Hay buenos capítulos, hay tremendos capítulos y hay excelentes capítulos como “Walk of Punishment”, que estuvo bien montado de principio a fin; acción, emoción, comedia y hasta un poco de “bad-ass-eria” (palabra que me acabo de inventar gracias a Daenerys). Esta semana, Bran y Sansa cogieron un respiro pero Tyrion consiguió nuevo trabajo, Jaime deja ver su lado humano y Khalessi saca su “Vito Corleone” a pasear.
Comenzamos en Riverrun, que ahora aparece en el mapa de los créditos, la tierra de Catelyn Stark, en el funeral de su padre, Hoster Tully. La serie aprovecha para presentarnos dos personajes que no habían salido: Edmure Tully, hermano de Catelyn, nuevo Lord de Riverrun y Brynden Tully, conocido por todos como el “Blackfish”. El funeral consiste en poner el cuerpo de Lord Hoster en un bote, dejarlo ir por el río y luego tirarle una flecha en fuego. Edmure trata y falla tres veces —ya vemos de donde sacó Bran su mala puntería— hasta que el Blackfish se harta y lo hace el mismo, casi sin mirar (¡Badasseria! Ayúdenme a ponerlo de moda). Esta fue una forma astuta de la serie de presentarnos estos dos personajes y dejarnos saber inmediatamente, que la relación entre ellos no es la mejor.
Más tarde Robb regaña a Edmure por haber sacado a Gregor “La Montaña” Clegane de Harrenhal ya que eso afectó planes que tenía para el futuro. El joven Rey en el Norte ha ganado todas sus batallas pero está perdiendo la guerra y ahora la cosa se poner peor ya que los Tyrell se han unido a los Lannisters. Edmure estaba muy orgulloso de su victoria y por haber capturado dos Lannisters: Martyn y William…de 14 y 15 años respectivamente. Robb le deja saber claramente que fue un error, debió ser paciente.
En King’s Landing, Tywin Lannister monta su primera reunión del consejo real en una mesa donde se acomodan todos a la izquierda. Excepto que cuando llega Cersei, esta demuestra que no solo es la reina de Westeros, también es la reina de ser pasivo-agresiva cuando hala su silla para sentarse a la derecha de su padre. Por supuesto, Tyrion no se queda a atrás y hala la suya para que quede al otro lado de la mesa, frente a su padre.
Tywin anuncia que Petyr irá al valle de Arryn, para convencer a Lysa Arryn (¿La recuerdan? La dama medio loca que por poco manda a volar a Tyrion) de que se casen y así unir su ejército a su causa. Eso significa que se necesita un nuevo “maestro de monedas” y el puesto cae en nada menos que en Tyrion. Esto no le hace mucha gracia ya que nunca ha sido muy bueno como contable, pero de todos modos acepta…no es como que tenga opción.
Luego, Tyrion recibe los documentos necesarios de Petyr para su nueva posición. Pero además, decide premiar a su escudero, Podrick, por haberlo salvado, con tres prostitutas, una de ellas experto en el “nudo Meereensese”, lo cual es un chiste para los que leen los libros y las entrevistas al autor, que describió un problema en su quinto libro de esa forma. Más tarde, el escudero regresa con todo el oro que le dejaron ya que, aparentemente, lo hizo también que ninguna le quiso cobrar. El momento cómico de la semana (o mejor dicho, de la temporada, no es como que en esta serie haya muchos momentos graciosos), fue ver a Tyrion y a Bronn queriendo escuchar los detalles de como el chico perdió su virginidad tan bien, que le salió de gratis.
