Desde hace unos años dejé de ver trailers de películas -algo que aprendí del colega Mario Alegre- para poder entrar sabiendo lo menos posible, dejando que la experiencia fuera lo mas impactante posible. Jamás imaginé que me serviría para algo como “Emilia Pérez”, nuevo filme de Netflix con el que esperan sacar algo en la temporada de premios y, de paso, ofrecer algo distinto a lo normal.
No es que Emilia Pérez sea mala, sino que es muchas cosas simultáneamente, como si los escritores hubieran decidido cada próximo paso tirando dardos a una pared llena de opciones. Cada giro de la trama se siente desconectado de lo anterior, esto es una película donde el arco de trama es una simple sugerencia porque lo importante es tener la audiencia adivinando que pasara después, lo cual es fácil cuando ni ellos mismos parecen saber que están haciendo.
Por otro lado, Emilia Pérez es extremadamente divertida en constantes momentos. A veces a propósito, a veces por las razones mencionadas anteriormente. Pero nunca es aburrida. ¿Cómo podría serlo? Un musical dramático sobre una mujer trans fingiendo su muerte para después volver a convertirse en una heroína del pueblo, ayudada por una abogada con todos los acentos latinoamericanos posible. Entre medio varias secuencias de canto, baile y música, la mayoría excelentes, Emilia Pérez nunca se toma un segundo de descanso, manteniendo agradable ritmo, capturando la atención de la audiencia.
Zoe Saldana es Rita Moro Castro, una abogada en México, agobiada por un ingrato trabajo, cuando es secuestrada por un cartel, cuyo líder, El Manitas (Karla Sofia Gascón), desea completar su transición a mujer, fingir su muerte y relocalizar su familia a un país seguro. Facilísimo. Contra todo pronóstico, Rita cumple su misión pero, años después, Manitas resurge con su nueva y verdadera identidad Emilia Pérez, decidida a recuperar parte de lo que dejó en su país.
Aparte de una trama que podría compararse a una montaña rusa, Emilia Pérez tiene una de las peores decisiones de elenco que he visto, con Selena Gómez como Epifanía, la esposa de Emilia antes de su transición. Gómez es suficientemente buena actriz…en su idioma natural, porque en español su fuerte acento estadounidense interrumpe cualquier otra cosa. Pudo resolverse con simplemente decir que era natural de Estados Unidos, pero para los productores franceses de Emilia Pérez, un apellido en español es todo lo que se necesita para pasar por latino.
Si algo puedo decir de Emilia Pérez es que es como pocas cosas disponibles por ahí. Ser diferente no es igual a ser bueno, pero tampoco a ser malo, y esta melcocha de temas, personajes y géneros, consigue la sencilla calificación de “al garete, pero entretenida”.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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