“Sepp Blatter no está contento” se limitó a decir Walter De Gregorio, vocal oficial de FIFA, después de que en las oficinas centrales de la organización gobernante del futbol mundial se enteraran de los arrestos a varios ejecutivos de la FIFA, llevándose a cabo en Miami, y de la redada llevada a cabo en Zúrich por parte de autoridades Suizas.
Poco antes de las 6am hora local en la Florida, agentes del Departamento de la Justicia arrestaron a 14 funcionarios de la FIFA, tras haberse emitido órdenes de arresto por 47 diferentes cargos de corrupción que se extendieron por más de 24 años. El resumen de los cargos culpabiliza a varias generaciones de funcionarios de la CONCACAF (Confederación Norte, Centroamericana y Caribeña del Futbol – por sus siglas en ingles) de lucrarse personalmente por medio de extorsiones y sobornos.
“Esta investigación debe enviar un claro mensaje de que ya es suficiente. Luego de décadas de descarada corrupción, es momento que el futbol internacional tenga un nuevo comienzo” – dijo el actual Fiscal Federal Kelly Currie acerca de la presente investigación.
“Las acusaciones alegan que la corrupción es rampante, sistémica, y profunda tanto en el extranjero como aquí en los Estados Unidos. Abarca más de dos generaciones de oficiales quienes han abusado de su posición de confianza y poder para adquirir millones de dólares en sobornos. Ha perjudicado profundamente a una multitud de víctimas de varios países especialmente esos países en desarrollo que deberían verse más beneficiados por los ingresos generados por los derechos comerciales que estas organizaciones tienen” – afirma la Fiscal General de EEUU, Loretta Lynch.
Pero esto no es solo un caso de Estados Unidos nuevamente actuando de Policía Mundial. El Departamento de Justicia tomó cartas en el asunto solo tras asegurarse que varios de estos actos delictivos tomaron lugar en territorio norteamericano, y que parte de ese dinero sucio se movió utilizando bancos con sede en Estados Unidos. Esto le otorga jurisdicción al Departamento de Justicia para intervenir en el caso. Según el acta RICO de 1970, se convierte en un crimen a nivel federal cualquier actividad de naturaleza sindical o corporativa que envuelva, en cualquier naturaleza actos de crimen organizado o “racketeering”. “Racketeering”, en castellano se define como crimen o chantaje organizado o sistematizado, y bajo las leyes del acta se definen como un tipo de extorción artificial donde el delincuente crea problemas que actualmente no existen para ellos mismos resolverlos a algún precio. Precisamente ante el caso de DOJ v FIFA, se traduce a varios de los cargos por soborno por parte de los federativos americanos para obtener derechos de imagen para torneos internacionales
Por otro lado, las autoridades Suizas allanaron el hotel Baur au Lac, en Zúrich, como parte de una investigación que está siendo llevada a cabo para investigar el proceso de votación para las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
Estas sedes fueron otorgadas en 2010 luego de unas votaciones muy sospechosas, donde se rumoraba que había influencia externa en los votos emitidos. Para apaciguar a sus detractores, Joseph Blatter creó un comité especial de investigación interna dirigido por el ex Fiscal Federal Michael J. García. Aunque Michael y el comité en su reporte de más de 400 páginas si encontraron algunas fechorías ‘menores’ en el proceso electoral, se concluyó que no fueron suficientes para ameritar cuestionar el proceso entero, ni mucho menos re-elegir las sedes. García se mostró frustrado por como el comité había manejado todo el proceso y pidió públicamente que su reporte fuera hecho público. Al FIFA, y más preciso Blatter, negarse, Michael dimitió a su cargo citando que la versión publicada de su reporte fue “una incompleta y falsa representación de los hechos y conclusiones”.
En un comunicado oficial, la FIFA aseguró “encontrarse satisfecho por ver que estas investigaciones estén siendo llevadas a cabo con tanto ímpetu por el bien del futbol, y piensan que esto ayudará a reforzar las medidas que ya la organización ha tomado”. Más ninguna declaración oficial se ha hecho pública hasta el momento.
Pero este no es el primer fiasco en el cual Blatter y la FIFA se han visto envueltos. Desde que Joao Havelange, el anterior presidente dirigía, la FIFA no solo ha crecido de manera exponencial, sino que se ha visto envuelta en numerosos casos de corrupción. La mayoría de estos desechados a la basura, porque la FIFA no solo controla las confederaciones individuales, sino a sus presidentes, colaboradores, y varios de los medios con capacidad para cubrir dichas noticias.
La sede en Zúrich le asegura a la entidad internacional una neutralidad política que en otros países no verían. Esto les ha permitido a sus oficiales negociar sus derechos de la manera que ellos gusten, con el gobierno haciéndose de la vista larga. Desde al menos 1990 los negocios con FIFA se han hecho a gusto y placer de quien la dirige. De ADIDAS, a Coca Cola, pasando por la guerra entre FujiFilm y Kodak a ver quién otorga más, la FIFA inescrupulosamente le ha otorgado el derecho de su nombre al mejor postor, sin importar que bagaje este tenga detrás. En 1994, justo cuando FIFA estaba comenzando a explotar su potencial mercadotécnico, Havelange, el entonces presidente dio un mensaje corto y contundente que aun 21 años más tarde resuena “nuestras cuentas, como entidad, son privadas y no hay que rendirlas a nadie, primero porque no es necesario, y segundo porque simplemente no quiero. […] si puedo afirmar que nuestro movimiento financiero alcanzará anualmente los 225 mil millones de dólares anuales”. Desde ese entonces las arcas de la organización han engordado de prácticamente nada a casi dos mil millones de dólares.
“Hombres como los actualmente procesados no hacen nada por amor al futbol, ya que el único rectángulo verde que ellos adoran es el dinero”
Los medios internacionales, al enterarse de la noticia, fueron rápidos a reportar, incluso con varios personajes importantes en el mundo del futbol alegrándose de los hechos, todos diciendo que ya era hora que una barrida como esta sucediera. Hombres como los actualmente procesados no hacen nada por amor al futbol, ya que el único rectángulo verde que ellos adoran es el dinero. No hace ni siquiera 48 horas, Diego Maradona había lanzado unas fuertes palabras en contra de FIFA, llamando a la organización un “corral de corrupción”, y a Blatter específicamente un “dictador de por vida”. La guerra FIFA-Maradona data desde el tiempo del Argentino en Napoles, con FIFA usándolo de chivo expiatorio para promover la figura de Pelé como el epítome de la grandeza del jugador de futbol. Sin embargo muchos medios han ido lentamente entendiendo el punto de vista ‘Maradoniano’ viendo, cada vez más que las palabras de ‘Peluza’ son cortantes pero certeras, y que esta vez la realidad es más cercana a lo que grita Diego, que a lo que susurra Blatter. Luis Figo decidió también retirar su candidatura presidencial citando que el proceso electoral no era uno democrático, y que estaba diseñado para entregarle el poder absoluto a un solo hombre.
Sin embargo, Dios y Blatter se mueven por senderos misteriosos y actualmente la figura del suizo está un escalón por encima de todo esto. Aunque ya poco a poco los cimientos de su poderío van rompiendo, Blatter sigue reacio a permanecer en el poder, a tal punto que ya ha dictaminado que las elecciones presidenciales del próximo Junio no se moverán, y que los votos para las sedes no se volverán a hacer. ¿Será esto el tan necesario cambio en una de las más grandes y poderosas organizaciones a nivel mundial? Difícilmente, pero sí puede ser el primer paso, de un arduo camino a una verdadera transparencia y democracia para la organización.
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