Brasil 2014 – Jornada 8 – La Inglaterra de siempre
Aburrida jornada la número 8 del mundial de Brasil, salvo por Colombia, que está poniendo casi todo el fútbol que se está viendo en el campeonato. Los cafeteros acabaron ayer fácilmente con Costa de Marfil al ritmo de Cuadrado, un jugador que ha multiplicado su precio en solo dos partidos. Zubizarreta es único. El colombiano domina la banda derecha como lo hacía Alves, más arriba que abajo. Boka todavía está persiguiéndolo. Junto a James Rodríguez, autor del segundo gol y de un magistral partido, fueron las estrellas de la selección colombiana, que no está echando de menos a Falcao en absoluto. Victoria por 2-1 y de cabeza a la siguiente fase.
En el partido a priori más interesante del día, Inglaterra volvió a dar otra lección de como perder, perder y perder. Esta vez ante una combativa Uruguay, que es solo Luis Suarez, que ya fue la estrella hace cuatro años sacando un balón con la mano que dio el pase a su selección ante Ghana, en una de las actuaciones más memorables de un delantero en la historia del fútbol que recuerdo: sacrificio por el equipo e inteligencia. El delantero del Liverpool, anotó los dos goles del partido, e hizo inútil el primer gol de Rooney en el una copa del mundo. La celebración del segundo gol del uruguayo, que se retiró lesionado, un pelín fuera de tono para ser solamente el segundo partido del mundial, nunca destacó por su cabeza fría. En el lado opuesto Gerrard, que completa una temporada para olvidar tras ser directamente responsable en la derrota del Liverpool en la premier, y en el segundo gol de ayer de su compañero de equipo. Inglaterra está prácticamente fuera, y Uruguay se jugará el pase en la última jornada frente a Italia. No se lo pondrá fácil.
El último partido del día enfrentó a una combativa Grecia, a una selección nipona de nuevo falta de físico, que fue incapaz de batir a los helenos pese a que estos jugaron con 10 durante casi 40 minutos. Más ocasiones de los asiáticos, que no sirven de nada cuando no tienes un delantero centro capaz de meterla dentro. Al final un 0-0 que deja el grupo abierto y con los cuatro equipos todavía con opciones de pasar a la siguiente ronda a falta de una jornada.
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