Superfly es una película sobre un gangster con cabellera de Sammy Davis Jr. que convive con dos mujeres, sabe artes marciales, esquiva una bala y quiere hacer un último trabajo antes de retirarse. Su nombre es Priest, y en una escena su mano derecha le dice que deje de sermonear. Sus enemigos son una ganga llamada Sno Patrol que se viste de blanco, tiene carros blancos, pistolas blancas y hasta ataúdes blanco; y agentes federales corruptos. Su mentor y jefe es aun mejor que Priest en las artes marciales y siempre está dos pasos delante de todo el mundo. En algún momento u otro, la película toca los clichés del cine de explotación, más específicamente el blacksploitation, pero nunca consigue balancear sus clichés con el hecho de que es una película hecha en el 2018 para una audiencia del 2018.
El filme es producido por Future, el rapero, y dirigida por Director X, quién tiene una carrera exitosa como director de videos musicales de Hip-Hop. El trasfondo de la fuerza creativa detrás de la película es visible en su estética cuidada y aveces aburrida. X (no me siento con la confianza para llamarlo Director) se asegura de tener varias secuencias construidas con la misma precisión que cualquiera de sus videos musicales, pero esto deja claro las escenas que no le interesaban pero debía hacer para que la historia tuviese algún tipo de progresión coherente (y de las que probablemente se encargó la segunda unidad).
La inconsistencia en la construcción de las escenas individuales sería perdonable si la dirección general del proyecto hubiese sido más certera. El tono del largometraje nunca encuentra la estabilidad necesaria para hacer sentido, constantemente rebotando de la ultra-seriedad a una actitud casi auto-satirizante. El personaje de Priest, desde sus monólogos vacíos y clichosos mientras guía sin destino en la noche hasta sus amenazas en las que siempre se asegura de mencionar lo acicalado que se encuentra, es tratado con una cantidad incomprensible de respeto y gravedad. Les recuerdo, Priest es un gangster con cabellera de Sammy Davis Jr. que convive con dos mujeres, sabe artes marciales, esquiva una bala y quiere hacer un último trabajo antes de retirarse y en una escena su mano derecha le dice que deje de sermonear que tiene de enemigos a una ganga llamada Sno Patrol que se viste de blanco, tiene carros blancos, pistolas blancas y hasta ataúdes blanco; y agentes federales corruptos y su mentor y jefe es aun mejor que él en las artes marciales y siempre está dos pasos delante de todo el mundo. Pero Director X insiste en tratarlo con toda la seriedad del mundo. El mundo que crearon es over-the-top, pero los cineastas parecen estar avergonzados de esto.
Pero no voy a mentir, aun con todas sus fallas, Superfly tiene sus encantos. Las escenas de acción resultan emocionantes y el melodrama lo suficientemente cómico (accidentalmente) como para justificar su existencia. Hay peores cosas que podrías estar viendo. Superfly no resulta en una experiencia super nice, pero si quieres meterte en el cine y coger aire por dos horas, super why not watch it once?
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