Crítica The Legend of Tarzan

Yo ver película Tarzan. Yo gustarme película Tarzan. Yo escribir reseña película Tarzan. Margot Robbie ser como bacon, lo bueno hacerlo mejor. Yo no poder mantener forma de escritura.

Uno de los personajes literarios más famosos regresa a la pantalla grande en una producción de alto presupuesto, con un elenco respetado, dirigido por David Yates, su primer filme luego de manejar las últimas cuatro películas de Harry Potter.

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Tarzan es un caso interesante en el cine. Casi tan viejo como el séptimo arte, el rey de los simios fue una de las primeras franquicias exitosas, al punto en que posiblemente muchos desconozcan que primero existió en forma escrita. Sin embargo, en los últimos 30 años apenas ha tenido una presencia fílmica, la última siendo la excelente cinta animada de Disney en 1999, con el resto siguiendo el formato de “directo a DVD” o películas de televisión.

Comparemos eso con Batman, por ejemplo, que desde el 1989 ha tenido varias iteraciones, siendo un personaje con similitudes históricas a Tarzan.

Precisamente, hablando del hombre murciélago, es que la mejor forma de describir The Legend of Tarzan es como el intento de presentar a Tarzan usando la fórmula del súper héroe moderno: Un relativamente desconocido como el titular, check. El interés amoroso interpretado por una hermosa actriz en ascenso, check. Un gran actor como villano, check. Otro buen actor como el punto de comedia, check, Usar una propiedad reconocida para convertirla en una valiosa franquicia, check, check, check.

Quizás porque los tráilers no me habían ayudado mucho, entre a verla con baja expectativa y salir contento. The Legend of Tarzan nunca pretende ser más que un entretenido rato en el cine, lográndolo con mucha acción, momentos de tensión y emocionantes secuencias.

Como no he leído los libros, no sé si el guion adapta alguno de estos. Lo que si usa es elementos de la vida real, incluyendo el villano Leon Rom (Christoph Waltz), el aliado George Washington Williams (Samuel L. Jackson), y la tragedia del Estado Libre del Congo, una de las primeras controversias internacionales del siglo 20, cuando se descubrió que el Rey Leopoldo II abusó, esclavizó y exterminó tribus indígenas para extraer recursos naturales y venderlos en el mercado internacional.

Casi 10 años después de haber salido de la selva, John Clayton, Earl of Greystoke, breaker of Chains, Mother of Dragons, (Alexander Skarsgård) vive una vida normal en la Inglaterra Victoriana junto a su amada esposa Jane Porter (Margot Robbie). Cuando el gobierno del Congo lo invita a visitar el país, Washington Williams lo convence de aceptar para así investigar los preocupantes rumores sobre el abuso del gobierno. Lo que ninguno sabe es que la invitación es parte de una conspiración para capturarlo, y entregarlo al jefe tribal Mbonga (Djimon Hounsou), para que este le permita al gobierno entrar a su área a minar por diamantes.

John tendrá que decidir si se mantiene como el hombre civilizado que es ahora, o dejarse regresar a sus raíces salvajes, con su familia simia y su cuasi psíquico contacto con los animales de la jungla y la sabana, cuando era Tarzan, Rey de los Simios.

The Legend of Tarzan intercala la historia principal con escenas del origen y su primer encuentro con Jane. El guion no le da muchas oportunidades a Skarsgård de desarrollar su personaje más allá de mostrar sus atributos físicos, mientras que Margot Robbie vuelve a robarse todas las escenas de sus contrapartes masculinos, con una Jane Porter más adecuada para la audiencia moderna que la dama en peligro de las primeras novelas (y películas). Waltz vuelve a demostrar que muy pocos directores saben usarlo más allá del villano carismático, y Jackson es tan agradable como siempre, a pesar de que cae en la misma categoría que acabo de describir.

Aun con el mal CGI (comparado con los filmes de Planet of the Apes, y The Jungle Book, los animales parecen animados), The Legend of Tarzan fue un divertido rato en el cine. Una vez que la película comienza con la acción, no para hasta el final. La fotografía de Henry Braham es hermosa, trayendo la naturaleza del Congo a un brillante espectáculo, y las secuencias de acción con Skarsgård combatiendo animales y humanos, moviéndose entre los árboles, y persiguiendo un tren entre otras, me tuvo los ojos pegados a la pantalla. Una película de verano como debe ser, ¡(*inserte grito de Tarzan aquí) Recomendada!