Cuando Futurama regresó (nuevamente) con una nueva temporada en Hulu, luego de 10 años de haber sido (nuevamente) cancelada, les dije que se sentía completamente igual a lo que nos había dado, más allá de referencias mas nuevas, sin mucho aparente esfuerzo de ganar nueva audiencia, contentos con complacer los seguidores que se han mantenido fiel desde el principio.
La duodécima temporada continua exactamente ese patrón, excepto que la tecnología, irónicamente, avanza mucho más veloz que la capacidad de producir episodios, por lo que el equipo creativo lucha contra un mundo corriendo tan rápido, que uno de los temas de un episodio nació, vivió y murió durante el tiempo que les tomó completarlo (los NFT’s).
Por otro lado, la personalidad de Futurama sigue intacta, para bien o para mal y, aquellos que simplemente quieran mas de lo que ya conocen, deberán quedar generalmente complacidos.
En los seis episodios presentados a prensa, Futurama se acerca a algunos de su mejores y peores momentos. Un episodio parodiando El Juego del Calamar es realmente un emocional recorrido durante un importante momento de la juventud de Fry, mientras que un episodio con Bender aprendiendo a pelear contra insectos gigantes consigue darnos otra visión del sarcástico robot.
El otro problema de Futurama es tratar de seguir siendo una sátira social en un mundo que ya les pasó por el lado y va adelante, sea South Park burlándose de ansiedades modernas, o Rick & Morty usando la ciencia ficción para deconstruir nuestras peores manías.
Habiendo dicho todo eso…es genuinamente agradable tener mas del corillo del Planeta Expreso, viajando por el universo encontrando todo tipo de locuras, aunque lo mejor sigue siendo las interacciones entre ellos.
Como compartir con viejos amigos de juventud; quizás no sea la misma experiencia, pero simplemente estas feliz de volverlos a ver.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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