La batalla de titanes Apple vs Samsung en el Tribunal Federal comenzó la semana pasada. La misma es por una razón simple: Apple quiere probar que Samsung “robó” las ideas y diseños del iPhone y las utilizó en la serie Galaxy [incluyendo los Galaxy S, S II, Ace, y alrededor de 22 equipos más]. Como resolución, Apple pide que Samsung pague una cantidad exorbitante de dinero por “daños y perdidas” ya que estos equipos de Sammy “roban las ventas del iPhone”. Samsung, a su respuesta, dice que ellos no se copiaron del iPhone y que irónicamente Apple se “copió” los diseños de la competencia como por ejemplo Sony.
[box]¡Patentes, patentes, patentes![/box]
Esta batalla legal es una bastante inusual para Apple ya que en vez de pedir la remoción de un equipo o artículo electrónico del mercado [como lo ha hecho con el HTC One X, EVO 4G LTE, el Samsung Galaxy Nexus, entre otros en la ITC] lo que Cupertino pide es que se pague unos $2.525 mil millones de dólares porque Sammy se robó los diseños de Apple que han sido patentizados. Esto, al principio, puede lucir como si fuese una batalla por una figura geométrica pero cuando miras las patentes que Apple trae a la mesa se nota que es mucho más que eso.
Las patentes de diseño en cuestión son las siguientes:
- US D618,677: Una patente meramente llamada “Equipo Electrónico”, el cual menciona y patentiza el uso de la pantalla del iPhone y/o de cualquier equipo electrónico en el mercado, además de las bocinas en la parte de abajo del dispositivo. La lista de citaciones es bastante extensa, con LG Electronics y Samsung Electronics dentro de estas.
- US D593,087: También llamada “Equipo Electrónico”, pero dentro de este se asigna el uso del botón de Home, la ubicación del auricular y de dicho botón, además de los bordes del frente del iPhone.
- US D604305: Llamado “Interfaz gráfica de usuario de una pantalla o porción del mismo”, el cual señala cómo se presenta el interfaz de usuario para iOS, con su dock y sus iconos.
- US D504889: Otra vez llamado “Equipo Electrónico” [el cual no me sorprende], pero este es muy importante – ésta patente es la que le da vida a la iPad y su forma de lucir y ser, incluyendo su estilo, perfil, diseño exterior, y utiliza la patente anterior para su interfaz de usuario.
Aunque estas patentes sean simples, vagas en contenido, y en algunos puntos se puede considerar estúpidos, no son todo poderosas y menos permanentes. De hecho, estas cuatro patentes solamente poseen 14 años de vigencia desde el día que se presenta en la Oficina de Patentes. Además de esto, el gran problema de patentes de diseño es que después de su fecha de efectividad es bien difícil renovarlo por varias razones. Predominantemente, el problema central sería que el producto en cuestión luciría “antiquado” después de esos 14 años. Pero hay diseños [llamados “Trade Dress”, o “Imagen Comercial”] que sí se pueden renovar con facilidad, y de hecho tienen el mismo valor de una marca registrada. El ejemplo clásico de esto lo es Coca-Cola: el logo es una marca registrada, y la forma de la botella es una imagen comercial. Lo mismo aplica con el iPhone y la iPad: la manzana es la marca registrada, y sus formas [tal y como se presenta en la patente US 3,470,983 y US D504889] son la imagen comercial para los productos. En esta índole, Apple tiene las de ganar ya que no es meramente un rectángulo; es un diseño completo. Con el uso de esta imagen comercial, además de las acusaciones de un plan “Samsung Beat Apple” como señala un documento de evidencia, Cupertino va a tratar de poner a Samsung como “un copión” al frente del jurado todo el tiempo.
Hay más de 25 equipos de Samsung en cuestión, incluyendo casi toda la línea Galaxy y Galaxy Tab.