El momento tierno de la semana fue con Arya, que ahora es, digamos, “invitada” de la hermandad sin banderas de Thoros of Mirth. Están en la misma posada donde, en la primera temporada, Sandor “El Hound” Clegane mató a su amigo Micah. Arya aprovecha para preguntarle al Hound cuando ve que lo están llevando amarrado a uno de los vagones, pero este ni se inmuta. Hot Pie le informa que se queda; la dueña de la posada descubrió que sabe hacer buen pan así que prefiere quedarse y de una vez Thoros lo usa como pago por las comidas gratis. Hot Pie le entrega un pan que hizo en forma de Lobos y le explica que de todos modos él no tiene valor como “invitado” por no ser un “Stark de WinterHELL”. “WinterFELL” dice Arya, “¿Estás segura?” pregunta el chico. “Sí” dice Arya con esa sonrisa que nos ha conquistado a todos.
Más allá de la Muralla, Jon Snow y Mance Rayder llegan al “Puño de los Primeros Hombres”, donde estaban estacionados los Night’s Watch. Lo único que queda son los cadáveres de caballos ya que los centinelas muertos deben estar ahora caminando en el ejército de los White Walkers. “siempre tan artísticos” dice Mance, ya que los caballos están puestos en forma de espiral, como si fueran una galaxia. La hora de la guerra llegó, Mance le ordena a Tormund que escale la Muralla y ataque el Castillo Black desde el otro lado cuando el de la señal.
Por su parte, los Night’s Watch que quedan llegan a la casa de Craster, el wildling que regala sus hijos varones a los White Walkers. De mala gana, acepta dejarlos entrar y darles de comer. Tan simpático como siempre, Craster empieza a burlarse de ellos, especialmente Sam, de quien dice deberían usarlo de comida, ya que él es un festín andante. Todo esto mientras algunos de los Night’s Watch lo miran bastante molestos y uno en especial se ve con malas intenciones. Debemos recordar que, después de todo, este grupo está compuesto de criminales en su mayoría .
De afuera se escuchan los gritos de una mujer pariendo y Craster le envía un mensaje de consuelo: “Que muerda un pañuelo o va a morder mi puño” (que padre/esposo tan amoroso). Sam se cansa del abuso y va a ver quién es la nueva madre. Resulta ser “Gilly” la chica que le pidió ayuda en la temporada pasada que llora todavía más cuando descubre que dio a luz un hijo/hermano varón.
Esta semana la acción cae en la historia de Theon, que es liberado por un chico cuyo nombre aún no han dicho. Este le dice a Theon que cabalgue hacia el este donde lo espera su hermana Yara. Por mala suerte, más tarde lo alcanzan sus torturadores en el bosque y deciden darle una lección a la bien mala. Justo cuando lo tienen en el piso, con los pantalones abajo, su casi violador es traspasado el mismo…por una flecha. El mismo muchacho que lo liberó, lo salva a flechazo limpio.
Stannis despide a su sacerdotisa roja, Melisandre, que se está yendo pero no le dice a donde ni para qué, pues es algo de su dios rojo y tiene que esperar alguna señal. Stannis, que aún se ve bien mal, le pide que haga otro, eeehm, “hijo” para matar a Robb Stark y Joffrey Baratheon. Melisandre le dice que no puede ya que él está en malas condiciones pero hay otra forma; una que usaría sangre real que no tiene que ser la de él. Eso como que no le gusta a Stannis y no suena a que vaya a terminar bien. “te sentaras en el trono de hierro, pero tiene que haber sacrificios; el señor del fuego lo demanda” le asegura Melisandre.
De vuelta en Astapor, la ciudad de los esclavistas de los “Unsullied”, Daenerys consulta con Jorah y Barristan (¿Ya somos “nosotros” Barristan?) sobre comprar los esclavos soldados. El episodio de hoy se llama “Camino del castigo” por el área donde los esclavos que cometen algún crimen son casi crucificados hasta morir. Barristan está en contra de tener esclavos por soldados, pero Jorah le explica que la ventaja es, que debido a su salvaje y cruel entrenamiento, los Unsullied solo matarán a quien ella diga; no mujeres, viejos ni niños ni tampoco violaran como siempre sucede cuando hay guerras: “hay una bestia en cada hombre, Khalessi, que se despierta cuando le ponen una espada en las manos. Pero los Unsullied no son hombres”. Barristan le dice que su hermano Rhaegar peleó con hombros de honor incluyéndolo. Jorah da en el clavo cuando contesta: Rhaegar luchó valientemente, Rhaegar noblemente y Rhaegar murió. “Y él no era el último dragón” dice Dany.
