Cuando diriges dos películas que recaudan millones sobre su presupuesto y se convierten en exitosas franquicias, te vuelves interesante. Pero, cuando tomas una franquicia establecida y tu película se convierte en la más taquillera de todas, te conviertes en la conversación de la ciudad y eso es precisamente lo que esta pasando con James Wan, director de SAW, Insidious, The Conjuring y Furious 7, la cual acaba de convertirse en la película que más rápido llega al mil millón de dólares a nivel mundial sobrepasando a AVATAR.
Wan ya tiene varios proyectos en fila pero, según reportan varios medios, se encuentra en conversaciones preliminares para dirigir Robotech, la adaptación del clásico anime que finalmente está pisando y arrancando desde que tiene nueva casa productora, y Sony le asignó a Gianni Nunnari y Mark Canton como productores.
El director ya va dirigir The Conjuring 2: The Enfield Poltergeist a finales del 2015, Universal sin duda quiere que regrese para la anunciada Furious 8, y Warner también lo tiene en mira para Aquaman, asi que opciones no le faltan.
Robotech es sin duda uno de las clásicas series animadas más recordadas y queridas de los ochenta, y una de las primeras que introdujo el anime a la audiencia de Estados Unidos y Latinoamérica. Debo mencionar que la versión que se transmitió en este lado del mundo era adaptada, y editada de tres distintas series de Japón, lo que explica la forma generacional en que está dividida. Ha habido otras versiones, incluyendo una que continúa corriendo al día de hoy.
Esto es uno de esos casos donde el “hype” es bien merecido, Wan es un buen director que sabe darle importancia igual al trabajo de sus actores como a la acción en pantalla y al igual que Joss Whedon, sabe manejar filmes de grupos, todos atributos que una producción como Robotech necesita para ser una buena película.
¿Qué dicen ustedes?
via Collider
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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