Luego de darnos películas como Snatch, Lock, Stock and Two Smoking Barrels, RocknRolla, o las películas de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr., el director Guy Ritchie nos trae una adaptación de la conocida leyenda del Rey Arturo. King Arthur: Legend of the Sword es la primera de varias alegadas películas que girarán en torno a su historia y la espada Excalibur.
Confieso que al llegar a la sala no sabía mucho de ella, solo los nombres envueltos en la misma y poco más. Nada de trailers o promociones que pudieran inclinar mis expectativas hacia un lado u otro. Eso sí, el nombre de Ritchie añade un peso fuerte en mi interés de verla y de tener una idea de por donde irá la propuesta.
La cinta comienza muy bien, con una escena de acción que envuelve elementos fantásticos, buen CGI, y con un rey Uther Pendragon empuñado la famosa espada y una mirada de muy pocos amigos. Sí, King Arthur arranca muy bien pero el resto, aunque puede ser entretenido, resulta más difícil de digerir.
El transcurso de la película, para sorpresa de nadie, está repleto del estilo de Ritchie, diálogos rápidos, cortes de cámara más rápidos aún, y el humor que siempre lo ha caracterizado. Sin embargo, su historia no es el clásico que todos hemos escuchado en algún momento, sino que entrelaza esta con una mezcla de Dungeons and Dragons, películas de superhéroes actuales y hasta un poco de videojuegos. Sí, todo un elixir digno de los magos de la época hecho con ingredientes que no muchos se atreverían a mezclar. El resultado es uno que puede ser del agrado de muchos pero cuidado, porque las dosis de estos ingredientes es muy fuerte como para que a todos les caiga bien.
King Arthur: Legend of the Sword nos muestra a un muy pequeño Arturo (Charlie Hunnam) que es enviado a un pequeño pueblo inglés luego de que su tío Vortirgern (Jude Law) matara a su hermano y padre de Arturo, Uther (Eric Bana). Este crece a un ritmo sumamente rápido (gracias a los ya conocidos trucos fílmicos que caracterizan al director) rodeado de personas pobres que roban, se prostituyen y demás. Su vida da un giro de 360 grados tras ser el único hombre capaz de sacar y levantar la Espada de la piedra. Es aquí cuando Arthur deberá aceptar su destino y reclamar el trono que legítimamente le pertenece acabando de una vez y por todas a su malvado tío.
Si conoces la historia del Rey Arturo y haz visto películas sobre esta o de la época, te anticipo que King Arthur no es como lo que has visto. La edición súper rápida y dinámica de Ritchie, así como su humor, y la música escogida dan un nuevo toque a este conocido mito. Sin embargo, es precisamente aquí donde muchos pueden perderse con sus diálogos rápidos y cortes que se entrelazan entre el presente y futuro.
El reparto tampoco ayuda mucho, salvo algunas excepciones como Aidan Gillen (Liittlefinger en Game of Thrones). Charlie Hunnam como el Rey Arturo no es malo, pero lejos queda de tener ese carisma que caracteriza a los héroes de capa y espada en Hollywood. Por cierto, debut y despedida para David Beckham como actor.
La música, sus visuales, la ambientación son algunos de los elementos que ayudan a la película cuando el resto de recursos se complican.
En definitiva, King Arthur: Legend of the Sword me entretuvo durante sus poco más de dos horas. Ayer hablaba precisamente de las expectativas en mi crítica de Alien: Covenant, aquí, aplica la misma regla. No lleve ninguna y solo fui a entretenerme un rato. Funcionó.
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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