iPhone 6: Introducción
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Los usuarios están buscando teléfonos más grandes y de esto no hay la menor duda. Sin embargo, cuán grandes deben ser estos, es la pregunta a la que nadie parece tener una respuesta concreta. Apple, este año, lanzó dos nuevos modelos más grandes, quizás para establecer presencia en diferentes tamaños o simplemente porque tampoco tiene idea de cuán grande la gente quiere un teléfono. Sea como sea, los nuevos iPhone 6 están aquí, no solo más grandes, sino también más delgados, potentes y, según la manzana mordida, los iPhones más avanzados hasta la fecha.
Año tras año, Apple trata de vendernos sus nuevos iPhones como el modelo más importante y con mejor tecnología que han creado. Pero, ¿será el iPhone 6 un modelo a considerar verdaderamente o solo un teléfono víctima de un buen marketing y apoyado por una legión de fanáticos que abarrotan las tiendas cada año sin importar lo que traiga? ¿Hay cambios importantes más allá de ser solo un iPhone más grande? En este análisis hablaré del modelo más pequeño (4.7 pulgadas) y trataré de contestar estas interrogantes entre otras.
GPU: PowerVR GX6450
RAM: 1 GB
Memoria: 16GB, 64GB y 128GB[/info_list_item][info_list_item icon_type=”selector” list_icon=”Defaults-eye-open” list_title=”Pantalla”]4.7″ LCD IPS 1334×750 (326PPI)[/info_list_item][info_list_item icon_type=”selector” list_icon=”Defaults-camera-retro” list_title=”Cámaras”]Principal: iSight de 8MP con 1.5µm de tamaño de pixel, apertura de f/2.2 y True Tone Flash
Frontal: 1.4MPX y apertura de f/2.2[/info_list_item][info_list_item icon_type=”selector” list_icon=”Defaults-apple” list_title=”Sistema Operativo”]iOS 8[/info_list_item][/info_list]
Aún recuerdo el diseño del primer iPhone. Un estilo frío, con un minimalismo muy bien cuidado y su enorme pantalla (claro, para aquel tiempo). Luego vino el diseño del 3G/3GS, con un panel en la parte de atrás que nunca pareció encajar con mis gustos. Hasta que llegó el iPhone 4 con un estilo rompedor, menos minimalista que los pasados pero aún así perfecto a los ojos de muchos usuarios. Recuerdo haberle llamado el “Leica de los smartphones”. Los diseños posteriores fueron basados en sus líneas rectas, aunque para ser sincero, ninguno capturaba tanto las miradas como ese iPhone 4 en sus días. Ahora, como cualquier otro modelo no “S”, Apple ha cambiado una vez más el diseño, y lo hace de una forma más radical. Abandona las líneas rectas por un acabado más sutil, redondeado y un cuerpo en aluminio anodizado que casi pasa por porcelana de lo suave que es al tacto.
Para ser sincero, tuve la misma sensación con el iPhone 6 cuando lo vi en las primeras filtraciones que con el iPhone 4, en fotos no me gustaba. Sin embargo, el tenerlo en la mano la sensación fue completamente distinta. Su construcción y diseño lo hacen sentir al tacto diferente a cualquier otro teléfono en el mercado. A la vista se ve frágil por su perfil tan delgado y laterales rendondeados pero al sujetarlo te das cuenta que no lo es (salvo que quieras doblarlo. Sabes a lo que me refiero). De frente, su pantalla da la sensación de infinidad, se extiende hasta casi fundirse con su cuerpo frío y metálico.
Hablando de su pantalla, esta es lo más destacable en el iPhone 6 y su hermano mayor el 6 Plus. Sus nuevos tamaños antes eran impensables para los fanáticos más puristas de la manzana y hoy son una realidad. Y es que no hace falta ir lejos para darse cuenta que los usuarios estaban pidiendo pantallas más grandes. No todos, pero sí la gran mayoría.
Pero su diseño no ha estado libre de críticas, muchos han destacado lo mal que se ven las líneas anchas de la antena o que el lente de la cámara sobresale demasiado de su parte trasera. Incluso he visto vídeos y escuchado personas decir que esto hace cojo al teléfono cuando se coloca sobre una superficie plana. Es curioso que mencionen ese particular y no lo hagan con teléfonos que llevan su parte trasera curvada, la cual no solo los hace cojo, sino que puedes llegar hasta mecerlos si deseas. Desde luego, esto es justificado para una mejor ergonomía, pero hasta donde me han enseñado, un justificación no elimina un “error”.
