Crítica de X-Men: Apocalypse

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Director: Bryan Singer.

Guion: Simon Kinberg y Bryan Singer.

Actores: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Oscar Isaac, Rose Byrne, Sophie Turner, Olivia Munn y Nicholas Hoult

Fecha de estreno: 19 de mayo de 2016 (Puerto Rico)

Sinopsis: Desde los albores de la civilización, fue adorado como un dios. Apocalipsis, el primer y más poderoso mutante del universo X-Men de Marvel, acumuló los poderes de muchos otros mutantes, convirtiéndose en inmortal e invencible. Al despertar después de miles de años, está desilusionado con el mundo en que se encuentre y recluta un equipo de poderosos mutantes, entre ellos un desilusionado Magneto (Michael Fassbender), para limpiar la humanidad y crear un nuevo orden mundial, sobre el cual reinará. A medida que el destino de la Tierra está en juego, Raven (Jennifer Lawrence) con la ayuda del Profesor X (James McAvoy) tiene que liderar un equipo de jóvenes X-Men para detener su mayor enemigo y salvar a la humanidad de la destrucción total.

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En un momento de X-Men: Apocalypse, Erik Lehnsherr AKA Magneto (Michael Fassbender) destruye un monumento al holocausto judío del cual fue víctima. Es una escena emotiva pero, más que cualquier cosa, es un mensaje: olvidemos el pasado. Unos 20 minutos luego, el filme usa escenas de X-Men: First Class, la mejor de todas en la franquicia, para provocar reacciones en su audiencia por lo que sucede en escena.

Es una de muchas contradicciones en esta película. También es el filme en cual Simon Kingberg (guionista) y Bryan Singer (director) admiten que no son mejores que Matthew Vaughn (el guionista/director de First Class). Afortunadamente, X-Men: Apocalypse es lo suficientemente entretenida para pasar eso por alto aunque siempre lo mantuve en mente.

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Diez años después de los eventos de X-Men: Days of Future Past, Charles Xavier (James McAvoy) tiene su escuela para “chicas y chicos especiales”, Raven, AKA Mystique, (Jennifer Lawrence) viaja el mundo por su cuenta salvando mutantes y Erik vive en Polonia bajo otro nombre, con esposa e hija. Cuando En Sabah Nur (Oscar Isaac), el primer mutante de la historia, es liberado luego de 3,600 años atrapado bajo una pirámide, decide destruir el mundo para que solo los más fuertes que sobrevivan el apocalipsis sean dignos de vivirlo.

Voy a revelarles algo que ya ustedes saben: si les gustaron las otras X-Men de Bryan Singer, Apocalypse les va a encantar como a mí. Con todo y sus fallos. De lo contrario, no tienen nada que buscar. Me gustó pero, X-Men: Apocalypse debe ser la despedida de Singer y Kinberg de esta propiedad. Ya sea por falta de visión o valentía, no trae absolutamente nada nuevo, es lo mismo que ya hemos visto antes, solo que más grande, más ruidosa y más efectos por computadora que nunca. Ya es hora de que otros creativos asuman las riendas.

Jennifer Lawrence es prácticamente la protagonista por completo; su Katniss Raven es el arquetipo de “héroe que no quiere ser héroe pero termina siendo héroe” que tuvo Hugh Jackman como Wolverine hace 16 años atrás. El resto el equipo tiene sus momentos de brillo, incluyendo otra fantástica secuencia de Quicksilver (Evan Peters), los “nuevos” miembros, Cyclops, (Tye Sheridan), Jean Grey (Sophie Turner), y Nightcrawler ( Kodi Smit-McPhee) usando sus poderes en batalla, mientras que Nicholas Hault en su Beast queda más desperdiciado que nunca.

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Sobre el otro bando. Al principio me pregunté por qué escogieron un actor tan carismático como Oscar Isaac para ocultarlo bajo tanto maquillaje pero, eventualmente entendí que, por eso mismo. Su Apocalypsis es un cuasi dios con una determinación absoluta, que necesita convencer a otros a unirse a su cruel misión. Aparte de Magneto – y en algunos momentos, Storm- sus “jinetes” no tienen ninguna oportunidad de desarrollo, aunque Olivia Munn resplandece en sus pocos minutos como “Psylocke”.

X-Men: Apocalypse es la película más emocional, casi triste, de la franquicia pues el guion de Kinberg descansa bastante en el superior trabajo de Vaughn para recordarnos el inmenso peso sentimental entre Erik, Charles y Raven, y las decisiones que van tomando durante el filme.

 

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Es una carta a de amor a los fans de los cómics; en ese aspecto funciona muy bien, especialmente durante los últimos 35 minutos cuando comienza la batalla final. De hecho, esa escena tiene uno de los mejores momentos en toda la saga. X-Men: Apocalype complacerá a los que vayan buscando su rato escapista, ver los personajes que aman haciendo lo suyo, y mucha acción mutante.

¡Apocalípticamente recomendada!

PS: Tiene escena después de los créditos que solo los lectores de cómics van a entender, así que vayan con al menos un pana que lo haga

» X-Men: Apocalypse estrena mañana en Puerto Rico. Puedes echarle un vistazo a la cartelera en nuestra página.

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