Crítica de The Hunger Games: Mockingjay Part 1

“If we burn, YOU burn with us!” Este grito de Guerra de Katniss Everdeen es sin duda la mejor parte de The Hunger Games: Mockingjay Part 1, la primera parte del final de la franquicia basada en los libros de Suzanne Collins. El resto el filme cae cómodamente (demasiado) en la categoría de entretenido.

Katnis Everdeen (Jennifer Lawrence…duh!) continua sufriendo el embate emocional de haber sobrevivido  dos juegos del hambre, lo que ha empeorado debido a su sentimiento de culpa de que Peeta Mellark (Josh Hutcherson) no sobrevivió el “Quater Quell” en Catching Fire. Ahora está sobreviviendo en el Distrito 13, hogar de los rebeldes liderados por la Presidente Alma Coin (Julianne Moore), y su consejero Plutarch Heavesnbee (Philip Seymour Hoffman). La Presidente Coin quiere que Katniss se convierta oficialmente en el rostro de la revolución pero, lo menos que ella quiere es más guerra. Cuando se revela que Peeta, no solo está vivo, sino que ahora es la cara del sistema y la Capital junto al Presidente Snow (Donal Sutherland), Katniss acepta a cambio de que sus nuevos hermanos en armas rescaten a Peeta y los otros ganadores que siguen vivos.

Vamos a sacar lo obvio del medio: esta película no hacía falta. Es el equivalente de prepararse para ir a una fiesta, y después de bañarse, peinarse y vestirse, decir: “ya estamos listos…siéntense, que la fiesta es el año que viene”. Desde que alguien tuvo la “brillante” idea de dividir la última aventura de Harry Potter, los estudios descubrieron una forma de sacarle más jugo a sus ansiadas y valiosas franquicias. El resultado es un filme sin mucho valor en su historia que funciona gracias al carisma de su protagonista y la mano firme de su director, que hace lo mejor que puede con un libreto que estira cada escena como chicle barato de feria. No he leído los libros pero, de los 123 minutos (poco más dos horas) que dura, apenas hay 20 o 30 que realmente sirven para avanzar la historia de Katniss y la revolución en Panem. Si esto fuera una serie de televisión, Mockingjay Part 1 sería un episodio de transición, relleno para completar la temporada.

Tres películas de The Hunger Games,  y todavía no veo a nadie que parezca estar pasando hambre.

Habiendo dicho todo eso, tiene sus buenos momentos, especialmente los que vemos a Katniss tratando de lidiar con su trauma emocional de las primeras dos películas. No se nos olvide que en esta historia, la chica es apenas una adolescente que ha tenido que sobrevivir hambre, desesperación, guerra, y el impacto que significa quitar una vida. La diferencia entre el trabajo de Jennifer Lawrence entre la primera y esta es enorme; se nota el efecto positivo que ha tenido sus corrida con las películas de David O. Russell y vemos a un personaje muchísimo mejor desarrollado.

Una de las criticas principales que recuerdo haber leído de la primera película es que falló en representar la crítica social de sus libros. Sospecho que lo mismo debió suceder con esta pues de vez en cuando vemos rastros de sarcasmo, como cuando Katnis graba la propaganda a favor de los rebeldes, o los discursos mongos de la Presidente Coin. Aun sin conocer la historia, me quede con las ganas de que el libreto le metiera énfasis en la analogía entre la sociedad de Panem y la actual tendencia de globalización en nuestro mundo. En su lugar tenemos otro triángulo amoroso entre sus protagonistas.

The Hunger Games: Mockingjay Part 1 me entretuvo, me hizo reír en algunos momentos, y en sus secuencias finales me tuvo al borde del asiento. Si ya eres fan de la franquicia, probablemente te va a gustar, si no, esta no será la que te convenza de lo contrario. Si no van a leer el libro pues, nos vemos el año que viene para saber qué pasa.

P.S: Hay una escena después de los créditos pero, es solamente el símbolo del Mockingjay cambiando a una forma más agresiva. No pierdan quince minutos para verlo, mejor busquen el “GIF”.

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