Aunque considero la mal llamada maldición de películas basadas en videojuegos algo exagerada, admito que el record no es el mejor, especialmente en sus primeros intentos, como la desastrosa Super Mario Bros. Irónicamente, los mejores filmes son aquellos inspirados en videojuegos como tal, en vez de un título en específico. Ejemplos perfectos son Wreck-It Ralph, Ready Player One, Edge of Tomorrow y ahora Free Guy, el nuevo estreno de 20th Century Studios, protagonizado por Ryan Reynolds y Jodie Comer.
Free Guy es una de las películas más divertidas que he visto este año; explosiva, repleta de acción y humor, y con una trama sorprendiendo con buena cantidad de corazón. Esta comedia de ciencia ficción también rinde cariñoso tributo a los videojuegos, simultáneamente satirizando las idiosincrasias de la cultura “gamer”. Es el mejor trabajo de Ryan Reynolds desde Deadpool, aprovechando su carisma al máximo desarrollando su personaje como héroe de acción al viejo estilo, sin cinismo ni sarcasmo pero tampoco nunca empalagar.
Reynolds interpreta un personaje no-jugable tan genérico que su nombre literalmente es “Guy” (Chico), dentro de un popular videojuego llamado “Ciudad Libre”, con un estilo combinando Grand Theft Auto, Fortnite y Call of Duty, entre otros. Pero Guy no sabe lo que es; su vida transcurre rutinariamente en levantarse, pedir el mismo café en la misma cafetería y trabajar en un banco asaltado todos los días. Para Guy el caos constante en las calles es tan normal como el tráfico diario de coches al que estamos acostumbrados. Su mundo se divide entre los “héroes”, esos personajes con gafas responsables de la destrucción constante, y los regulares como él. Todo eso cambia el día que conoce a Molotov Girl (Comer), una “héroe” que parece tener todos los atributos que busca en una compañera sentimental. En su camino hacia ella, encuentra unas gafas de los héroes que le abren la puerta a la verdadera naturaleza de su mundo.
En la vida real Molotov Girl es Millie, una programadora convencida que Ciudad Libre funciona tan bien porque usan un código inventado por ella y Keys (Joe Keery), su antiguo compañero de negocios que ahora trabaja para Antoine, inventor de Ciudad Libre, interpretado por Taika Waititi como típico villano –una de las pocas fallas del filme- decidido a lanzar la secuela de su juego sin importar consecuencias. Millie busca evidencia que Antoine usa su código sin pagar la licencia requerida, básicamente robando su trabajo. Cuando Guy intenta ayudarle, Millie lo rechaza pues Guy tiene bajo nivel, así que el chico decide lanzarse aumentar su nivel hasta ser lo suficientemente bueno para asistirla. Pero en vez de replicar el estilo de los otros jugadores, Guy sube su nivel haciendo cosas buenas, ganando rápidamente atención de jugadores y eventualmente del mismo Antoine.
El problema de adaptar videojuegos a películas es que la experiencia nunca es la misma pues no importa cuán fiel sea el filme, la audiencia siempre queda relegada a tercera persona. Free Guy resuelve eso con secuencias haciendo referencias a la locura surreal del mundo gamer, casi imposible de explicarle aquellos fuera de esta; desde gente usando sus personajes para compensar debilidades reales, hasta la demencia en estos mundos destrozando las leyes de la física con menos esfuerzo que destruir edificios y vehículos.
Adicional a incontables referencias a los videojuegos, el guion de Zak Penn y Matt Lieberman aprovecha que Free Guy sea parte del mundo Disney con varias participaciones sorpresas que deleitaran amantes de varias franquicias. La dirección de Shawn Levy es perfectamente adecuada manteniendo buen balance entre la acción y los momentos dramáticos, y Jodie Comer es tan ruda como encantadora en ambas versiones de su personaje. Free Guy es una película tan veraniega como se puede ser, con todas las fortalezas que eso da, y pocas debilidades. En resumen: es altamente entretenida de principio a fin, ¡Inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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