El infierno nunca ha sido tan divertido.
Aunque comprendo la intención de Netflix de distinguirse de todos los demás presentadores de contenido al lanzar las temporadas completas, algunas de sus series podrían beneficiarse de tiempo entre episodios, dando oportunidad a la audiencia de discutir cada uno. Una de ellas es la tercera parte de Chilling Adventures of Sabrina, estrenando este viernes 24 de enero 2020.
En su comienzo, la serie inspirada en las novelas gráficas creadas por Robert Aguirre-Sacasa, a su vez basada en los paquines de Archie dirigidos a niños y adolescentes, tuvo la misión de separarse inmediatamente del programa noventoso, siendo mucho más maduro, oscuro y tenebroso. Aunque no resultó ser tan violento o macabro como las novelas, intentaron combinar ambos conceptos; una historia sobre brujas, adolescentes, romance y la demencia que rodea ser parte de cultos religiosos.
Con 20 episodios hechos, ya la audiencia conoce el mundo, los personajes y la historia, por lo que la tercera parte finalmente se siente un avance en las tramas.
El año pasado dejamos a Sabrina (Kiernan Shipka) rechazando su destino como hija de Lucifer Morningstar (Luke Cook), a quien lograron apresar dentro del cuerpo de Nicholas (Gavin Leatherwood) a pesar de eso significar que tendría que quedarse en el infierno con Lilith (Michelle Gomez), la nueva Reina del averno.
Pero unas ocho semanas luego, Sabrina decide regresar rescatar a Nick con la ayuda de sus leales amigos Harvey (Ross Lynch), Rosalind (Jaz Sinclair), y Theo (Lachlan Watson). Mientras tanto, las hermanas Zelda (Mirtanda Otto) e Hilda Spellman (Lucy Davis) lidian con ser las nuevas directoras de la Escuela de La Noche, lo cual les trae diversos retos, incluyendo cambiar el estilo de enseñanza y no menos importante, el foco de adoración luego de descubrir las verdaderas intenciones de Lucifer y las de Faustus Blackwood (Richard Coyle).
Lo segundo me resultó nuevamente más interesante que otras partes de la serie. En la primera parte, CAOS trajo una astuta observación sobre la influencia de religión en una sociedad, desde las familias hasta la comunidad entera. En la segunda vimos una conversación sobre el rol de las mujeres en religiones patriarcales y su lucha por ganar fuerza en estas. Durante la tercera parte de CAOS, vemos el resultado de conseguirlo; tanto Lilith en el infierno como Hilda y Zelda en la Tierra descubren que ganar liderazgo es apenas el principio de sus luchas, pues cambiar un sistema que insiste en mantenerlas controladas es una cruzada de nunca acabar.
Pero si lo tuyo es ver a Sabrina metiendo las patas más profundo cada vez que trata de resolver algo, todo el mundo tranquilo. Entre hechizos, bailes, momentos musicales y hasta secuencias de cheerleader, Brina buscará la forma de resolver todos los problemas propios y de otros.
Sabrina descubre que algunas cosas son inevitables. A falta de apoyo de todos los demonios mayores a Lilith como Reina, nuestra bruja adolescente tendrá que reclamar su trono pero, ser la única heredera resulta no ser entrada tan fácil, ya que hay otro pretendiente: Caliban (Sam Corlett) es un príncipe nacido en el mismo infierno con el apoyo del resto de la corte, por lo que tendrán que enfrentar en una extraña competencia.
Con ocho episodios, dos menos que las anteriores, la tercera parte de Chilling Adventures of Sabrina se mueve mucho más rápido. Y aunque eso significa menos tiempo de escena para personajes secundarios, estos son aprovechados mejor que en temporadas previas. Ambrose (Chance Perdomo) y Prudence (Tati Gabrielle) buscan a Faustus a través del mundo y luego serán determinantes en salvar su aquelarre, mientras la relación entre Harvey y Rosalind desarrolla más, al igual que Theo recibe un interés amoroso en Robin (Jonathan Whitesell), un chico llegando nuevo al pueblo junto a un misterioso carnaval repleto de extraños personajes con motivos desconocidos.
Contrario a las primeras partes, este año Chilling Adventures of Sabrina no tuvo episodios haciéndome poner pausa para ver cuánto le quedaba, sino fue más ágil, divertido y travieso, con buena combinación de comedia, intriga y horror que debe satisfacer los fans de la serie, con un final que me dejó en ascuas y ansioso de ver como resolverán el revolú en que nos dejan.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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