En el caso de la grotesca cámara del iPhone 6 también hay una justificación, ya que no ha sido por puro capricho de Jony Ive y su equipo. Y es que la óptica de esta cámara principal lleva cinco lentes superpuestas de forma paralela y estos tienen que guardar cierta distancia entre ellos y el sensor para poder obtener fotos de buena calidad. Quizás su cuerpo pudo haber sido más ancho y evitar que sobresaliera, pero para ser sincero, hubiese preferido que fuese ancho para acomodar más batería que para tapar un simple capricho. Así, cada vez que mires el lente y sientas que no te gusta, piensa que al menos podrás tirar muy buenas fotos.
Lo que sí considero un error de diseño es el botón de mute que está justo encima de los botones de volumen. ¿Acaso nadie se ha puesto a pensar que el movimiento de este sería más cómodo al revés, de arriba hacia abajo, en lugar de hacia al frente y hacia atrás del teléfono? Claro, este ha sido así desde el principio, pero no deja ser incómodo el activar/desactivar el sonido al sol de hoy.
Como dije en mi reseña del Moto 360, el que un diseño guste o no dependerá de cada persona, lo que no recae en los gustos individuales es cuando algo está bien pensado, diseñado, fabricado y que el resultado final brinda una experiencia excepcional. Creo que en esto el iPhone 6 ha vuelto a cumplir.
Pantalla
Hay una palabra que creo estaré repitiendo constantemente durante este review, sensación. Desde ya me excuso si abuso de ella. Y es que una vez más tengo que traerla a colación cuando tuve en las manos por primera vez este teléfono. Quizás fue por lo grande o por su perfil tan delgado, pero el iPhone 6 se siente muy diferente a sus antecesores. A medida que iba jugando con él, conociéndolo y demás, supe que no solo era por lo ya mencionado, sino también por como este respondía, su fluidez y hasta el como sentía que casi pudiera tocar los iconos que parecen flotar en su pantalla.
El iPhone nunca ha sido el equipo más equipado en el mercado —con excepción del primero por razones obvias— y el iPhone 6 tampoco lo es. En este tamaño ya encontramos teléfonos con pantallas 1080p, mientras esta nueva versión del teléfono de la manzana mordida solo cuenta con una pantalla de 750p. ¿Son suficientes? Quizás sí, quizás no, todo dependerá de cada usuario y sus necesidades, pero al menos a mi me resultan muy acertado. Claro que una pantalla de mayor resolución hubiese sido estupenda, pero para ser justos, estos 750p no van nada mal.
Según los expertos en el tema de DisplayMate, el iPhone 6 Plus cuenta con la mejor pantalla LCD en el mercado, y su hermano menor no se queda atrás, siendo igual de impresionante, solo que este cuenta con un panel de menos pixeles. La calidad de imagen en esta pantalla es estupenda. Provee unos colores muy fieles, sin llegar a ser estridentes a la vista y, según la misma fuente, excede las especificaciones técnicas provistas por la propia Apple en cuanto a brillantez, gama de colores, contraste, etc.
Para quienes no tienen una vista tan detallista o las herramientas con las que cuentan los chicos de DisplayMate, el iPhone 6, aun sin tener una pantalla 1080p, muestra unas imágenes simplemente espectaculares, al punto de casi sentir que se pueden tocar. Los negros en esta nueva pantalla Retina HD son más negros que en el iPhone 5s y la calibración del blanco es destacable —aunque por gusto y calibración de Apple estos tienden a ser más azulados que amarillos— y la fidelidad al reproducir los colores es impresionante.
Desempeño y batería
Durante su presentación, Apple comentó que el nuevo procesador A8 es un 25% más rápido que su antecesor, el A7. Esto ha sido certificado posteriormente por los diferentes benchmarks que han salido a la luz. Sin embargo, los ingenieros en Cupertino han utilizado el mismo chip que encontramos en el iPhone 5s, solo que le han aumentado la velocidad a 100MHz gracias a instrucciones específicas y a la arquitectura Cyclone. Por otro lado, y contrario a lo que vemos en todos los teléfonos de gama alta en Android, la manzana mordida mantiene un chip de solo dos núcleos en lugar de los ya conocidos cuatro que vemos en los Snapdragon de Qualcomm y mantiene solo 1GB de memoria RAM vs los 2GB o hasta 3GB que vemos en la plataforma androide.
Aunque es un área más técnica, destaco esto porque el nuevo iPhone 6 es realmente rápido y sin necesidad de tener números demás en su hoja de especificaciones. La sensación de fluidez de su interfaz es realmente notable y es increíble que aún en la novena versión desde su salida, aún mantenga unas características de potencia tan bajas en comparación con las que vemos hoy en Android. Desde luego, Apple ha demostrado que la optimización es lo más importante y una vez más aquí queda demostrado.
