“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Job 38:4-7
Con este pasaje bíblico Terrence Malick nos introduce a The Tree of Life, una cinta no muy tradicional que si bien es difícil que todos la puedan disfrutar, me arriesgo, así como de arriesgado es el filme, a decir que todos deben ver. Me explico.
The Tree of Life nos traslada a la década de los años 50 a un tranquilo pueblo de Texas para mostrarnos la infancia de Jack [magistralmente interpretado por Hunter McCraken] un chico que vive encerrado en el mundo estricto, lleno de reglas, de su padre Mr. O’Brien [Brad Pitt] y el de su cariñosa y tierna madre Mrs. O’Brien [Jessica Chastain]. Décadas después, el Jack adulto [interpretado esta vez por Sean Penn] pasea por el recuerdo tierno y dulce pero a su vez duro de su infancia tratando de encontrar el sentido de su vida.
Luego de esta presentación, The Tree of Life nos transporta a los orígenes del Universo, literalmente, es un viaje cargado de las más hermosas imágenes que haya podido ver en mucho tiempo en la pantalla grande – sin abusar del CGI – acompañadas por una música sublime. Es un momento en el que el espectador acompaña a Jack a meditar sobre la vida, lo complejo que es, no solo nuestro planeta y la vida en él, sino todo el Cosmos. Lo agraciados que somos de poder disfrutar de todo esto y sin embargo se nos hace más fácil ignorarlo como Mr. O’Brien.
Podría alargar estas líneas hablando de la simbología que encierra el filme, su estética impecable, el trabajo encomiable de los actores y demás detalles técnicos, pero todo eso queda en segundo plano ante la música y las exquisitas escenas del Universo y su orígenes que son el gran protagonista en toda esta arriesgada y poco tradicional película. The Tree of Life no tiene una estructura narrativa clásica, donde conocemos al protagonista y luego las vicisitudes que este tiene que pasar por hora y media, quizás dos, para tener su desenlace – que en una película aceptable por la mayoría es uno feliz. Acá esto no pasa. Hay otro cine que algunos han podido experimentar y Malick con una puesta en escena perfecta nos invita a conocer. The Tree of Life es una experiencia sensorial que muy pocas veces podemos experimentar con el séptimo arte.
Todos disfrutamos de la vida de una forma u otra, pero siempre llega ese momento en donde nos sentamos a meditar sobre ella, por tal razón los invito a que abran su mente completamente – tal y como pasa en ese momento de la vida – y experimenten The Tree of Life.
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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