Las películas biográficas tienen un ritmo perfectamente familiar; una fórmula al cuadrado sin tener que cambiar mucho, con algunas excepciones, como una canción conocida que has tarareado mil veces. Eso no es malo, sencillamente es la forma que funciona el negocio, ¿Por qué cambiar lo que funciona?
King Richard es de esas películas que le gustan a todo el mundo, una biografía inofensiva sin muchas sorpresas ni grandes revelaciones, pero afortunadamente sin necesitarlas, por tratarse de una maravillosa historia, genuinamente emotiva, elevada a mayor nivel por excelentes actuaciones, particularmente Will Smith como el titular “Rey” Williams. Está tan bien hecha, con tanto cariño, que ya escucho los lagrimones cayendo en las salas de cines y hogar.
Dos años antes que nacieran sus hijas Venus y Serena Williams, Richard Williams hizo un plan de trabajo para ellas; Las chicas serian estrellas de tenis, un juego tradicionalmente reservado para gente blanca de alta clase, por lo que los retos a enfrentar serian todavía más duros, tratándose de una familia afroamericana. Pero Richard estaba fuertemente dispuesto a completar su plan sin rendirse, desde largas sesiones de entrenamiento, encontrar manejador gratis, hasta buscar bolas de tenis en la basura. Richard estaba decidido construir el futuro de sus niñas. Pero contrario a otros padres y otras crónicas, Richard no pretendía explotar el talento ajeno sino asegurarlo. Por eso su plan de trabajo exigía educación, protección, disciplina y honor. Que gran mundo tendríamos con más padres como Richard y Brandy Williams.
La dirección apropiada de Reinaldo Marcus Green se acopla perfectamente al guion de Zach Baylin, desarrollando la historia sin prisa, dándole espacio a conocer los personajes y sus circunstancias, manteniendo buen ritmo entre drama, humor, y conflictos. Ahora todos sabemos los nombres de Venus y Serena Williams, las mejores tenistas de la historia, pero ver como llegaron a ese nivel es una emocional trayectoria fílmica repleta de amor, fe, y determinación.
En una crónica como la de las hermanas Williams hay muchas piezas ensamblando el camino y afortunadamente King Richard evita la tentación de caer en la trampa de presentar solo una con Richard, pues Aunjanue Ellis tiene maravillosas escenas como Brandy Williams, la madre de las hermanas, mostrando cuan importante fue en el desarrollo de ellas, a veces hasta contra la cabeza dura de Richard, pero mayormente hombro con hombro juntos contra el mundo subestimando sus hijas. Sin olvidar a Jon Bernthal casi robándose sus escenas como el entrenador Rick Macci, desbordando de química con Smith.
Pero la estrella definitivamente es Smith como Richard, manifestando todo su talento y carisma en otro papel para el que nació, y es imposible no pensar cuanto sacó del querido James Avery como su “tío Phil” en El Príncipe de Bel-Air para este excepcional trabajo como el indestructible Rey Williams.
Lo mejor de King Richard es que para comprobar cuan real es solo hay que buscar en internet las entrevistas, los videos y clips de esta magistral familia, y cuan maravilloso es cuando cosas buenas le pasan a gente buena. ¡Inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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