Watchmen: Not Another Superhero Movie

Es difícil hablar de Watchmen. Básicamente porque al momento de verla, el mundo se parte en dos bandos claramente delimitados: Los que leyeron y los que no leyeron el comic.

Claramente todos los que leyeron el comic son personas interesadas en el género, y por tanto dudo de la existencia de siquiera una persona que no reconozca la infinita calidad de la obra maestra de Alan Moore. Más que una novela gráfica, una crítica existencial a la sociedad y al mismo significado de nuestras vidas. Increíble.

Ahora bien, pasando al filme, nos encontramos con el director Zack Snyder. Este señor definitivamente sabe dirigir, y cuando se trata de adaptar comics, nos tiene que quedar más que claro que lo suyo es hacer una versión lo más fiel posible a las viñetas de la obra (como lo demostró con 300). En ese mismo espíritu es que se nos entrega Watchmen, una adaptación casi al pié de la letra en lo que a diálogos y viñetas se refiere. Los personajes en su mayoría son sacados directamente del comic, con pequeñas variantes en uno que otro traje de superhéroe.

Por otro lado el espectáculo visual, más allá del guión, es bastante impresionante por si solo. Entonces, ¿que tenemos finalmente? Una película de superhéroes que en verdad es una crítica existencial a la sociedad y al mismo significado de nuestras vidas… que no es exactamente lo que mucha gente busca cuando va a ver una película de superhéroes.

Si leíste el comic, la vas a amar. Si no lo hiciste, tienes que tener claro a lo que vas. No es spiderman. No es superman. No es un tipo en un traje colorido que pelea contra un dinosaurio del futuro. Es una crítica a los demonios de nuestra misma sociedad y a la justificación de los medios para el fin. Un Apocalypse Now con Spandex.

¿Extraño? Seguro que sí. ¿Interesante? En extremo.

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