Onward presenta un mundo de personajes fantásticos

Onward, la vigésima segunda película de Pixar Animation Studios, los elfos, trolls, sirenas y hadas, unicornios y pegasos, roedores y otros seres inimaginables conviven en armonía en un mundo donde la magia es parte del diario vivir. Por primera vez en la legendaria trayectoria del estudio de animación, el equipo de producción mina las actividades de una gran diversidad de seres para contar una historia únicamente humana, aún sin la participación de seres humanos.

“En contraste con el proceso creativo ‘normal’, primero creamos los personajes y luego desarrollamos la historia, la cual fue inspirada en mi experiencia personal. Al dar con la historia de dos hermanos, supimos que el menor sería tímido mientras que el mayor tuviera una personalidad completamente opuesta, alguien que tiene toda la intención de enseñarle a su hermanito sobre la vida, pero tal vez realmente no sabe mucho”, comentó el director Dan Scanlon (Monsters University, 2013).

Bajo esa premisa, Onward evolucionó a ser un filme que cuenta la historia de los hermanos “elfs” adolescentes Ian (Tom Holland de Spider-Man: Far From Home, 2019) y Barley Lightfoot (Chris Pratt de Avengers: Endgame, 2019). Ambos embarcan en una búsqueda para descubrir si todavía hay magia en su mundo para pasar un día con su padre, quien murió cuando eran demasiado jóvenes para recordarlo. Pero hay una amenaza más grande que podría poner en peligro el sentido de la magia. Los hermanos Lightfoot necesitan buscar al padre que murió, traerlo de vuelta a casa y recuperar el sentido de la magia.

Si bien los personajes del filme nacen de la fantasía, era importante para el equipo de producción que todos tuvieran emociones y luchas internas similares a las de los humanos, en particular los personajes principales. “Queríamos darle a la fantasía una dosis de humanidad. Era importante que la audiencia pudiera leer y relacionarse con sus emociones”, informó Matt Nolte, director de arte de la película.

Para ello, a todos los personajes míticos, incluyendo los elfos, fueron dotados con expresiones y características humanas por medio de la animación digital y efectos especiales. Como es de esperarse de Pixar, los animadores prestaron máxima atención a cada detalle de cada ser, tomando en consideración elementos como iluminación, textura de la piel, expresiones faciales, lenguaje corporal, y otros.

“El objetivo es lograr que la audiencia sienta una conexión con cada uno de los personajes, que se identifiquen con ellos y sientan que están investidos en la narrativa. El eje de este filme no es sólo la conexión entre los seres en pantalla, pero también su conexión con la audiencia”, asegura Jeremie Talbot, supervisor de desarrollo de personajes.

El equipo de producción asegura que Onward tiene todos los ingredientes clásicos de una película de Pixar, combinando la emoción con el humor para llevar una historia que tiene de todo para complacer los gustos de todos en la familia.