Pero Samsung no se queda del todo callado. La Coreana también tiene un par de patentes de las suyas, además de evidencia que señala que los diseños de Apple no son del todo originales [como el caso del prototipo “Jony”]. Además a esto, Samsung tiene una plétora de emails e información confidencial de Apple los cuales establecen que la alta jerarquía de la Manzana tuvieron planes para ver la competencia y meramente “mejorar” lo que ofrecen. El talón de Aquiles de Samsung lo fue “jugar sucio” en el foro internacional el año pasado con el escándalo de su litigación contra Cupertino utilizando patentes bajo términos razonables, justos, y no discriminatorios [patentes FRAND, por sus siglas en inglés], y sin duda Apple va tratar de utilizar esa “burrada” de Sammy si los abogados de la Coreana tratan de decir que algo es “injusto” dentro de la corte. Lo que puede salvar a la Coreana de esta afrenta es un simple hecho: la licencia para los radios del iPhone y iPad no fueron de Samsung, si no de Intel. Si Apple trata de decir que “Samsung quiere cobrar doble” por estas licencias, la compra de licencias por Intel puede defender a Sammy.
[box]Empieza la batalla, y Sammy enoja a juez Koh[/box]
Los primeros días fue muy poco en contenido, pero bastante controversial. Apple empieza su postura con la estrategia previamente establecida: Cupertino señala que Samsung es un copión y que tuvo estrategias para “robar” la cara del iPhone y del iPad, por ende robando clientela. Dentro de esta movida inicial Apple mencionó la existencia del Samsung F700, un teléfono de Samsung el cual la compañía trató de introducir al pleito pero la juez Lucy Koh denegó en más de diez ocasiones. En esa décima ocasión el abogado principal de Samsung le preguntó a la juez “Si no permites evidencia al caso, ¿cuál es el punto de traer esto a juicio?”, pero la juez Koh refutó las palabras de los abogados diciendo: “No me hagas sancionarte. Por favor.” Como un nene chiquito cuando no se le da lo que quiere, Samsung hizo un acto de rebeldía: filtró la evidencia que la juez denegó hacia diferentes medios de comunicación. Esto no le agradó a la juez, la cual lucía furiosa y de hecho llamó al señor John Quinn [el abogado principal de Samsung] a una conversación a solas para preguntarle si él tuvo conocimiento del acto y/o si dio el permiso para hacerlo.
El señor Quinn hizo un comunicado de prensa, en el cual establece que el sí fue el que autorizó que se filtrase información “solamente hacia aquellas entidades que estuvieron pidiendo información sobre el caso existente”. Ya que la evidencia no iba a ser ponderada por el jurado, Quinn decidió revelar la evidencia excluída por la juez hacia un medio noticioso: All Things D. La página web de All Things D tiene la presentación que Samsung iba a utilizar, respecto al prototipo Jony y además el F700.
De esta movida, Cupertino no fue tímido para pedir a la juez una sanción hacia Samsung. Pero la sanción que quiso Apple es una muy controversial y descarada: Cupertino quiere que, como castigo a Samsung por filtrar evidencia, la juez diga que Apple tiene la razón, que Samsung tenga que pagar la millonaria cantidad a Apple, y que se termine el caso. En las palabras de los abogados de la Manzana:
Apple solicita respetuosamente la sanción judicial de Samsung mediante el otorgamiento de sentencia a favor de Apple.
Esto en cualquier situación, y máxime en los primeros días de juicio, es una movida prepotente e irrespetuosa. A todo esto, Koh no aplicó sanciones extremas al asunto.
