El filme All is Lost que es escrito y dirigido por J.C. Chandor (Margin Call) es uno que descarta la posibilidad de distraernos con palabras, ya que su personaje principal, su único personaje, que es interpretado por Robert Redford solo pronuncia alrededor de 20 palabras en todo el filme.
Robert Redford es un hombre navegando en su bote las aguas del Océano Indíco y despierta para descubrir que a causa de un accidente con un contenedor que cayó al mar, le ha ocasionado daños graves que de no reparar a tiempo le podría causar la pérdida del bote. El hombre a quien nunca le conocemos el nombre y no sabemos de dónde viene ni a dónde va, es uno que sabe lo que tiene que hacer. Éste agota todos sus conocimientos para reparar el bote y estar a salvo pero sus escasos recursos se agotan y encima de eso es víctima de las inclemencias del tiempo. Con esto todo queda a la suerte y la buena voluntad del mar.
All is Lost es un filme que puede ser un poco desesperante. Principalmente porque la situación de este hombre nos agobia. La manera en que Chandor nos presenta este filme nos hace sentir que somos testigo de lo que le sucede al protagonista. Ahí estamos, acompañándolo en su silencio, preguntándonos qué estará pensando o cuál será su próxima movida. Robert Redford hace un trabajo espectacular con una actuación que requiere de él todo un esfuerzo físico para recorrer y escalar el barco y a su vez dejar que sean sus gestos los que nos hablen y nos permitan entrar en su mundo que poco a poco se desmorona.
La banda sonora de Alexander Ebert aporta al añadirle sentimiento en el viaje de emociones por el que pasa este personaje. Quizás muchos de nosotros nunca hemos tenido la experiencia de montarnos en un barco e irnos a navegar a solas las aguas de algún océano y aunque no lo parezca All is Lost es mucho más que la historia de un hombre que intenta buscar tierra firme. All is Lost nos lleva a reconocernos en nuestro personaje principal y a identificarnos con su situación. Todos en algún momento hemos sentido que todo está perdido.
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Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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