En honor a Peter Jackson, esta reseña de The Hobbit: The Battle of the Five Armies tendrá tres finales falsos. Por lo menos hasta que encuentren alguna otra historia de Middle Earth que adaptar. Sé que existen otros libros de la mitología de Tolkien y he leído y escuchado que no son fáciles o posibles de adaptar pero, para un estudio con ganas de exprimirle más dinero a una propiedad, eso es solo un simpático reto. Y hablando de exprimir dinero, The Battle of the Five Armies es el resultado de adaptar un libro que apenas tiene 300 páginas en una trilogía de sobre 6 horas.
Empezando justo donde nos quedamos en The Desolation of Smaug, el avaro dragón (Benedict Cumberbatch) reparte fuego y destrucción en Ciudad-Llago, y mientras sus líderes huyen acobardados, el rebelde Bard (Luke Evans) busca salvar a los suyos. Si lo más que les gustó de la anterior fue ver a Smaug, malas noticias porque el dragón es terminado a los 10 minutos del filme. El verdadero dilema de la película es como “Thorin” (Richard Armitage) cae preso de la “enfermedad del dragon”, y es absorbido por una mezcla de rabia, avaricia y desprecio hacia los mismos humanos, elfos, y hasta sus propios compañeros de aventura que lo ayudaron.
Mientras tanto, a las afueras del Reino de Erebor, el Rey Elfo “Thranduil” (Lee Pace), y los humanos de Ciudad-Lago, exigen que “Throin” cumpla su palabra de entregar la parte justa que les corresponde del tesoro. Al mismo tiempo, los peligrosos Orcos liderados por “Azog” (Manu Bennett) se acercan a la montaña solitaria con miras a conquistarla y así adquirir una valiosa ventaja estratégica contra los reinos de Middle Earth y sus criaturas. Y aquí termina mi reseña.
Ya que nos dio la innecesaria extensión en tres filmes, Jackson al menos aprovechó para incluir elementos de otros libros y así tuvimos las mejores partes de The Battle of the Five Armies donde volvemos a ver a “Elrond” (Hugo Weaving), “Saruman” (Christopher Lee), y a una extremadamente “bad-ass” “Galadriel” (Cate Blanchett) demostrando su inmenso poder para salvar a “Gandalf” (Ian McKellen) del “Necromancer” (Benedict Cumberbatch), a quien confirman definitivamente como el regreso del malvado “Sauron”.
El resto de la película es un asalto a los sentidos: una vez que comienza la batalla de 45 minutos es escena tras escena de guerra, Orcos, humanos, Elfos y Enanos matándose. ¿Recuerdan lo emocionante que fue cuando Gandalf apareció al final de la batalla de Helm’s Deep en The Two Towers? ¿Qué tal en Return of the King cuando Aragorn llegó con el ejercito de fantasmas a salvar a Gondor? ¿O ese discurso tan para pelos de Aragorn justo antes de correr hacia el gigantesco ejercito al frente de Mordor? Pues no esperan nada de esas sensaciones en esta tercera entrega. Espero que les hay gustado esta reseña, hasta la próxima.
Entiendo perfectamente que no es justo comparar estas dos historias tan distintas pero, lo malo de hacer precuelas es que por más peligro que pongas a ciertos personajes –incluyendo el principal en este caso- sabes que no les va a pasar nada malo. Hubiera tenido más sentido exponer a los que son “nuevos” y que aquellos que no hemos leído el libro, no sepamos que les pasará. En su lugar, tenemos a Legolas haciendo sus malabares cada vez más exagerados. Gracias por leer mi reseña, cuídense.
Ah cierto, también está “Bilbo Baggins” (Martin Freeman), ya casi se me había olvidado tanto como a la película que le da su título. Freeman sigue igual de simpático y carismático como el pequeño héroe, lo que ayuda a expandir sus pocas escenas dentro del filme. The Battle of the FIve Armies es el nombre perfecto para este cierre de trilogía pues la batalla entre los ejércitos es el foco muy por encima del hobbit.
Con todo y lo que acabo de decir, siempre es un gusto regresar a Middle Earth, y disfrutar del fantástico mundo creado por Tolkien y traído a la pantalla grande cortesía de efectos especiales (menos prácticos que la original pero, pues) y buenas actuaciones. Aunque nada como la casi perfección de la saga original, The Hobbit: The Battle of the Five Armies ofrece un buen y entretenido cierre a esta trilogía, y esperemos que la historia completa sea respetada siendo mantenida fuera de remakes, reboots e innecesarias adaptaciones por al menos una o dos generaciones más.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
1 Comment
ElGeorgeRiveraR tiraste más spoilers que lo que tenía de emoción la película.