Negaciones, la bofetada de Koh, y testimonios
Jueves y viernes fueron dos días mucho más elaborados y extensos, con la participación de testigos esenciales al caso. Al principio, tanto Apple como Samsung todavía estaban con sus niñerías. De parte de Samsung, la Coreana quiso utilizar partes de la película 2001: A Space Odyssey y del programa de televisión inglesa Tomorrow People como “evidencia de artes previos” al iPad y el iPhone. Esto fue negado por Lucy Koh, utilizando las palabras de su compañero juez magistral Paul Grewal: “Uno no puede utilizar evidencia que la otra parte no ha podido ver y por ende no puede responder a ello”. Esto también aplica a la petición de Samsung de utilizar el prototipo de una tablet hecha en el 1994 por Roger Fidler, la Compaq FC1000, el uso de “la luz azul” de Android 2.3 en vez del “bounce back effect”, y el prototipo Sony [el famoso “Jony”]. Ninguno de estos estará presente para el jurado y los testigos ver e interrogar sobre estos.
Mientras la juez denegaba las peticiones de Samsung, los abogados de Apple exigieron una contestación referente a su petición del martes. Koh, en ese momento, mencionó lo que podemos llamar “la bofetada del año” hacia ambas partes [traducción no literal]:
Se le ha excluído evidencia a Samsung por situaciones hechas de su propia índole. Pero acuerdese [refiriendose a Apple] que a ustedes también se le ha excluído evidencia en ocasiones previas.
En otras palabras, juez Koh tiró la raya. El espíritu “guapetón” que presentaron los abogados de Apple pararon en seco desde que la juez puso esa advertencia. Otra advertencia fue impuesta por juez Koh: De alguno hacer objeciones o reconsideraciones, se le va a adjudicar dentro de las 25 horas que ambas partes tienen para presentar testigos y evidencia. Eso es un golpe bajo para Apple y Samsung, dado a que ahora todo tiempo es limitado, pero Lucy Koh tenía que darse a respetar y es una acción la cual aplaudo. Con esto, no hay duda que la posición de Koh en el caso es una imparcial.
Luego fue tiempo para testigos. Apple invitó a Christopher Stringer, Phil Schiller, y Scott Forstall [los tres fueron parte esencial para la creación del iPhone y iPad en Cupertino] para dar su testimonio al respecto, y el bufete de la Coreana también tuvo su oportunidad para preguntar ciertas cosas. Hubo muchas cosas interesantes en esta fase del pleito. Primero, se nota que Apple quiere empujar una frase hacia las mentes del jurado: “ripped off” [“están estafando” a los consumidores]. Los tres testigos amarrados a Cupertino dijeron la misma frase, y me hizo pensar que ellos creían que estaban en un keynote de WWDC en vez de un podio de testigo en plena corte. Los abogados de la Manzana creían que con esas versiones el caso ya estaba “plancha’o”, pero los abogados de Samsung parecen ser muy buenos ya que a cada testigo se cuestionó con emails en las manos. Estos emails son muy importantes, controversiales, e inclusive uno de ellos es de lo más curioso: el email de Eddie Cue el cual dice que Steve Jobs fue “receptivo” hacia un iPad de 7 pulgadas. Irónico, porque Steve Jobs fue el que dijo públicamente que “una tableta de 7 pulgadas no es una tableta”.
En el caso de Forstall, este acogió la quinta enmienda al cuestionarse unos emails los cuales establecen que Eddie Cue [Vice-Presidente, Apple] estaba viendo productos de Samsung, específicamente la Samsung Galaxy Tab 7.0, y unos emails de Steve Jobs en el cual mencionaba que querían hacer un iPhone utilizando un click wheel estilo iPod clásico. Sobre este último, el cual data del 2005, Steve Jobs menciona un teléfono Samsung [el SGH-E910 “fashion phone”] el cual dice que “esto puede ser nuestra respuesta” refiriendose a modelos de un iPod con un teclado de números. También en el email, el difunto fundador de Apple dice que “ellos [Samsung] ‘metieron la pata’ ” al no colocar los botones en una forma correcta [como los números en un reloj, según Jobs]. De hecho para el 2007, en el keynote de Steve Jobs cuando anunció el primer iPhone, Jobs establece que “[el iPhone] es un sueño del trabajo realizado por más de dos años” y también impuso la imagen “a son de broma” de un iPod con un teclado de rueda estilo retro [la cual verán a continuación]. Estas dos cosas hacen una gran referencia al SGH-E910: fue un teléfono diseñado para el mismo año del E910 [2005], y tuvo el teclado de números inusual.
