Allá para los buenos tiempos del 2019, cuando el mayor problema de primer mundo era “¿otro servicio de streaming?”, estrenó The Morning Show como el programa clave en Apple TV Plus, sin saber que Ted Lasso se llevaría esa posición. Se suponía que una producción protagonizada por Reese Witherspoon, Jennifer Aniston y Steve Carell agarraría toda la atención, especialmente con un tema relevante de figuras poderosas cayendo por el peso de sus acciones, presentando como un sistema de poder existe para protegerse a sí mismo.
No funcionó como esperaban. No estoy diciendo que The Morning Show sea mala, y definitivamente tiene sus seguidores, pero no fue el evento televisivo que rompería las redes sociales como, digamos lo hizo Succesion. No fue la serie elite “a lo HBO” que se pensaba. Aun así, tiene sus fortalezas, mayormente el trabajo de su elenco. La segunda temporada tambaleo todavía mas, aunque los últimos tres episodios consiguieron dejarla en buen momento, especialmente porque los manejadores aparentemente decidieron dejar de intentar ser lo que no son, y asumir su real identidad.
En la tercera temporada, The Morning Show finalmente abraza su verdadera personalidad novelera. Ya no están tratando de ganar premios, están queriendo entretener la audiencia. Y que bueno, porque esta es la temporada que más me ha gustado.
Un año después de la última vez que los vimos, las cosas han cambiado; Alex Levy (Aniston) tiene su propio programa de entrevistas en UBA Plus, mientras que Bradley Jackson (Witherspoon) cumplió su sueño de ser ancla del noticiario nocturno. El programa mañanero ahora es conducido por Christina Hunter (Nicole Beharie), una joven exatleta, ahora periodista, con metas muy parecidas a las de Alex y Bradley.
Pero las cosas están peor que nunca. UBA Plus le está costando demasiado dinero a la empresa, todos los números (acciones, suscripciones, audiencia) están bajando, por lo que el CEO Cory Ellison (Billy Crudup) está desesperadamente buscando una solución rápida a la hemorragia financiera, incluyendo conectar con Paul Marks (John Hamm), un multimillonario, obvia representación de Elon Musk, que tiene sus propios esqueletos escondidos, pero eso no le impide usar todos sus recursos, desde dinero o influencias, hasta Amanda Robinson (Tig Notaro), su inescrupulosa jefa de equipo, para conseguir cualquier cosa que desea.
Al igual que la anterior temporada, The Morning Show utiliza elementos de la vida real, algunos adaptados, otros más directos, como la insurrección del 6 de enero, para desarrollar conflictos entre sus personajes.
Sin revelar mucho más, The Morning Show funciona a mejor nivel que nunca con constantes giros, sorpresas, y todo tipo de jugadas sucias entre cada personaje, logrando que sean más interesantes y complejos que nunca, pero lo suficiente accesible para gozar, apoyar o despreciarlos. Finalmente puedo decir: ¡recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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