Reseña: Battleship

Señores, estamos en tiempos difíciles. Estamos en tiempos en los que al parecer la creatividad de muchos se limita y se refugia en lo que ya conocemos. Llevamos ya un tiempo viendo la avalancha de remakes, precuelas y secuelas como si estuviéramos estancados y solo son unos pocos los que viven fuera de ese círculo vicioso, solo esos pocos son los que vemos ser celebrados o criticados fuertemente pero ante esos pocos me quito el sombrero por tan solo intentarlo.

Recurriendo a inspirarse en un juego de mesa el director Peter Berg [Hancock] junto a los guionistas Erich Hoeber y Jon Hoeber nos traen Battleship, una película que remotamente se basa en lo que en esencia era el juego, dos naves bombardeándose hasta que una de las dos derriba la otra.

¿El elenco? Solo cuenta con un actor en el que podemos creer a ojos cerrados y claro, estoy hablando de Liam Neeson. Los demás aún están por darse a respetar, entre ellos el actor Taylor Kitsch [John Carter], Alexander Skarsgard a quien muchos reconocen por su papel en la serie de televisión [la cual no veo] True Blood y al que aún no podemos juzgar por su mínima participación en películas como Melancholia y Straw Dogs. A estos se le unen las novatas Brooklyn Decker [Just Go with It] y la cantante y ahora “actriz” Rihanna.

La historia de Battleship la hemos visto una y mil veces ya, nuestro planeta está en peligro de ser arrasado por una fuerza alienígena solo que esta vez ha sido por nuestra propia ingenuidad. Un grupo de científicos astrónomos han encontrado un planeta con la capacidad de sustentar vida humana ya que cuenta con condiciones muy similares a las de nuestro planeta. Como siempre los humanos son los “cheches” de la película y se les ha ocurrido enviar una señal vía satélite hacia ese planeta a ver qué pasa. ¿Qué pasa? Han alertado a esa raza “hermana” de extraterrestres que deben ser igual que nosotros según los científicos excepto que no son como nosotros sino peores. Vienen con furia a atacar todo lo que encuentren sea una amenaza para ellos y eso que solo vienen cinco naves nada más y en cuanto encuentren la forma de mandar la misma señal para su planeta mandarán a buscar más ya que la intención es colonizar el planeta.

El actor Taylor Kitsch es el protagonista de la película e interpreta el papel de “Hopper” y desde un principio es un bueno para nada que no tiene trabajo y no sale de un problema para meterse en otro. Su hermano “Stone” [Alexander Skargard] es un Capitán del Navy y ya cansado de ver como “Hopper” no logra sentar cabeza y echar pa’ lante casi con un halón de orejas le dice “vas pal Navy”. [Insertar promo de reclutamiento para el Navy aquí].A pesar de que “Hopper” es un fracaso total se apuntó una con “Samantha” [Brooklyn Decker] la hija del Almirante Shane” [Liam Neeson] de quien está locamente enamorado y quiere casarse pero sin la aprobación del papá eso está difícil y con su reputación es muy poco probable que suceda.

En medio de unos ejercicios de entrenamiento llegan estas cinco naves que los científicos detectan en el radar y rápidamente se dan cuenta que esto tiene que la respuesta a la señal que tiraron hacia aquel planeta. El resto del mundo como siempre está perdido pensando que son asteroides o cualquier otra cosa pero rápidamente llegaron estos alienígenas que se estacionaron en el océano donde emprenderán batalla con todo lo que se le pare de frente.

La historia de Battleship es totalmente predecible, desde su comienzo se sabe qué pretende y cómo ya que es algo que hemos visto una  otra vez y no cuenta para nada con el elemento sorpresa. Al igual que el diálogo es completamente superficial e insignificante y no pretende conectar con el espectador con la trama mientras descansa un poco de las secuencias de acción.

Sacando aparte al legendario Liam Neeson quien deslumbraba la pantalla con sus diminutas apariciones hubo un derroche de malas actuaciones tanto por parte de Taylor Kitsch quien una vez más se queda corto y a pesar de que es el “héroe” que se reivindica como persona ante los ojos de los demás personajes no logra hacerlo con los espectadores que aún recordamos su trabajo en John Carter y ni se diga de Rihanna a quien es posible haber visto actuar mejor en uno de sus videos musicales.

En fin, para el espectador que disfruta del desarrollo de buenos efectos especiales seguramente disfrutarán esta película y la tomarán por lo que es, una película para ver sin internalizar ya que lo único bueno que puedo decir que vale la pena celebrar de esta cinta fue precisamente eso, los efectos especiales que comparado con trabajos anteriores de Peter Berg son sobresalientes. Eso sí, no sé cuan bueno sea esto para Berg ya que para muchos fue difícil creer que estaban viendo una película de otro director ajeno a Michael Bay, ya que no tan solo en cuanto a efectos sino que la película en sí es bastante parecida a lo que ya hemos visto en las famosas películas de Transformers y no sé si canalizó a Bay para inspirarse pero Berg tiene muy buen ojo para la acción pero lamentablemente no lo suficiente como para mantenerse a flote esta vez.