En el cine hay una mala costumbre o más bien un pescaito que le tiran a uno con la frase “Basada en hechos de la vida real”. Aunque casi siempre esto lo utilizan en películas del género de terror, en ocasiones también lo vemos en dramas. El filme ‘Fruitvale Station’ abre con esa linea pero para los que como yo estaban ajenos del evento en el que este filme está basado, luego nos muestra un clip del suceso. De esa manera nos prueba que sí es basado en hechos reales y a su vez nos deja totalmente intrigados.
El actor Michael B. Jordan interpreta a Oscar Grant, un joven de 22 años común y corriente, viviendo con las dificultades de haber perdido su empleo e intentando hacer las cosas bien aunque no siempre lo logra. En la noche del 31 de diciembre de 2008, Oscar salió junto a su novia y sus amistades a despedir el año. Luego de un incidente menor dentro de uno de los trenes, Oscar es detenido junto a sus amigos y estando arrestado y boca abajo, uno de los oficiales le dispara.
El filme se concentra en el último día de vida de Oscar aunque en una escena aislada vemos que en el pasado éste estuvo cumpliendo cárcel presuntamente por algún asunto de drogas. Vemos que las circunstancias de vida lo llevan una y otra vez a buscárselas de esta manera pero encima de todo, Oscar es un hombre muy querido por sus amigos y familiares.
El filme es dirigido por Ryan Coogler y además de Michael B. Jordan vemos a Octavia Spencer interpretando a Wanda Johnson, la madre de Oscar.
Siendo este el primer filme de Coogler como director, debo decir que hace un tremendo trabajo. Coogler nos muestra la historia de Oscar, lo que sucedió sin exageraciones, sin enaltecer a Oscar, tal cual. La realidad es que el filme no nos muestra nada extraordinario, es la vida de Oscar, su último día de vida y fluye de forma natural, al igual que el filme que de la manera menos forzosa nos lleva hasta la escena en que todo se vuelve tenso. Fruitvale Station logra llevarnos a un estado de incomodidad y ansiedad como pocos. Les recomiendo que tengan una comedia ligera para después y sacudir el feeling.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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