Mientras veía The 5th Wave, me preguntaba si la misma Chloë Grace Moretz, o al menos la de Hugo, Let Me In in, y Kick-Ass, no había sido secuestrada por extraterrestres y suplantada por una copia. Aparte de no ser tan gracioso como sonaba en mi mente, lo anterior es injusto con la chica. Sabemos que puede actuar; el resultado que vemos en este filme es mayormente culpa de un director concentrado en que todo se vea bonito, y un guion empeñado en cubrir todas las bases sin siquiera pasar por primera.
Basada en el libro homónimo de Rick Yancey, The 5th Wave es el huelemil intento de Hollywood para establecer la nueva gran franquicia de películas basadas en historias hacia adultos jóvenes, para tapar el roto que dejaron Twilight y The Hunger Games. Menciono esas dos específicamente, porque The 5th Wave intenta combinar lo mejor de ambas tratando de evitar sus fallos, fracasando en el intento.
La película empieza muy bien; los primeros 20 minutos presentan en el mundo luego de los ataques, luego vemos escenas retrospectivas cuando llegan “los Otros” y empiezan las “cuatro Olas” de invasión. Las secuencias de cómo la humanidad se va acabando están bien manejadas, especialmente cuando presentan los ataques mientras vemos a “Cassie” (Moretz) y su familia lidiando con cada una.
Esa es principalmente mi frustración con The 5th Wave: había una buena historia que contar.
Cuando un grupo militar llega al campamento de refugiados donde Cassie, su padre (Ron Livingston), y su hermano menor “Sam” (Zackary Arthur) viven, la chica es dejada atrás por accidente y comienza su viaje para llegar a la base militar donde se encuentra su hermano. En el camino encuentra a “Evan Walker” (Alex Roe), un ermitaño con intenciones no muy claras.
Aquí es cuando The 5th Wave se pierde para nunca recuperarse. Luego de establecer efectivamente a “Cassie” como una víctima sobreviviendo circunstancias imposibles, tomando decisiones desgarradoramente difíciles, el guion la convierte repentinamente en “dama en peligro” junto a “interés amoroso” del “misterioso desconocido”. De ahí en adelante, cada vez que ambos están en escena juntos, la cámara se enfoca en sus hermosas caras, para que veas lo hermoso que ambos son, prácticamente puedes escuchar el director gritando “¿ves que hermosos son? Mira lo hermoso que son, ¿verdad que deberían estar juntos?”
No estoy exagerando; vi la película con sala llena y las escenas entre ambos son tan obvias que la gente se reía a carcajadas, lo que, me imagino, no era la intención.
La otra historia es mejor pero, no por mucho, “Sam” llega a la base para descubrir que el ejército quiere usar los niños como soldados contra “Los Otros” por razones que nunca están muy claras, excepto que esa es la demografía deseada de la película. Ahí conoce a “Ben Parish” (Nick Robinson), quien casualmente era el “crush” secreto de “Cassie”. “Ben” acoge a “Sam” como la familia que el mismo perdió durante las “Cuatro Olas” originales, mientras el resto de su escuadra lidia con entrenarse para la guerra.
Hablando de dicha escuadra, sus miembros son personajes tan poco desarrollados que, luego de lo que se supone fuera una emotiva secuencia de combate, me sorprendió ver dos personajes que pensé habían muerto durante esta. La única destacada es “Ringer” (Maika Monroe), y solo porque desde que la vi solo podía pensar “esta fue la muchacha que contrataron porque no consiguieron a Lizzy Caplan”. En una base militar, en el fin del mundo, ¿Dónde conseguía el eyeliner negro? Suena a tontería pero, resulta ser más distracción de lo que piensan.
Si algo bueno puede salir de The 5th Wave, es que los estudios finalmente dejen de tratar de adaptar estas historias a la pantalla grande; por cada The Maze Runner hay cinco olas de decepción fílmica.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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