¡Bienvenido a Summerton! Esa es una de las muchas frases “one liners” que se tira Arnold Schwarzenegger a lo largo de ‘The Last Stand’, su primera película después de seis años como gobernador de California (sin contar sus cameos en The Expendables 1 y 2). Arnold regresa con una nueva aventura digna de estar en la lista de sus mejores trabajos.
“Ray Owens” (Schwarzenegger) es el sheriff de “Summerton Junction”, un tranquilo y lejano pueblo en la frontera de Estados Unidos y México. Es una vida aburrida y eso es precisamente lo que quiere “Owens” después de que una misión que salió muy mal cuando era agente de narcóticos en la ciudad de Los Ángeles. Mientras tanto, el agente del FBI “John Bannister” (Forest Whitaker) se prepara para transportar al peligroso líder narcotraficante “Gabriel Cortez” (Eduardo Noriega) pero sus planes se derrumban cuando este es liberado por sus secuaces y ahora se dirige a toda velocidad en un auto especial, capaz de ir a 200mph, de regreso a su país México. “Ray” se entera que “Cortez” va a usar su pueblo como punto final y decide preparar su pequeña fuerza policía para impedirlo a toda costa sin importar que las probabilidades de lograrlo sean bien bajas.
No les voy a mentir, Arnold era mi héroe de niñez desde que lo vi rescatando a John Connor en T2, realmente esperaba este regreso y no salí decepcionado. ‘The Last Stand’ se arrastra los primeros 35 minutos pero una vez que comienza la acción, no se detiene por nada hasta el final. La mejor decisión que tomó Arnold fue no tratar de ocultar su edad ni que está muy lejos de tener el cuerpo de fisiculturista que lo llevó a la fama, sino todo lo contrario; el sheriff “Owens” está consciente de que sus mejores días pasaron pero le sobra voluntad para hacer lo correcto. Con todas las libras de peso extra, “El Gobernator” sigue siendo convincente como tipo rudo capaz de patear traseros como en los viejos tiempos, combinado con su carisma para tirar frases pegajosas demuestra que todavía le queda gasolina en el tanque de héroe de acción.
El director Jee-woon Kim (I Saw the Devil, The Good, the Bad, the Weird) hace su debut en el mercado Estadounidense con esta emocionante y entretenida aventura en la que no desperdicia ni una toma y demuestra su habilidad para mantener el sentido de lo que está pasando aun con varios cortes rápidos de escena. Además, supo mantener el resto del elenco a la medida para lo que los necesitaba; especialmente las tonterías de Johnny Knoxville, quien apenas sale unos diez minutos en todo el filme y creo que estoy exagerando. Forest Whitaker es un excelente actor pero se nota que se limitó a leer sus líneas y cobrar su cheque aunque no es como que tuviera oportunidad de hacer más con su papel. Eduardo Noriega produce un personaje tan cliché que su nombre pudo ser “Malo de La Película” sin problemas. Por su lado, Luis Guzmán, tan simpático como siempre, Jaimie Alexander (Thor) y Rodrigo Santoro (300) complementan el equipo del sheriff, mientras que Génesis Rodríguez interpreta una agente del FBI que se envuelve más de lo que debía en el escape de “Cortez”.
Si eres fan de esas películas de acción de los ochenta y noventa donde simplemente eran buenos y malos, mucha pólvora y su buena pizca de comedia, no lo pienses mucho, The Last Stand te va a encantar. ¡Ochentosamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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