El género de horror nunca deja de tener ofertas en el cine, el ser humano en general tiene un interés morboso de buscar adrenalina a través del miedo. No creo que The Possession le quite los sueños a nadie ni haga ninguna marca en la cultura popular como lo han hecho “Megan” o “Freddy”, pero me pareció lo suficientemente entretenida para justificar una hora y media de cine.
“Clyde” (Jeffrey Dean Morgan) es un tipo divorciado cuya vida rueda alrededor de pasar tiempo con sus hijas y su trabajo como entrenador del equipo de baloncesto de escuela superior. Esto último es lo que se lleva la mayor parte de su atención y, como buen cliché, parece haber matado su matrimonio con “Stepahie” (Kyra Sedgwick). Al igual que muchos padres en su situación, “Clyde” trata de sobre-compensar su ausencia complaciendo casi todos los caprichos de sus hijas “Emily” y “Hanna”. El mas reciente fue comprar varias cosas en una venta de jardín, incluyendo una extraña caja para “Emily” que parece no tener por donde abrirla. Luego de que “Emily” encuentra como hacerlo, empieza a experimentar tenebrosos cambios físicos y emocionales que afectan a todos a su alrededor. Cuando “Clay” y “Stephanie” descubren la verdadera razón de ser de la misteriosa caja, necesitarán toda la información y ayuda posible, incluyendo al buen rabino “Tzadok” (Matisyahu) quien estará dispuesto hasta arriesgar su vida por salvar la de esta familia.
La primera impresión que me dio The Possession es la de ser un claro tributo a clásicos como The Exorcist y Poltergeist, el problema es que en algún momento olvidaron que también tenían que ser original o por lo menos traer algo nuevo y en eso falla desastrosamente. Dirigida por Ole Bornedal, The Possession es una colección de clichés continuos en pantalla. Tampoco hay nada fuera de lo ordinario en el trabajo actoral; si gustas o no del talento de Jeffrey Dean Morgan y Kyra Sedgwick, no creo que aquí veas nada que te haga cambiar de opinión, sea cual sea. Esto es un ejemplo de cuando lo mejor lo presentan en lo trailers. Habiendo dicho lo anterior, admito que disfruté del desarrollo pausado de la trama, especialmente la primera mitad de la película, ya que cuando comienza lo que se supone sea el punto fuerte del filme, el exorcismo, las fallas de la narrativa se hacen más evidente y lamentablemente. Casi se convierte en una comedia. Cuando The Possession logra funcionar, aun con absolutamente nada que no haya visto antes, Bornedal trata que la presentacion sea de la mejor forma posible: música, sonido, luces, sombras, todo acomodado para provocar la mayor tensión posible en el espectador, y, aunque no tuve ningún momento de miedo genuino, si logró alterarme par de ocasiones. Debo mencionar que la vi con mi esposa, a quien le encantan las películas de misterio -son las únicas que acepta ver inmediatamente en los cines- y ella estuvo los últimos 20 minutos, asustada y cubriéndose con su abrigo.
En mi humilde opinión, la mejor película de misterio de los últimos años es Insidious, si no la has visto, alquílala, cómprala o añádela a tu lista de Netflix tan pronto puedas. En un segundo lugar bien de lejos, está The Possession, pero más que darle crédito al filme, demuestra lo pobre de la oferta en este género. Aun con sus defectos, no me arrepentí de verla en el cine, fue una hora y media entretenida por lo cual le doy un “proceda con cuidado” y “baja tus expectativas” a la hora de decidir si compras la taquilla o esperas a que salga en tu video club favorito.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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