Cabe señalar que el nuevo procesador A8 está fabricado en un proceso de 20 nanómetros y mantiene su velocidad máxima en todo momento. Adicional, al ser de 20 nanómetros (más eficiente en menor tamaño) resulta en un mejor consumo de energía, algo que muchos agradecerán al final del día. No obstante, el iPhone 6 solo cuenta con una batería de 1810mAh, la cual se queda corta con las que encontramos en otros equipos de gama alta. Aquellos que como yo tienden a estar todo el día conectados, haciendo streaming de música, uno que otro juego, consumiendo muchas páginas de Internet y redes sociales, notarán que, aunque la autonomía mejoró considerablemente con respecto al iPhone 5s, aunque no lo suficiente como en otros teléfonos. Ahora bien, no puedo negar que noto una mejoría al levantarme a las 3:30 am y todavía a las 4pm no me ha lanzado en pantalla el aviso del 20% de carga. Eso con el pasados 5s era imposible.
Según he escuchado, la batería no es problema con el iPhone 6 Plus, el cual por su tamaño incorpora una batería mucho más grande, sin embargo, cabe preguntarse aquí si vale la pena sacrificar batería por un tamaño más delgado. Yo, definitivamente, preferiría una batería mayor aunque esto implique un diseño un poco más ancho.
Apple siempre ha puesto énfasis en la óptica que pone en sus teléfonos, y en el iPhone 6 no ha faltado más. Al igual que ocurre con otros apartados de su hardware como lo son la pantalla o el procesador, en Cupertino se han mantenido por debajo de la norma. En su cámara principal encontramos los mismos 8 megapíxeles que vemos en el iPhone 5s, sin embargo, la óptica y el software que han incluido en este nuevo teléfono brinda una calidad de imagen mejor todavía. Lo he repetido una y otra vez, y no me canso de hacerlo, los megapíxeles no son el punto importante para que una foto quede bien o no. No digo que no son necesarios, pero influyen más en el tamaño y peso de las imágenes y por consiguiente en que la memoria interna se llene rápidamente, que en una buena calidad.
Como decía, en papel, las especificaciones de la cámara principal entre el iPhone 5s y los nuevos, son básicamente las mismas. Aunque si nos ponemos más técnicos, hay ciertos cambios que influyen al momento de tomar ese momento.
Focus Pixel es una de estas tecnologías que ayuda a que el sensor recoja más información en la imagen y pueda hacer tomar fotos más rápidas, precisa y mejores. El enfoque es tan rápido que se aprecia a simple vista en el “preview” que vemos en pantalla. El iPhone siempre ha sido la mejor cámara tipo “point-and-shoot” que hay en cualquier teléfono. Y ahora lo es más aún. También han mejorado el iSight con Face Detection, una tecnología que se explica por si sola y se reduce a una mejor detección de rostros en la imagen.
En el apartado de software de la cámara stock, es bueno ver que han incluido algunos controles manuales como el de controla la exposición y poder lograr una foto más nítida. Adicional, encontramos los ya tradicionales modos de Panorama, fotos cuadradas para compartir en las redes sociales y a los que se suma nuevos modos de grabación de vídeo en slow motion que ahora permite grabar hasta 240fps para crear impresionantes vídeos y capacidad de grabar 1080p a 60fps.
En definitiva, los pequeños cambios en hardware que lleva la nueva cámara iSight más los controles que Apple ha añadido en el software de esta en iOS 8, brindarán resultados nunca antes alcanzados con otro iPhone.
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iOS 8 es, sin el menor ápice de duda, uno de los puntos destacables e importantes en los nuevos iPhone 6. Los cambios que este trae son más sutiles que los que vimos en el radical aspecto y experiencia de iOS 7, pero a la larga redundarán en beneficio para el usuario final.
El año pasado, iOS pasó por toda una revolución al abandonar ese skeumorfismo excesivo a un diseño más limpio, colorido y simple a la vista. No obstante, el nuevo sistema operativo móvil de los iDevices supone otra revolución en la mentalidad de los chicos de Cupertino. Este, por primera vez desde su introducción, ha sido abierto a los desarrolladores, permitiendo así el que las apps se comuniquen entre ellas (siempre y cuando el desarrollador así lo disponga) o hasta en los nuevos teclados de terceros que ya han comenzado a llegar al App Store. Con esto, iOS 8 se hace un sistema más completo, dinámico, moderno y productivo que antes. Quizás no al nivel de Android, pero sin lugar a duda, mucho más a la par.
