Brasil 2014: La sexta jornada del mundial fue la de los porteros.
En el Brasil – Mexico (0-0), Ochoa tuvo una actuación excepcional salvando los muebles para su equipo en varias ocasiones, e interviniendo con especial acierto ante dos remates de cabeza de Neymar y Thiago Silva. Brasil tuvo sus ocasiones pero fue incapaz de materializarlas ante la gran actuación del meta mexicano, que podemos tratarla casi de milagrosa, de no ser porque tuvo otra similar este año en el partido Ajaccio – PSG. Para los equipos que buscan portero, Ochoa está sin equipo y sin contrato.
El partido fue un constante tira y afloja, en el que los brasileños, con una falta de calidad alarmante en el medio del campo – ni siquiera Illarramendi podría solucionar tal desaguisado -, se entregaron a Neymar y Oscar, que no estuvieron tan acertados como en la primera jornada. Esta vez el árbitro solo les ayudo – que no fue poco – perdonando la expulsión a Thiago Silva por una entrada a Chicharito más propia del estilo de Pepe que del brasileño. El piscinazo de Marcelo fue demasiado evidente para pitar penalty. El lateral debió pensar por un momento que estaba en el Bernabéu y probó suerte.
En el Rusia – Corea del Sur, el portero fue también protagonista, pero a lo Casillas. Durante el primer tiempo dio varios avisos de que no era su día, y nada más comenzar el segundo Akinfeev se tragó uno de los goles más tontos del campeonato tras un tiro lejano. Rusia, es un equipo de calidad empequeñecido por el sistema de su técnico, que busca más prepararse para el mundial 2018 del que es anfitriona, que hacer un buen papel en este. Con un poco más de trabajo y haciendo crecer a los jugadores mentalmente, puede llegar a la próxima edición con un buen equipo. En cuanto a los coreanos, malísimos. Nada a destacar, excepto el aviso a navegantes de que una selección parecida a esta fue semifinalista hace 8 años eliminando a Italia y España. Coincidencias.
En el tercer partido de la jornada, una de las selecciones con más calidad joven del campeonato —la belga— venció con más problemas de los debidos a una impotente Angola, que se adelantó de penalti en el primer tiempo por medio del valencianista Feighouli, uno de los pocos jugadores reconocibles en su once titular. Courtuois y Alderweireld parecían todavía noqueados por el atraco de la final de la Champions League, Lukaku estuvo desaparecido, quizá pensando en su futuro todavía sin resolver, y Vertonghen fallón. El banquillo tuvo que solucionar la papeleta: Fellaini y Mertens, los dos mejores del encuentro, anotaron los goles que le dan a Bélgica la primera victoria del mundial y dejan a los africanos un poquito más cerca de la eliminación.
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