Por fin vuelve la liga después del martirio bimestral de partidos internacionales, en los que hemos tenido que soportar eventos de la magnitud de un Irlanda-Gibraltar. Infumable que la UEFA nos tenga una semana sin Liga para ver a Cristiano Ronaldo celebrar como un loco, un gol en propia meta del defensa de Dinamarca en el minuto 96, como si hubiera ganado una repesca, y por consiguiente, un balón de oro.
En fin, tratemos de olvidar cuanto antes la enésima cantada de “el Santo”, para centrarnos en lo verdaderamente importante: los 10 días que quedan para el Clásico, donde los dos mejores jugadores del mundo intentarán llevarse los tres puntos en juego en Chamartín. Es una lástima que ambos – Messi y Neymar – jueguen en el mismo equipo. Serán titulares, siempre y cuando las autoridades competentes no los citen para declarar sobre sus asuntos judiciales a la misma hora del partido, o no los expulsen a ambos en el partido de este fin de semana ante el Eibar. Cosas más raras se han visto en el Califato de Florentino.
Será un día de novedades: el estreno del “gordo” Luis Suárez con la camiseta azulgrana en partido oficial y el, ya confirmado por la RFEF, debut de Gil Manzano en un clásico en el 12 titular de los de casa. Su spray mágico será de gran utilidad para perfilar el punto de penalty del área visitante después de usarlo y el cabello de CR7 y James Rodríguez tras bailar el Ras Tas Tas.
En cuanto al fútbol no habrá muchas sorpresas, el Barcelona jugará con posesión defensiva, con un centro del campo que competirá en potencia con los patadones de Pepe y Ramos para salir al contragolpe. Esperemos que tanto ellos como Cristiano Ronaldo se limiten esta vez a usar las piernas para golpear.
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