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Crítica de Legions: Terror latinoamericano

Por décadas, el folclor latinoamericano ha sido usado para beneficios de historias hecha desde la perspectiva estadounidense o Europea, donde funcionaba más como fetiche de escritores poniendo sus héroes anglo enfrentando las “amenazas” de supersticiones empujadas por estereotipos. Así que es más que refrescante verlo siendo representado con cariño y respeto por uno de los suyos, especialmente en el género de horror.

Las mejores historias de terror son aquellas donde el monstruo también funciona como analogía de otros problemas. En el caso de Legions (Legiones), su guionista y director Fabián Forte (Terrified) nos trae una historia sobre la brecha generacional, el rechazo a la tradición histórica y, sobre todo, la reconciliación familiar cuando ambas partes entienden el punto del otro. Todo eso entre medios de hábilmente compuestas, escalofriantes secuencias, y uno que otro momento de humor.

Antonio Poyju (Germán de Silva) es descendiente de una poderosa línea sagrada, algunos lo llaman shaman, responsable de mediar entre los mundos de los vivos y los muertos, posición que acoge con gran dedicación, especialmente cuando un enemigo sobrenatural, el demonio Kuaraya, ha perseguido su familia por generaciones, terminando con la muerte de la esposa de Antonio mientras daba luz a Helena (Lorena Vega) la hija de ambos. Antonio debe pasar sus habilidades y posición a Helena, quien desde adolescente rechaza todo lo que le ofrecen, deseando una vida normal, culminando en una tragedia separándolos por años.

Encerrado en una institución mental, Antonio se dedica a contar las historias de sus batallas contra demonios a otros pacientes, mientras su hija se convirtió en una publicista ejecutiva de cuentas, que nunca lo visita y prácticamente lo ha cortado completamente de su vida. Pero Kuaraya ahora quiere la vida de Helena, por lo que Antonio, no solamente tendrá que escapar, sino que necesita encontrar la manera que Helena recupere su fe en ella misma, y las creencias con que fue criada, para poder salvarse ella, Argentina, y el mundo entero, antes de la próxima Luna Roja.

Aunque los efectos digitales delatan el bajo presupuesto, Forte sobrepasa las limitaciones con firme mano, llevándonos a través de una sólida entrega de 90 minutos usando estrategias de suspenso, tiros de cámara y uso de luces y sombra para mantener la tensión – y el miedo- en una entretenida película de horror que recuerda otros proyectos del género como Evil Dead y El Exorcista, pero desarrollando su propia identidad, mayormente gracias a buenas actuaciones, inquietante banda sonora, y efectos prácticos.

Legions estrena el 20 de enero en servicios de alquiler como Apple, Amazon y VUDU.

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