¿Cuán difícil era hacer una buena película sobre varios villanos de DC teniendo su propia misión? Porque viendo The Suicide Squad uno pensaría que esto debió haber ocurrido hace años. Claro, tenían que pasar varias cosas; la primera Suicide Squad, el DCEU derrumbándose, Warner Bros aceptando hacer películas de superhéroes clasificadas “R”, y James Gunn ser arbitrariamente despedido por Disney, para entonces llegar a este momento donde yo pueda decirles: ¡The Suicide Squad está brutal!
Y antes que vengan con eso: si, ya conozco que existen las películas animadas. Ustedes saben lo que quiero decir. Quiero aclarar que yo no odio Suicide Squad. De hecho, me parece bastante entretenida con todas sus fallas. Aunque ver The Suicide Squad las hace más evidente.
¿Es The Suicide Squad una secuela o un “reboot? Ambas. Cuando la vean entenderán. Y véanla en pantalla gigante donde mejor podrán apreciar el espectáculo filmado por Gunn, sin escatimar en lo alocado, ultraviolento y absurdo que puede ser un universo de superhumanos controlando ratas, lanzando botones polka, o simplemente ser un hibrido humano-tiburón. Oh, King Shark. ¡Se van a enamorar de King Shark!
Pero James Gunn le da espacio a cada miembro de su equipo resplandecer, pues uno de sus muchos talentos como guionista/director es enamorarnos de personajes nuevos acabados de conocer…aunque mejor no se encariñen con muchos. Será difícil porque Gunn aprovecha cada momento con ellos para desarrollarlos, tanto como se pueda en un filme sobre estrellas de mar extraterrestres invadiendo mentes mientras otros personajes vomitan botones fosforescentes.
The Suicide Squad es una forma de liberación. Para la audiencia, para el genero y sobre todo para la oportunidad de crear historias diferentes. Libre de tener que ser parte de un universo compartido, Gun suelta toda la demencia posible sin preocuparse porque este u otro personaje tenga que aparecer en algún otro lado. Libre de restricciones de contenido, The Suicide Squad aprovecha para mejor representar el extraño concepto de un grupo de super-villanos obligados a cumplir misiones para reducir sus respectivas sentencias.
Y si, también se que ya hemos tenido varias películas de superhéroes clasificadas “R”. Probablemente estén gritando “¡Deadpool!” ahora mismo. con alguno que otro intelectual suspirando “Blade II”, o quizás tan reciente como Birds of Prey. Ah, y Zack Snyder’s Justice League no cuenta y ustedes saben porque es así. Pero The Suicide Squad se siente distinta. Deadpool ocurre en su propio universo de Marvel, y Birds of Prey nunca consiguió deshacerse de su pasado (lo digo triste porque a mí me gustó). The Suicide Squad es la primera aventura de DC Comics sintiéndose genuinamente renovada trabajando en su propia vibra.
Cuando un golpe de estado amenaza con desestabilizar el gobierno de Corto Maltese debido a un nuevo régimen antipático para los Estados Unidos, Amanda Waller (Viola Davis) nuevamente activa su Escuadrón Especial X, mejor conocido como “Escuadrón Suicida”. Algunos miembros son distintos, otros igual a la película anterior, pero todos son desechables. Por supuesto que el plan se daña tan pronto pisan la isla, con los sobrevivientes obligados a continuar hasta el final, ya que Waller no duda detonar la pequeña bomba que cada uno tiene en su nuca.
Si tuviera algo negativo que decir sobre The Suicide Squad es que es otra película mas del genero inspirándose en filmes superiores, como The Wild Bunch, sin necesariamente crear su propia marca, pero al final del día esto es para divertirse por par de horas, Gunn lo sabe, nosotros lo sabemos, no hay que buscar demasiado.
Mi parte favorita son los personajes y sus actores; John Cena sorprende como Peacemaker, una cínica versión de Capitán América sin su moral pero con mejor sentido del humor, Idris Elba gozándose ser Bloodsport, y Mikaela Hoover siendo el compás emocional como Camila, también conocida como Ratcatcher II, mientras Margot Robbie finalmente encuentra el punto perfecto de Harley Quinn, aparte de tener la mejor escena hasta el momento. Hay otros mas, pero no quiero revelar sorpresas, y créanme que hay bastantes.
The Suicide Squad podría ser el punto de partida de ahora en adelante, no solamente de las películas de DC, sino del género. Si los que crecimos leyendo estos comics ya somos adultos, ¿no deberían serlo sus filmes también? Cualquiera que sea la respuesta, lo importante es que la pasé maravillosamente viendo The Suicide Squad, ¡Violentamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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Pero si Ratchatcher II fue interpretada por Daniela Melchior, Mikaela Hoover era Camila la asistente del general que apareció como en 2 o 3 escenas xddd