“Todos” le dice Dany a la traductora del esclavista Kraznys. La madre de Dragones quiere los 8,000 mil Unsullied disponibles y también los que aún están en entrenamiento. En su idioma de Valyria, los esclavistas se burlan e insultan a Dany y después de hacer cuenta del oro y la nave que tiene, concluyen que solo tiene para 100. “Tengo tres dragones, les doy uno por todo el ejército” ¡¿Qué?! Los esclavitas aceptan si ella les deja el más grande. Dany dice que sí y que también le den a la traductora, Missandei. Por supuesto, tanto Barristan como Jorah tratan de convencerla que no haga tal cosa, las guerras se ganan con dragones, no ejércitos, tal como probó “Aegon, el conquistador” cuando unió los reinos 300 años antes. Dany hace el trato y cuando salen, les dice que aprecia su consejo pero que nunca más vuelvan a cuestionarla en frente de extraños o terminarán aconsejando a otro (Vito Corleone style!). Dany le pregunta a Missandei si una vez que los Unsullied sean de ella la obedecerán sin cuestión, lo cual le asegura la chica que sí. Dany le ofrece su libertad pero ella no tiene a donde ir. “Aquí podrías pasar hambre y hasta podrías morir”, “Valar Morghullis” contesta la joven. “Si, todos los hombres deben morir. Pero nosotras no somos hombres “(¡Badasseria!”) contesta Dany dejando saber a ella – y nosotros – que entiende muy bien el idioma que estaban hablando.
Jaime y Brienne ahora son prisioneros del grupo de soldados de Roose Bolton, abanderado de Robb. —En parte me frustra que hayan cortado a los “Bloody Mummers” el grupo que realmente los capturó en el libro pero supongo que es porque hay poco tiempo para explicarlos—. Jaime le había advertido a Brienne, en su simpática manera, que cuando acamparan, la iban a violar y así mismo parecía. Jaime y Brienne están encadenados cada uno en un árbol y vienen a buscar a Brienne mientras hacen planes con ella.
De la nada y sorpresivamente, Jaime le dice al líder del grupo que ella es Brienne de Tarth, la cual llaman la “isla de los zafiros” porque de ahí salen todos los zafiros de Westeros y su padre pagaría el peso de Brienne en estos si no la lastiman ni su honor (¡Jaime tiene sentimientos!). El tipo decide no lastimarla en espera de una valiosa recompensa e invita a Jaime a cenar con ellos. Mientras le quitan las cadenas y caminan hacia la mesa, Jaime le asegura que su padre le pagara mucho oro si lo lleva a King’s Landing en vez de a Harrenhal. El tipo sorprende a Jaime cuando lo tira en la mesa, los otros lo agarran. El tipo saca un gigante cuchillo y ¡zaps! Le corta la mano derecha al Kingslayer. Y ahora, ¿con que mano matará reyes?
Walk of Punishment fue un buenísimo episodio que, por primera vez, hasta terminó con música de rock en los créditos, la canción de los libros “la bella joven y el oso”. Hay tantas cosas pasando a la vez que con solo 10 episodios, la historia esta temporada se siente lenta. Lo malo es que para que se mueva más rápido, habría que haber episodios donde veamos solo una o dos y ¿Cuál escoger? No envidio la labor de los productores. De todos modos, excelente episodio y por lo que vi en el avance, el de la próxima semana será todavía mejor. ¿Qué les pareció a ustedes “Walk of Punishment” QiiBOnautas?
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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