Esto, aunque sea lo más inusual e irrelevante, sí da indicio de que Apple estaba viendo diseños y funciones de Samsung y quizás de otras compañías más. Este es el punto principal de la defensa de Samsung: poner a Apple como una empresa que dice que algo es “nuevo” a cosas que ya existen. Y parece que le salió efectivo, ya que Forstall no pudo negar que empleados de Apple han visto productos de la competencia pero tampoco incriminó a Cupertino:
Por lo menos yo [Forstall] no he implorado el diseño de otros. Mis proyectos son únicos… y mi equipo de trabajo tuve que escogerlos adentro de la misma compañía [Apple] porque el proyecto era muy secreto.
En el caso de Schiller este fue más referente al iPad que al iPhone, diciendo que el iPad “podía dañar nuestra imagen” de la compañía Apple ya que el mercado de las tablets era uno muerto. Con este testimonio, Schiller sí da indicio de que la idea detrás del iPad era basado en tablets como la Compaq TC1000 [la misma que introdujo Bill Gates al mercado, y rotundo fracaso debo añadir]. Sin embargo las ideas del sistema operativo para el iPad eran bien distintas a las del mercado PC, y con esta bolita los abogados de Cupertino pudieron salvar su planteamiento inicial. Fue en este testimonio que el jurado pudo ver la metodología de Samsung “Beat Apple” y la Coreana lució mal en esa ocación. Para rematar el testimonio, Schiller menciona que él es el que organiza grupos de prueba y los grupos que interrogan a personas al azar para ver sus comentarios sobre equipos. Schiller encontró que muchas personas no podían distinguir entre un iPhone y equipo Samsung. Para completar en esos momentos un abogado de Samsung confundió el iPhone con un producto de Sammy, un acto sumamente bochornoso y que abogados de la Manzana utilizaron para reafirmar su punto principal. Con Phil Schiller en el podio, Samsung lució muy mal ante el jurado.
¿Qué podemos esperar esta semana?
La semana pasada, ambas compañías han sido vagas en su forma de atacar el caso. Apple quiere lidiar el pleito mercadeando su producto y imponiendo una imagen mala hacia Samsung. La Coreana, por otra parte, tiene como principal objetivo decir que Apple no es del todo un genio y que sus productos son basados en equipos previos al iPhone. Estos fines tienen algo lógica, pero ambas partes creen que esta batalla es otra vez de patentes fatulas. El pleito no es sobre como luce los prototipos; se centra en que Samsung copió una imagen corporativa [las del iPhone y iPad] para lucro de ellos mismos, y por esto “están estafando” a consumidores. Ese es el gran punto en esta batalla, y Samsung está en las de perder con la batería de patentes y marcas registradas que Cupertino ha presentado. Pero para pedir la cantidad exorbitante de $2.525 mil millones de dólares por “pérdidas”, uno tiene que presentar evidencia de dicha pérdida y ese es el contra ataque que Samsung no ha hecho. Apple publicó el 24 del pasado mes de julio que sus ingresos fueron de $35 mil millones, con ganancias netas fueron de $8.8 mil millones del cual gran parte de esta cifra se le adjudica al iPhone y iPad. Si las ganancias son así de altas significa que Apple no ha sido víctima de la supuesta “pérdida” que dicen, el cual puede hacer que la juez reconsidere el total de dinero que pide Cupertino hacia una cifra más baja [lo cual es la misma historia que pasó con Oracle vs Google, donde el juez rebajó la cifra que sobrepasaba los mil millones hacia $500 millones]. Si Samsung menciona esta cifra, su derrota en corte puede que no sea tan grave como luce ahora.
Entusiasta de Android, estudiante universitario, y twittero compulsivo.
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