El pasado lunes, 29 de febrero de 2016, se dirigió al país el gobernador Alejandro García Padía en su último mensaje de situación del país. Luego de anunciar que no correría para un nuevo término, formalmente, se despide del país. En un mensaje atravesado por algo de amargura y de desilusión por no poder ir a un segundo término nos habló el gobernador. Este esbozó sus logros e inconclusiones: “quedan meses de decisiones fundamentales” e insistió que vencerá la crisis. (Debemos recordar que solo quedan 8 meses, practicamente, para que culmine su gesta). Cuesta arriba, por demás.
[g1_google_ad publisher_id=”1690579023414672″ slot_id=”7575094356″ format=”rectangle”]
En varias ocasiones del discurso apalabra la frustración por negarle el paso a la reeleccción: “hubiese preferido ser quien amarre el barco al muelle, ya en puerto seguro”; “no niego que me hace falta el abrazo de la campaña…”; “traición, cálculo político”; “es duro ser quien se los diga, pero esa es la verdad que otros gobernadores no les dijeron”.
Hizo clara referencia a los legisladores y a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, que se fueron en contra de su reforma contributiva. Parece ser que las esperanzas del gobernador para correr por un segundo término descansaban principalmente en esta reforma que fue bloqueada por su propio partido. “Eso es malo para todo el mundo.” Incluso reclamó que se apruebe la misma. Hizo alusión a la cobardía, a la falta de conciencia, a la ventajería política En fin, se sintió a un gobernador sumamente dolido con el proceso/camino de gobernar. Y en este sentido, reconoció el trabajo de algunos de su equipo que, a su entender, no lo traicionaron: Victor Suárez, Grace Santana, Jesús Manuel Ortiz, Melba Acosta, Juan Zaragoza, Luis Cruz Batista, Jorge Colberg.
Reconoció a un pequeño grupo de sus jefes de agencia: César Miranda (DJ), Rafael Román (DE), José Caldero (PPR), Ingrid Rivera (PRTC). Agradeció (y todavía estoy buscando el tono de esto, debió ser sarcasmo) a Jaime Perelló (Pres. Cámara) y a Eduardo Bhatia (Pres. Senado) por las decisiones valientes (…).
Triste, que para un país sin herramientas propias, para enfrentar sus retos y crisis, llamara “adictos del estatus” a los que proponen que es apremiante e impostergable atender este asunto. Se sabe que el estatus no resolverá de un golpe y porrazo todos nuestros problemas, pero de los problemas que enfrentamos hoy urge salir del inmovilismo.
[g1_google_ad publisher_id=”1690579023414672″ slot_id=”7575094356″ format=”rectangle”]
Se fue en un viaje cuando, entre sus logros, dijo que se sacó la política de la toma de decisiones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Todos sabemos que el batatal que nos han impuesto como servidores públicos, como dice la canción, “es un monstruo grande y pisa fuerte”. Tan grande como la crisis, me atrevo a afirmar.
Hizo un recuento de logros, en diferentes sectores, en medio de lo que el mismo llamó tormenta. Lo que sí no se le puede negar a su periodo de gobernación es la apertura en el tema de derechos humanos. Que se pudo hacer más, ¡sí!, que se pudo ser vanguardista, ¡sí!, que pudimos ser líderes en lugar de seguidores en este aspecto, ¡sí!, pero que haya podido tener a César Miranda a su lado para que lo ayudara a ampliar su visión y a ver la necesidad de construir un país más equitativo, perdurará en los libros de historia como su legado.
Ya no trabaja de bibliotecaria, fue aprendiz de socióloga y piensa en voz alta en la sección de PUERTO RiiCO en QiiBO.com
Comments are closed here.