Cada vez que uno piensa que el cine de horror hizo todo lo que podía hacer, llega una divertida oferta como Bodies Bodies Bodies, una comedia de horror que me tuvo en tensión, cuando no me hacía reír y, en algunos momentos, ambas simultáneamente.
Sophie (Amandla Stenberg) y Bee (Maria Bakalova, de Borat Subsequent Moviefilm) están en ese exacto momento cuando una relación todavía es nueva y emocionante pero, las inseguridades continúan deteniendo la intimidad emocional, evitando decir lo que verdaderamente se piensa para no asustar la otra persona. En su primer fin de semana juntas, viajan a Florida para pasar un huracán junto a amigos universitarios de Sophie, en la gigantesca, lujosa casa del padre de David (Pete Davidson, luciendo más cercano a la muerte que nunca). Para este privilegiado grupo de alta sociedad, una tormenta significa oportunidad para festejar, por lo que su “preparación” consiste en baterías, linternas y mucho alcohol, con par de botellas de Xanax por si la ansiedad.
La llegada de Sophie resulta ser una sorpresa, pues aparentemente nunca confirmó su presencia en el grupo de chat aunque, insiste que si lo hizo. Bee no es la única desconocida en el grupo, ya que David trajo su novia Emma (Chase Sui Wonders), mientras Alice (Rachel Sennott) consiguió una cita a última hora gracias a Tinder, en la figura de Greg (Lee Pace, gozándose cada minuto de escena), un veterano militar, unas dos décadas mayor que el resto de la pandilla. Completando el corillo está Jordan (Myha’la Herrold), exnovia de Sophie, una de esas personas sin filtro entre cerebro y boca.
Entre comentarios pasivo agresivos, y falsas sonrisas, la ganga comienza recibir los primeros vientos y lluvias cuando alguien sugiere “cuerpos cuerpos cuerpos”, un juego donde una persona es secretamente un asesino, y el resto debe evitar ser “asesinado” con un dedo en la espalda o, en el evento de una “muerte”, el resto deben adivinar quién es el responsable. Obviamente el jueguito los lleva a discutir, separándolos de mala manera. Pero cuando uno de los chicos es genuinamente asesinado, comienza una larga noche de sospechas, recriminaciones y verdades sin piedad.
Halina Reijin debuta exitosamente como directora en Estados Unidos, manteniendo una atmosfera de claustrofobia y tensión, aprovechando cada segundo de este entretenido filme, dando poca tregua a la situación y los personajes. El astuto guion de Sarah DeLappe lleva la trama en ascenso, haciendo de Bodies Bodies Bodies una filosa sátira social sobre las generaciones X, Milenio, y Z, y sus maneras de lidiar con el mundo. Desde referencias a “escuchar podcasts con odio”, videos de TikTok y frases como “¡soy una aliada!”, Bodies Bodies Bodies sabe exactamente lo que quiere decir, triunfando porque nunca cae en la completa burla o desprecio por ninguna, sino más bien figurativamente comentando sobre la cultura moderna de comunicación entre personas queriendo caer bien como sea, aunque eso signifique vivir pretendiendo no pensar lo que realmente se piensa, por miedo a rechazo o, en términos modernos, “ser cancelado”.
Bakalova demuestra que su nominación al Premio Oscar no fue accidente, pues su tímida Bee es completamente contraria a la alocada Tutar. Probablemente la única persona no adinerada, Bee funciona como los ojos y oídos de la mayoría de la audiencia, testigo de las artificiales interacciones del grupo. Por otro lado, Rachel Sennott se roba la película en una de las sobresalientes interpretaciones del año, como la victima eterna de todas las interacciones, responsable de los mejores diálogos y momentos del filme. Bodies Bodies Bodies toma su tiempo antes de empezar el caos, culminando en mi final favorito de una película del 2022, ¡Criminalmente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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