Es enteramente posible que Mack & Rita no me gustó porque no soy la audiencia para la cual está dirigida, aunque no imagino quien realmente disfrute una comedia que no se decide exactamente que quiere decir, pero piensa que lo está diciendo genialmente. Mack & Rita es una mala película con algunos buenos momentos, lo que hace más frustrante verla tanto como escribir sobre ella, aunque por lo menos cumple demostrando cuan talentosa sigue siendo Diane Keaton.
Mack (Elizabeth Lail) es una joven escritora diciendo ser “un alma vieja de 70 años atrapada en un cuerpo de 30”, ya que preferiría poder hacer “cosas de viejos” como reunirse en grupo para beber vino con hielo, en vez de fiestas llevando botas de tacón alto. O algo así, ya estaba aburrido para este momento, y apenas llevaba 10 minutos de película. Mack escribió un libro de modesto éxito pero, ahora se limita a escribir para páginas sociales ajenas, intentando desarrollar la suya. En un viaje para la boda de su mejor amiga Carla (Taylour Page), Mack entra en la tienda de un supuesto “regresista”, realmente un farsante interpretado por Simon Rex, prometiendo contactar vidas pasadas. La máquina resulta ser mágica, transformándola en su versión de 70 años, encarnada por la siempre excelente Keaton. Una especie de versión moderna de Big, pero sin la simpatía.
Mack inventa Rita como nombre para esta versión de ella, con la que consigue el éxito digital anhelado, pues su gusto por la moda estrambótica resulta más simpática en un cuerpo de siete décadas contrario al suyo, aunque continua buscando la forma de regresar a su forma real. Entre medio conoce a Jack (Dustin Milligan), un vecino también en sus 30, y también con gustos alejados de su edad, incluyendo patinar y comer pizza en lugares menos “cool”.
Lo poco que disfruté de Mack & Rita vino gracias a la habilidad para la comedia de Keaton, quien no le importó trabajar secuencias como luchar contra una máquina de Pilates, usar alúcienos, y prender su pelo en fuego. El resto del elenco queda cruelmente relegado a frases y estereotipos de personajes, y la resolución es tan predecible, que ojala pegarse en la lotería fuera tan fácil, y menos tedioso.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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