sola”.
Gracias a Myranda, Sansa encuentra a Theon Reek durmiendo en las perreras aunque no le dice nada, solo sale corriendo. Cuando Ramsay se entera decide aprovechar la reunión para humillar aún más al antes Ironborn haciéndolo disculparse con Sansa por haber matado a sus hermanos de la forma más imprudente posible, por supuesto: durante la cena con ella, Roose y su esposa Walda (aun cuando ellos tres saben que Bran y Rickon siguen vivos). A Ramsay también le llega lo suyo cuando Walda revela que está embarazada, lo cual no le hace nada de gracias pues él sigue siendo un hijo fuera de matrimonio.
La pregunta es: ¿Podrá Theon reaccionar en algún momento y revelarle la verdad a Sansa?
Si pensaban que nadie podía ser más desagradable que Ramsay, Roose decidió contarle las circunstancias de su concepción: resulta que la madre de Ramsay se casó sin permiso de él y cuando se enteró, Roose decidió ahorcar el hombre y violarla bajo el cadáver. Aparentemente, Roose usaba el “prima nocta” sin que Ned Stark lo supiera. ¡Feliz día de madres, Ramsay! Roose aprovecha la incómoda conversación para tranquilizar a Ramsay sobre su posición como heredero.
Para escaparse de los piratas, Jorah Mormont decidió llevar a Tyrion en la barcaza a través de las ruinas de Valyria, la mística ciudad de donde salieron los Targaryen, los dragones y el mejor metal del mundo. En los libros solo se ha hablado de esta ciudad y aunque esto es un inmenso cambio, me alegro que hayan esperado a esta temporada cuando hay suficiente presupuesto para mostrarla de una forma que deje ver lo impresionante que debió ser en su momento. Por otro lado, siempre han descrito las ruinas de Valyria tan peligrosas y toxicas, que el simple hecho de mirarlas es suficiente para matar. O sea, Valyria es el equivalente de Chernobyl…o las calles de Ponce la mañana siguiente de las Justas.
Tyrion está sufriendo el no poder beber, lo que no le importa a Jorah en lo mínimo. Sin embargo, tienen un buen momento cuando Tyrion comienza a recitar un poema sobre “La perdición de Valyria”, como se le conoce a la desconocida catástrofe que destruyó la ciudad por completo. El momento es interrumpido por la impresionante silueta de Drogon volando sobre ellos. Para nosotros ya es normal verlos pero, imagínense la sorpresa de alguien que ni siquiera creía que existían. De hecho, hasta el mismo Jorah se quedó seco pues el dragón está mucho más grande que la última vez que lo vio.
De pronto, un ruido en el agua. Jorah se levanta, y rápidamente descubren lo que fue: Stone-Men. Luego de cuatro capítulos mencionándolos en alguna forma, Game of Thrones presenta las temidas criaturas cuya piel completa se ha cubierto de Greyscale, la enfermedad que marcó a la hija de Stannnis y que termina convirtiendo a los pacientes en salvajes, tal como contó Gilly que le pasó a sus hermanas. La condición es altamente contagiosa, solo con tocarlos es suficiente y tanto Jorah como Tyrion combaten tratando de no hacer contacto. Tyrion está en desventaja porque aún continúa amarrado de manos. Jorah logra deshacerse de dos pero, otro se trepa y va hacia Tyrion. Jorah consigue su espada y despacha al otro que también se trepó pero, Tyrion, en su desesperación, se lanza al agua. No puede nadar, sigue amarrado, comienza a patalear, no está emergiendo, algo lo hala; uno de los Stone-men lo agarra de los pies, el mundo se va tornando cada más oscuro.
Todo el mundo tranquilo: Tyrion abre sus ojos, Jorah lo observa. Están en una playa a salvo. Mormont le corta las ataduras, le pregunta si uno lo tocó, Tyrion dice que no. Jorah también dice que no. El caballero le explica que tendrán que caminar a ver si consiguen otro barco. Si no, caminarán bastante. Jorah se va a buscar madera para una fogata, pero, cuando está lejos de Tyrion, descubre su muñeca para revelar que sí se contagió con la rápida y mortal enfermedad que eventualmente le robará su piel y su cordura hasta convertirlo en una de esas horribles criaturas.
Kill the Boy fue mayormente un capítulo de transición pero, fue uno buenísimo. Tanto Jon como Dany como Roose están lidiando con sus respectivos reinados y tomando las decisiones que mejor les parecen. En todos los casos son inmensos riesgos: Jon esta tratando de irse en contra de miles de años de tradición, Daenerys intenta lo contrario cuando su misión final es llegar a Westeros y Roose cierra filas con Ramsay, aun sabiendo lo inmensamente volátil que es, en su misión para mantener el Norte que lo odia… y mantener su vida, dicho sea de paso. En el caso de Tyrion, al Jorah querer llevarlo donde Daenerys sería su máximo acto de lealtad a la misma reina que lo exilió pues con esa enfermedad se convierte en un peligro peor que los mismo “hijos de la Arpía”.
¿Qué les pareció Kill the Boy? ¿Cómo hará el pobre Grey Worm para consumar su relación con Missandei?
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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