Luego de una decepcionante quinta temporada, los creadores de Cobra Kai vieron la patada en la pared, entendieron que el chicle ya no daba para mucho más, por lo que decidieron terminar con una explosiva sexta temporada, intentando readquirir la magia que hizo sus primeras dos temporadas. Aunque los primeros cinco episodios no llegan a esos niveles, supera por mucho las ultimas dos temporadas, gracias a su esfuerzo recordando lo que hizo especial desde el principio.
Aunque Cobra Kai volvió a no tomarse tan en serio, persisten algunas de las deficiencias que venia arrastrando, especialmente su empeño en enfocarse en personajes que sencillamente no son tan interesante como sus protagonistas originales, Johnny Lawrence (William Zabka) y Daniel LaRusso (Ralph Macchio).
Por otro lado, Cobra Kai nos vuelve a dar de lo que nos gusta; acción marcial, y Johnny siendo un imprudente, tanto con sus actos como sus extraños estilos de enseñanza. La química entre Zabka y LaRusso continua intacta, continuando chocando personalidades, a pesar de ahora estar en el mismo equipo, preparando sus estudiantes para el torneo Sekai Taikai, donde se coronarán los campeones mundiales de karate.
Pero no son los únicos; gracias a las sucias tretas de Terry Silver, el dojo de Cobra Kai también cualificó y John Kreese (Martin Kove) no piensa superar sus perdidas a pesar de ser un fugitivo perseguido por asesinato (crimen que, dicho sea de paso, no cometió). Eso no le impide viajar el mundo, regresando a su dojo de estudiante, donde reclutará nuevos alumnos para su equipo, decidido a demostrar la superioridad de su violento estilo.
Otras tramas secundarias incluyen las ansiedades de los chicos en su futuro luego de la escuela superior, algunos hacia la universidad, otros sin mucho prospecto, mientras que Daniel descubre un secreto literalmente escondido del señor Miyagi, capaz de sacudir drásticamente todo lo que pensaba que sabia sobre su sabio mentor.
Al final del día, Cobra Kai consiguió entretenerme todos los episodios, mucho mas y mejor que la aburrida quinta temporada. Para ser justo, esto es un concepto que aguantaba dos, quizás tres temporadas y bastante lograron hacer.
Entre chiste y chiste, la primera temporada nos dio la historia de un hombre intentando recuperar los momentos gloriosos de su vida, solamente para terminar entendiendo que las malas decisiones que fue tomando fueron resultado de precisamente el trauma y la mala educación que tuvo, y vio la oportunidad de aprender de sus errores a través de una nueva generación. Atrás quedó todo eso, pero al menos el humor y la acción continúan y no es lo peor que pudo haber pasado.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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