Tres cosas son seguras en la vida: la muerte, impuestos, y Netflix lanzando series al garete a ver que pega. Probablemente gracias a Stranger Things, Netflix decidió apostar cada vez más por la nostalgia, lo cual se puede hacer de varias maneras. Una de ellas es hacer una producción que ocurra en el presente, pero bien al estilo de antes, y con eso en mente llega The Night Agent, una serie de espionaje y acción que fácilmente hubiera sido cualquier película de los 80’s y 90’s de esas que nunca encontrabas en los videoclubs porque siempre estaban siendo alquiladas. Probablemente por mí.
The Night Agent está p*tamente entretenida; intriga, acción, sorpresa tras sorpresa, giro tras giro, constantes momentos de “¿Cómo saldrán de esta? ¿Cómo saldrán de esto otro?” Diversión sin complicación, nada increíble ni revolucionario, simplemente divertida. El epitome de lo llamado “Dad TV”. Si lo tuyo es Jack Ryan, Jack Reacher, o 24, esto es perfecta alternativa.
Un año después de impedir un ataque terrorista, el agente del FBI Peter Sutherland (Gabriel Basso) es considerado un héroe, pero con un asterisco: Su padre, también agente del FRBI fue acusado de traición cuando Peter era adolescente, excepto que murió antes de llegar a juicio. Peter está seguro de su inocencia, por lo que planea ascender en la agencia hasta llegar al punto donde pueda acceder los documentos clasificados sobre el caso. Pero esa mancha sobre su apellido lo mantiene literalmente en el sótano. Específicamente el sótano de la Casa Blanca, vigilando un teléfono que nunca suena.
Hasta que una noche, finalmente alguien llama.
La voz al otro lado es la de Rose Larkin (Luciane Buchanan), una joven mujer clamando ayuda por sus tíos, luego de que unos extraños invadieran su hogar con intenciones mortales. Peter decide asistir el mismo la situación, lanzándose a una aventura que lo enfrentará con asesinos a sueldos, conspiraciones y un posible plan terrorista que pudiera envolver los más altos niveles de su gobierno.
Algo que me encantó sobre The Night Agent es que Peter es más John McClane en Die Hard, que John Wick: comete errores, pelea normal, recibe golpes, se cansa, tiene dudas, mete las patas, pero siempre tratando de hacer lo mejor posible. No es que no me guste John Wick, pero la versión toda poderosa en que han convertido el personaje es algo cansón: sabe todo combate, sabe todos los idiomas, el problema siempre son los demás, siempre sabe qué hacer, a donde ir. Por su lado, Peter es mucho más identificable como un tipo regular metido en un asunto demasiado por encima de sus capacidades.
No creo que The Night Agent vaya cambiar drásticamente la manera que se hace este tipo de serie, y tampoco tiene que hacerlo. A veces lo único que uno busca es algo con que entretenerse por par de horas, y eso lo logra completamente.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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