Crítica de Missing: Todos estamos siendo vigilados - QiiBO QiiBO

Crítica de Missing: Todos estamos siendo vigilados

Durante casi toda la película, mientras esperaba el próximo giro, seguía pensando cuan aterrorizante es que las mismas estrategias usadas para resolver el misterio, son usadas para perseguir a otros. Definitivamente me dejó con ganas de cambiar mis contraseñas.

Searching fue una de las agradables sorpresas del 2018, donde John Cho buscaba su hija perdida en la película del sub-genero “vida en pantalla” (screenlife), donde toda la acción es vista a través de dispositivos de cámara (computadoras, móviles, cámaras de seguridad, etc). Missing no es una secuela directa pero ocurre en el mismo mundo, con la gran diferencia que la protagonista es una joven de 18 años, con mucho mas conocimiento natural del mundo cibernético, por lo que la acción se mueve mucho más rápido –quizás demasiado en algunos momentos.

June (Storm Reid) está a punto de pasar un fin de semana sola, ya que su madre Grace (Nia Long) se va de vacaciones románticas con Kevin (Ken Leung), su actual novio, y primera pareja desde la muerte del padre de June, hecho que todavía mantiene tensión entre madre e hija. Cuando no aparecen de vuelta el próximo lunes, June comienza una frenética búsqueda usando todas las herramientas digitales a su alcance, adicional a la ayuda de Park (Daniel Henney) un agente del FBI en la embajada de Colombia, Heather (Amy Landecker), la amiga abogada de Grace, Veena (Megan Suri), mejor amiga de June, y Javi (Joaquin de Almeida), un simpático trabajador colombiano.

Mientras Searching se mantuvo relativamente cerrado dentro de pocas localidades, Missing expande a dos continentes, y diversos modos de exponer la historia, incluyendo pietaje noticiario entre otras sorpresas, en un entretenido, efectivo thriller que toma un rato en arrancar, pero cuando lo hace no suelta el acelerador hasta el final, con el excelente trabajo de Reid cargando el filme, demostrando su rango para drama, humor y emoción.

Por otro lado, debo advertirles que Missing es una de esas películas que requiere desconectar la lógica, porque algunos giros exigen demasiada credibilidad. No hay un coche saltando de un edifico a otro, pero si hay momentos en que “¡qué clase de embuste!” se le sale a uno de la boca, especialmente durante el tercer acto. También hay algo de comentario sobre la naturaleza mutante de la opinión pública en redes sociales, y como las desgracias ajenas son explotadas sin vergüenza, pero el guion no dio para mucha profundidad.

Si eso no es problema para ti, probablemente disfrutarás de Missing tanto como yo, aguantando el aliento en unas cuantas escenas.

Comments are closed here.