En el 2006, 300 estableció un nuevo género, o quizás una nueva forma de ver las películas de mitología griega y, por qué no, las escenas de peleas. En aquel entonces, un completo desconocido, Zach Snyder, nos entregaba una película memorable por un hiperrealismo poco antes visto en el cine, junto a su bien cuidada e impactante estética. Cuatro años después nos llega, Immortals, traída por el mismo duo de productores de la primera, Gianni Nunnari y Mark Canton, quienes junto al director hindú Tarsem Singh buscarán repetir la misma formula.
La lucha entre el bien y el mal esta vez no es un evento real entre hombres, sino que involucra dioses, hombres, oráculos, semi dioses y a Mickey Rourke, un tipo malo. Bien malo.
Ciego por el poder y la ira de ver como una enfermedad se llevaba a su mujer y su hijo, el Rey Hiperión [Mickey Rourke], declara la guerra contra los hombres y, de paso, contra los dioses. Para esto reúne a un grupo de bárbaros, desfigurados a su antojo, para quemar y destruir Grecia, en busca de el Arco Epiro, un arma de poder inimaginable con la que buscará liberar a los Titanes y liberar la guerra final contra los dioses. Es aquí donde se encuentra con la madre de Terseo [Henry Cavill, nuestro futuro Superman] a quien mata sin piedad frente a éste. Terseo buscará venganza aunque sin saberlo, contará con algo de ayuda de los dioses, seres en los que siquiera cree.
Immortals es una mezcla bastante rara pero funcional entre el cine clásico de Hollywood con sus escenas repletas de acción, diálogos flojos, un cast desconocido para gastarlo todo en los efectos especiales y el cine artístico de Tarsem Singh. Si vieron The Cell o The Fall, sus dos únicas películas sabrán a lo que me refiero inmediatamente.
La cinta es visualmente hermosa, y aunque Hollywood nos tiene mal acostumbrado a la extravagancia en sus películas, los dioses se inclinaron a favor del director y su increíble y particular creatividad. Desde el vestuario [uno de los detalles distintivos de él y que cuida a la perfección], la representación del monte Olimpo, las peleas, los colores, etc., todos mezclados increíblemente trabajando armoniosamente para el gusto sincero de Tarsem.
Ahora, contrario a los trabajos previos del director, Immortals es muy comercial, lo que conlleva nuevos retos para él, como satisfacer a una audiencia que le gustan las peleas, la sangre, el sexo, desnudos, morbo, diálogos pobres y, por supuesto, mucho CGI. Aunque en este último punto, si bien es cierto que lo hay en exceso, mantuvo la visión simple del director.
Las actuaciones, lamentablemente, no son las mejores. Aun así no molestan y muchos de los personajes son bien introducidos y desarrollados durante la historia. Ahora, quizás un mejor elenco hubiera ayudado a que el espectador se identificara más con los los personajes mitológicos.
Henry Cavill es el típico joven que se cree que puede contra todo y todos, aunque contrario al estereotipo, éste va por la vida muy humilde y tranquilamente. Freida Pinto se limita a ser la linda oráculo Phaedra quien se cruzará en el camino de nuestro héroe. Luke Evans como Zeus, Stephen Dorff como Stavros y hasta la bella Isabel Lucas como Athena son más creíbles pero nada más. Ahora, honor a quien honor merece, Mickey Rourke, quien a pesar de no tener su mejor actuación, su papel en la historia es fundamental, por lo que el director se encargó de presentarlo y desarrollarloo muy bien. Algo que Rourke no desaprovechó. Sin contar el grado exagerado de morbosidad que vemos cuando Hiperión está en pantalla, me disfruté mucho de sus escenas.
Las actuaciones quedan reducidas a un tercer nivel, luego de la belleza estética y las peleas épicas. Como mencioné anteriormente, 300 logró impresionarnos con sus escenas de peleas, dándole ese toque único, pero Immortals, logra elevar éstas, siendo un verdadero deleite, tanto de acción como artísticas. Sobre este particular dudo que salgan defraudados. Son precisamente estas escenas de batallas las que vienen a rescatarnos, en momentos donde la historia se vuelve algo monótona.
Cuando voy al cine a ver el trabajo de un director que me gusta, como es el caso de Tarsem, suelo subir la vara bastante alto como si de una especie de reto al director se tratase. Tarsem Singh Dhandwar lo logó, a pesar del duro reto que tenía por delante. Mantuvo su nivel, su estética y su creatividad, sin tener que reducirse a un producto comercial cualquiera.
Por otro lado, las comparaciones con 300 son inevitables, ambas van dirigidas a los más machos, con sangre brincando por todos lados, morbosidad, cabezas rodando, peleas épicas, chicas lindas, etc. Pero, aunque quizás esta película no llegue a ser tan memorable como 300, no cabe duda que esta última no cuenta con la belleza de Immortals.[/one_half]
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
11 Comments
Excelente bro!!!! Me gusto 300 asi que esta le vere de igual manera
@JobEscudero Thx! una peli para no perdersela este fin de semana.
A verla se ha dicho, gracias Xaviier por tu critica..