Crítica de Dumb and Dumber To: Más nostalgia que risa

Me reí mucho con Dumb and Dumber To pero, a mitad de película me di cuenta que me estaba riendo como uno se ríe cuando se encuentra panas de la escuela superior o universidad; recordando esas loqueras o tonterías que uno hizo. Es chévere pero, no crea nuevos recuerdos nuevos sino que se nutre de lo que ya se había hecho.

Lloyd Christmas (Jim Carrey) y Harry Dunne (Jeff Daniels) se embarcan en una misión para encontrar a la hija de Harry, pues este necesita un trasplante riñón.  Harry no sabía que tenía una hija con Fraida Felcher (Kathleen Turner), y decide ir a conocerla, junto a Lloyd quien se ha enchulado de la muchacha luego de ver su foto.

Si les suena familiar, es porque la historia es más o menos que la de la primera: buscando una mujer que no conocen, un viaje a través del país, un compañero de viaje con malignas intenciones. Todo está ahí. Incluyendo a “Billy el nene ciego del 4C”, una muerte accidental, el sonido más molestoso del mundo,  y una fantasía de Lloyd, entre otros chistes repetidos, o que refieren a la primera.

La película misma se pone una trampa: hace tantas referencias a la primera que tengo que recomendarles que la vean para refrescar sus memorias y cuando veas esta te darás cuenta que no es tan buena.

Habiendo dicho eso, ¡es fantástico ver a estos dos otra vez! Jim Carrey y Jeff Daniels siguen siendo certeros en sus papeles, como si hubiera sido ayer y no 20 años atrás cuando los interpretaron por primera vez. Ese es precisamente la fortaleza y debilidad del filme, sabían que el poder de la nostalgia es tanto, que uno les da una oportunidad, un “free pass” si no es tan buena como la primera. La realidad es que no lo es, tiene sus momentos pero, para nada como la primera.

Este año ya salieron dos excelentes comedias; Neighbors y 22 Jump Street. Tres, si contamos The LEGO Movie. Dumb an Dumber To ni se les acerca a ninguna. Sin embargo, como les dije, tiene sus momentos buenos, me hizo reír aunque nunca me mató como las mencionadas. Vayan con bajas expectativas y dejen que su nostalgia haga la mayor parte del trabajo.

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