Casi seis años después del último episodio transmitido en Netflix, Star Wars: The Clone Wars regresa para su séptima y última temporada, unos meses después del estreno del fin de la saga Skywalker. Ahora exclusivamente en Disney+.
Valió la pena esperar.
The Clone Wars es una especie de puente entre la vieja y nueva escuela de Star Wars. El último proyecto producido por George Lucas, fue manejada por Dave Filoni, quien ahora es mejor conocido por su trabajo junto a Jon Favreau en The Mandalorian, hogar del inmensamente popular “Baby Yoda”.
El nuevo episodio, llamado “The Bad Batch”, continua unos meses donde se quedaron hace seis años. La historia ocurre entre “Ataque de los Clones” y “La Venganza de los Sith” aunque, ahora se siente mucho más cercana de la segunda que antes.
Nota: Algunos “spoilers” menores en esta reseña
La Republica está perdiendo la Guerra Clon. A pesar de la superioridad militar del Gran Ejercito Republicano, la maquinaria droide de los separatistas continúa ganando más batallas, por tanto mayor control de sistemas galácticos.
El Capitán Rex explica que es normal como los Droides adaptan rápidamente a estrategias usadas pero, la forma en que están dominando es casi como si pudieran anticipar nuevas movidas diseñadas por su inteligencia militar. Para investigar este misterio, proponen incursionar en una base enemiga de donde se transmiten comunicaciones al liderazgo Separatista.
Para ellos reclutan el apoyo de la Fuerza Clon 99, un grupo de clones experimentales con una reputación casi tan difícil como su actitud. Ellos mismos se hacen llamar “Los Descartados”.
Lo primero que hace The Bad Batch es recordarnos que The Clon Wars es un vistazo en el universo Star Wars más allá de la saga Skywalker y los Jedi, pues estos apenas tienen una pequeña aparición al principio; este episodio es de los clones.
Especialmente “los Descartados”, quienes demuestran porque son tan respetados, si acaso ignorados por el resto del ejército, al usar sus propias estrategias en el campo de batalla, mucho más agresivas que el resto de los clones. Aunque me dio gracia -casi al punto de distraerme- la obvia referencia a Rambo que usaron con uno de los nuevos clon.
Esperen mucho sonido de disparos y rifles laser.
La nueva temporada respeta el estilo que recordamos pero definitivamente se nota ese dulce dinerito Disney; animación más fluida, secuencias más cinemáticas, y más detalles en escena.
Al mismo tiempo, y sin revelar secretos, The Clon Wars continua siendo una emocional mirada a esos personajes que le tomamos tanto cariño durante las seis temporadas anteriores. Lucas usó el programa para historias más personales y The Bad Batch inmediatamente toca esa fibra.
Un solo episodio después de tanto tiempo esperando no es mucho pero, cumplió su cometido de regresarnos efectivamente a la Galaxia muy, muy lejana y dejarme con ganas de más.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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