Si tenías bajas expectativas para una película y termina gustándote, ¿la hace una buena? Eso me estuve preguntando cuando salí de ver The Heat, la nueva comedia policiaca con Sandra Bullock y Melisa McCarthy dirigida por Paul Fieg. A la hora de la verdad, yo voy al cine para entretenerme, en caso de una comedia, a reírme. The Heat hizo ambas y mucho.
La agente especial del FBI “Ashburn” (Bullock) está lista para recibir una tremenda promoción luego de 12 años en el departamento federal. Su problema es que su actitud arrogante no es bien recibida entre sus compañeros, incluyendo su propio supervisor. Cuando la envían a una misión a Boston, tendrá que trabajar junto a la detective “Mullins” (McCarthy), una ruda y mal-hablada agente que no tiene filtro entre su cerebro y su boca.
Vamos a ser honestos, esta historia la hemos visto mil veces; dos personas completamente diferentes se ven obligadas a unirse para combatir un enemigo común. Al principio se odian (GRRR!) luego descubren que hacen buen equipo (¡oye!) y terminan siendo lo mejores amigos (aaawww). Por eso, no esperaba mucho y los tráilers tampoco habían enseñado gran cosa. Fue una grata y bienvenida sorpresa; The Heat es una comedia al estilo “buddy-cop” y en algunos momentos hasta se siente como una parodia de ese género. Afortunadamente, es mucho más lo que hace bien que lo que hace mal y una gigantesca parte de eso es gracias a la química y talento de sus dos protagonistas y a que el libreto de la genial Katie Dippold (MADtv, Parks & Recreation) cuadra perfectamente con el estilo de comedia de ambas.
Sabemos que Sandra Bullock puede hacer comedia y en este filme se encuentra en su zona cómoda; una eficiente pero socialmente-inepta agente que no sabe lidiar con la gente tan bien como atrapa criminales. Por su lado, McCarthy continúa la racha de ser lo mejor de sus filmes: su talento para la comedia física y oral es casi infinito y es bien difícil quitarle los ojos de encima cuando está en escena. El director Paul Feig ya había demostrado que sabe manejar comedia utilizando lo mejor de sus actores mientras evita lo peor de ellos en Bridesmaid. En este caso, descansa más en la figura de McCarthy para arrancar las mayores y mejores risas, lo cual tiene todo el sentido del mundo pero, usa otros elementos durante el filme que sirven de apoyo – mi favorito fue con un agente albino – dándole descanso a sus protagonistas durante algunos (no muchos) momentos.
Lo malo de apoyarse tanto por completo en McCarthy y Bullock, es detalles de su libreto pasaron a segundo y tercer plano: a mitad de película me di cuenta que me había reído mucho pero ni sabía a quién era que estaban buscando. Los villanos son tan genéricos que sus nombres podrían ser “Malo 1” y “Malo 2” y la “revelación” al final resulta casi tan absurda como el “photoshop” que le hicieron a Melissa McCarthy en los posters de promoción.
Por supuesto que la idea tras de The Heat es disfrutar al dúo en acción, por eso las sacan de la misión principal para colocarlas en situaciones tal como una reunión familiar y una noche de copas (¡una noche loca!). Son buenas escenas y me hicieron reír, el problema con eso es que termina sintiéndose más como un conjunto de “schetchs” que una sola aventura. Otra pequeña molestia que tuve con el filme fue la premisa de porque Bullock era odiada por sus compañeros de trabajo. ¿Se supone que me identifique con ellos porque les molesta que una mujer sea mejor agente? Esa lógica de que si una mujer es buena en algo tiene que ser pedante para que no les caiga bien a nadie y termine sola es un absurdo y obsoleto cliché. Aunque, Bullock lo logra re-dirigir elegantemente al interpretar a “Ashburne” como una persona tímida que no sabe manejarse en situaciones sociales que no sean de trabajo, lo cual puedo entender. Además, los procedimientos policiales de “Mullins” son tan ridículamente ilegales que casi podía escuchar a Simon Pegg en Hot Fuzz gritando “¡magina la cantidad de papeleo que habría que hacer!”.
A pesar de los desorganizada que se siente y los momentos fuera del foco de su misión, The Heat es una comedia que funciona muy bien y hace lo que se supone: hacernos reír de principio a fin. Una gran parte de eso es la relación entre sus dos protagonistas: si eres fan de una o ambas mujeres, no las dejes de ver en The Heat, estoy seguro que la vas a pasar muy bien. Si no lo eres, dale una oportunidad, hacen excelente trabajo y quizás cambies de opinión. Si no, hay suficientes elementos aparte del dúo regados a través del filme para hacerte disfrutar. Súper recomendada “with sugar on top”.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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