En los últimos cinco años el género de horror ha tenido un resurgimiento, tanto en popularidad como éxito. Una de estas fue Sinister, coescrita y dirigida por Scott Derrickson, que tuvo suficiente entrada taquillera para justificar su secuela aunque, Derrickson solo volvió como coguionista y productor, dejándole la dirección a Ciarán Foy (Citadel)
En realidad, “secuela” no es la mejor palabra para describir Sinister 2, mejor digamos un “spin-off”. James Ransone regresa como “So&So”, ahora convertido en un detective privado, que continúa investigando las misteriosas muertes relacionadas a Bughuul (Nicholas King), un maligno ente que manipula gente para matar. Cuando llega a una casa donde ocurrió una de estas tragedias, descubre que no está abandonada sino que alberga a “Courtney Collins” (Shannyn Sossamon), una mujer con sus dos hijos gemelos escondiéndose de su abusivo esposo.
Tanto Derrickson como el ahora Foy han dicho que quisieron darle tributo a The Children of the Corn de Stephen King, lo cual es obvio desde la primera escena con los gemelos Dartanian y Robert Sloan. No es que la película original del 1984 sea una obra de arte pero, sus niños eran genuinamente inquietantes, los de Sinister 2 son casi una parodia que tratan demasiado.
Foy logra mantener una ambientación por la mayoría del tiempo “creepy”, especialmente cuando presentan los crímenes pasados en filme “super 8”, pero apenas ocurren dos sustos y son usando los gastados turcos de repentina música alta y “close-ups”. El resto del filme desarrolla su historia que podría describirse como “casi interesante”, con una que otra secuencia decente.
Como amante del género, siempre entro a ver una película de horror contento y expectante. Sinister 2 tiene sus buenos momentos y par de brincos chéveres pero, entre personajes mal desarrollados, niños que me dieron risa más que miedo, y un monstruo que apenas aparece, se quedó corta en el “asustometro”.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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