En el poco tiempo que duró, DC Universe nos dio excelentes series que continúan en otras plataformas. La mejor y mi favorita es definitivamente Harley Quinn que, con su tercera temporada, se convierte en una de las mejores producciones, no solamente animadas, sino generales sobre el Universo de héroes, villanos e intermedios.
Todo el mundo tranquilo: la tercera temporada de Harley Quinn sigue igual de imprudente, vulgar y violenta; lo más cercano a un The Boys o Invincible de DC Comics. Los personajes continúan desarrollándose sin perder el tono anárquico, con ácido humor e ingeniosos diálogos. Esto es un programa donde uno de los momentos más emocionales ocurre durante una orgia.
Con esta nueva temporada, Harley Quinn es otra prueba adicional de que el modelo manteniendo universos separados de DC ofrece mayor cabida creativa para estudiar y expandir los personajes, no solo principales, sino hasta secundarios. Entre chistes de mal gusto, y pedazos humanos volando por los aires, el equipo de escritores presenta nuevas facetas de varias figuras incluyendo a Batman, Joker, Clayface y, por supuesto, Harley y Pamela, también conocida como Poison Ivy.
Al final de la segunda temporada, Harley (voz en ingles de Kaley Cuoco) y Pamela (voz en ingles de Lake Bell) escapan juntas hacia el horizonte mientras Ciudad Gótica se recupera de la embestida del Doctor Psycho (voz en ingles de Tony Hale) junto a Darkseid. Para estas dos psicópatas una luna de miel regular no sirve, por lo que viajan por el mundo en su Gira “Comiendo. ¡Ching*ndo! Matando” creando caos por donde quiera. Pero enamorarse, y amarse no es lo mismo, por lo que las diferencias de personalidad comienzan a complicar la relación diaria. Mientras Harley necesita estimulo constante, Pamela es feliz sentada en su laboratorio inventando nuevas fórmulas.
Con sus primeras dos temporadas, Harley fue el foco principal saliendo de la relación más toxica este lado de Chernobyl, con el Guasón, primero queriendo establecerse ella misma como villana por su propio mérito. Algo que logra en la segunda temporada, mientras los sentimientos entre ella y Pamela se volvían más difíciles de disimular, a pesar del compromiso de la segunda con el simplón Hombre Cometa.
En los nuevos diez episodios se comparten perspectivas, con uno especialmente siendo una fascinante e ingeniosa mirada al arquetipo de Bruce Wayne, tanto como persona como Batman. Otro episodio le dedica más tiempo al Guasón (voz en ingles de Alan Tudyk) como hombre de familia balanceando su demencia, llevando a una sorpresiva decisión que sirve de comentario sobre la polarización política en Estados Unidos, sin nunca sentirse regañón. También se distorsiona la dinámica de la bati-familia con el regreso de Dick Grayson, el primer Robin y ahora Nightwing (voz en ingles de Harvey Guillén).
Casi todos los miembros del equipo reciben nuevas situaciones con que lidiar; desde el afable King Shark (Ron Funches) recibiendo noticias de su antiguo reino, hasta Clayface (voz en ingles de Alan Tudyk) consiguiendo la oportunidad actoral que siempre soñó gracias a la nueva película de James Gunn (Voz en ingles de…James Gunn) sobre Thomas Wayne, el padre de Bruce, hecho que no tiene nada feliz al encapuchado de la noche.
Pero no se asusten, la carne de la temporada sigue siendo la relación entre Harley y Pamela, quien recibe más atención, pues finalmente decide regresar a sus raíces villanas, tanto figurativa como literalmente, diseñando un plan para destruir Ciudad Gótica devolviéndosela a la naturaleza.
Lo mejor de Harley Quinn es que se puede disfrutar como la absurda, burda comedia que es, repleta de referencias a comics, películas, videojuegos, otras series animadas y propiedades, sin distraerse por los comentarios sociales, pues son astutamente integrados en las tramas. Pero si gustas de profundizar en los temas, hay banquete de más para hacerlo. ¡INMENSAMENTE RECOMENDADA!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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