Y así, en un abrir y cerrar de ojos ya van 3 años desde la última entrega de esta gran franquicia de acción que es Mission: Impossible. Comienzo esta reseña hablando de esto, porque siento que esta brecha entre cada release de los filmes de esta saga, es algo de lo que deberían aprender otras franquicias en el cine de Hollywood. Y es que, aunque a fin de cuentas estos filmes son tan formulaícos como otros en el cine comercial, la audiencia ya no está aborrecida de ellos…o al menos, yo no lo estoy.
Mission: Impossible – Fallout nos trae de vuelta al mundo de Ethan Hunt; agente de la IMF, una rama secreta del gobierno estadounidense. Esta vez Hunt es convocado para detener a la organización, conocida como “The Apostoles” (Los Apostoles), que busca aniquilar parte de la raza humana, para que así haya un balance en el mundo, y, como resultado, paz. (Algo similar a lo que quería Thanos en Avengers: Infinity War).
Siento que si han visto los otros filmes de la saga ya saben esto, y que estoy gastando tiempo al hablar de lo bien que Tom Cruise hace su trabajo. Pero es que, WOW, el hombre es increíble. a sus 56 años, Cruise está en el peak de su carrera, no me queda duda de eso luego de haber visto Fallout. Los stunts que el actor hace posible en este filme son increíbles. No hay forma de describir lo irreal que se siente el hecho de que un hombre que es mayor que mi madre esté saltando de techos, corriendo a, lo que parece ser, como 20 millas por horas, y un chorro de cosas más. Cruise es un master en el género de acción en el cine; con Fallout, Cruise se convierte en una leyenda.
El resto del elenco también hace un excelente trabajo, particularmente Henry Cavill, quien deja más que claro que sus fallas como actor en el universo cinemático de DC no se deben a sus habilidades, sino a la dirección/guión, y veinte cosas, de esos filmes. Además de Cavill, otro que se roba todas sus escenas es Simon Pegg, quien desde Ghost Protocol (la cuarta entrega de la franquicia), está en un papel más protagónico junto a Cruise. Si algo deja claro la franquicia de Mission: Impossible sobre Simon Pegg, es que el actor debería estar en más proyectos. Hidden gem.
El guion de Fallout, escrito por el director Christopher McQuarrie (quien, by the way, hace un fenomenal trabajo dirigiendo, especialmente en las secuencias de acción; o sea, casi todo el filme), es, fácilmente, el mejor de todos los guiones que forman parte de la saga de Mission: Impossible. No solo tiene una buenísima historia, no solo es un guion inteligente que pretende que haz prestado atención a todos los filmes anteriores como para entender elementos de esta historia, pero (por si eso no es suficiente como prueba de lo genial que es este guion) también es un guion que se dedica a desarrollar aún más a este grupo de personajes, especialmente a Hunt, a quien, prácticamente, deconstruyen en este filme. Por supuesto que hay un personaje que sirve como villano, pero en la escala mayor el villano más grande del filme Hunt mismo, y su pasado. No diré más.
Antes de culminar la reseña debo mencionar el increíble (INCREÍBLE, así, con mayúsculas) equipo de stunts que trabajó en este filme (y en todos los otros de Mission: Impossible, pero este más que los otros; a ese nivel están los stunts en esta entrega). No debe ser fácil trabajar en un filme cuya misión es sobrepasar la locura de los stunts realizados en el filme anterior. Pero aún así, de alguna manera, este equipo llenó, y sobrepasó, las expectativas.
En algún lado leí que Mission: Impossible – Fallout es para esta saga lo que Skyfall fue para las películas de James Bond. No encuentro mejor forma de ponerlo. Fallout es el mejor filme de Mission: Impossible hasta ahora (aunque el mejor villano lo sigue teniendo la tercera), y es, sin duda alguna, uno de los mejores filmes de acción de esta decada. Lo dije, y lo repito: Tom Cruise es una f*cking leyenda.
Vivo en el cine.
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