Crítica: Cloudy with a Chance of Meatballs 2

Confieso que a pesar de haber estrenado en el 2009, la última vez que vi a “Flint Lockwood” no fue hace tanto. ‘Cloudy with a Chance of Meatballs’ es una de esas películas que me hacen creerme que he vuelto a la niñez junto con la costumbre de ver una película una y otra vez, sin miedo a disfrutármela como si la viera por vez primera. Una vez más Columbia Pictures y Sony Pictures Animation se unen para traernos la secuela de este filme ‘Cloudy with a Chance of Meatballs 2’.

El filme comienza con exactamente el mismo intro de la primera parte. Escuchamos a “Flint” contarnos su historia desde pequeño, esta vez presentándonos al personaje de “Chester V”, el “role model” en el que se inspiró toda la vida para ser un científico exitoso y reconocido por sus inventos. ¿La diferencia en tiempo desde que “Flint” rescató la isla de su más reciente invención? Once minutos. Prácticamente no nos dejan perdernos ni un segundo de la historia. En medio de su celebración llega “Chester V” a la isla con la intención de reclutar a “Flint” para que trabaje con él en su compañía. Además de esto, se ofrece a llevarse a todos los habitantes de la isla para San Fran José, California y así ayudar a limpiar la isla, que luego de la tormenta de comida que hubo quedó bastante destrozada. “Chester V” tiene una agenda que no precisamente esconde las buenas intenciones que le muestra a la gente de Swallow Falls.

“Flint” con la ingenuidad que lo caracteriza, piensa que esta es la oportunidad por la que siempre había esperado. Mientras intenta sobresalir en su nueva vida lejos de casa, la máquina que había dado por destruída, ha creado un nuevo ecosistema de comida y la isla se vuelve una jungla de comida viviente. “Flint” tendrá que regresar una vez más a “resolver” la situación.

El filme ‘Cloudy with a Chance of Meatballs’ estuvo inspirada en el libro de Judy Barett que lleva el mismo nombre, pero esta secuela fue una idea original de los guionistas John Francis Daley, Jonathan Goldstein y Erica Rivinoja. El filme está desbordado de pura creatividad, la historia es muy amena y a pesar de ser una secuela, que casi siempre están destinadas a dañarnos la imagen que teníamos del primer filme, este logra romper con la maldición. La historia no es pretenciosa y la sencillez con la que nos la presentan hace que el filme fluya con naturalidad y se logre disfrutar. Los guionistas logran mantener la llama de la comedia y combinado con la misma ganga de personajes que vimos en la primera cinta, nos arrancan una que otra carcajada.

‘Cloudy with a Chance of Meatballs 2’ fue una buena sorpresa y logra sobresalir del grupo de filmes animados que recientemente han estado estrenando. Si disfrutaste la primera, no me cabe la menor duda que disfrutarás este filme. Si aún no ves la primera, ¡no sé qué esperas!