En general, iOS 8 me parece un sistema muy bien trabajado y que se pone a la par con las exigencias del mercado. Algo que los usuarios de iOS llevaban pidiendo tanto como el tener pantallas más grandes. Sin embargo, es una lástima ver que este no ha llegado 100% terminado. Funciones como Apple Pay o HomeKit están ahí en espera de ser utilizados, y no mencionemos la varios bugs que podemos encontrar a lo largo y ancho del OS. Uno en particular que me encuentro constantemente es en Safari, el cual a veces no termina de desplegar correctamente las imágenes y vídeos o los diversos bugs que han estado afectando a los keyboards de terceros.
Muchos de estos bugs no impiden el disfrute de iOS 8, sin embargo, no podemos negar que afectan la buena experiencia que en general brinda.
Extensiones
Parte de las nuevas incorporaciones de iOS 8 que hacen de este un sistema mucho más productivo son las extensiones. Con iOS 7 se creó un menú de compartir, el cual era el primer indicio del nuevo menú que vemos en la nueva versión de iOS. Sin embargo, no es hasta ahora que podemos usar este de una forma mucho más completa, sin necesidad de recurrir a una aplicación en concreto para realizar una tarea en particular.
Un ejemplo claro y que resulta obvio a primera vista lo es el poder compartir, digamos fotos, desde cualquier aplicación a nuestras redes sociales o subirlas a un servicio en particular como Evernote, por mencionar uno. Lo mismo pasa con la aplicación de Fotos en el nuevo iOS, la cual nos permitirá integrar funciones de edición de otros programas como por ejemplo, Litely, que ha sido una de las primeras apps de edición de fotografía que ha hecho uso de esta herramienta.
Aquellos usuarios más hardcore o powerusers, por identificarlos de algún modo, que antes escogían Android por estas funciones de productividad, podrán mirar ahora a iOS 8 con buenos ojos. Vuelvo, quizás, no al mismo nivel que en la plataforma móvil de Google, pero sí que tendrán funciones que antes hacían de este sistema uno menos productivo.
Otras funciones que no pueden faltar en este análisis de iOS 8 lo son:
Teclados: El usuario podrá añadir nuevas formas de ingresar texto en iOS con teclados de terceros como: Swiftkey, Minuum yAdaptxt, entre muchos otros que siguen llegando a la plataforma.
Continuity: Esta función función permite a los usuarios de OS X Yosemite y iOS 8 continuar lo que estaban haciendo en un equipo en el otro. Así, si te encontrabas navegando el Internet en Safari en tu Mac cuando de repente tienes que salir, podrás seguir donde te quedaste desde tu iPhone. También si estás editando algún documento en Pages, Numbers o Keynote, podrás continuar desde tu teléfono o viceversa. Las llamadas también funcionan con Continuity ya que cuando recibes una en tu iPhone, podrás ver quien llama en la pantalla de tu Mac y hasta contestar la misma. Realmente muy útil y una de las funciones que más he utilizado.
Reachability: Para Apple, el poder manejar el teléfono con una sola mano es importante. Para esto han creado Reachability, una función que con solo hacer dos toque ligeros en el botón de Touch ID (sin apretar), la pantalla se correrá hacia abajo para poder alcanzar la parte de arriba de esta en los nuevos iPhones 6 o activar el centro de notificaciones. Una función que se agradece, aunque para ser sincero, luce algo raro todo ese espacio en negro que se forma cuando baja la imagen en pantalla.
Health / HealthKit: Apple está desarrollando toda una plataforma para el bienestar de la salud y el acondicionamiento físico y la nueva aplicación de Health es el centro de esta. Desde aquí los usuarios podrán monitorear: calorías, pasos, distancia recorrida, sueño, masa corporal, nutrición y hasta medicamentos y análisis de laboratorios. Y es que HealthKit es una plataforma que los chicos de Cupertino han desarrollado y que han puesto a disposición de terceros como profesionales de la salud, médicos, hospitales y fabricantes para no solo quedarse en la medición de datos, sino también para que el usuario realice una acción en base a estos.
HomeKit: Otra de las nuevas plataformas que incluye iOS 8 y que poco a poco va tomando forma. A grosso modo, Tim Cook y compañía quieren que el iPhone y iOS sean la llave para un hogar más conectado, pudiendo controlar luces, termostatos, enseres y demás desde el propio teléfono. Desde luego, esta función no he podido utilizarla aún pero se espera que poco a poco vaya tomando más relevancia en nuestro día a día.
Apple Pay: Luego de nadar por varios años en contra de la corriente, finalmente el iPhone 6 y 6 Plus incluyen la tecnología NFC, la cual funcionará en conjunto con el Touch ID y la aplicación de Passport para poder realizar pagos con nuestro teléfono de la manzana en lugares que integren la función como Walgreens. Al igual que HomeKit, esta aún no está disponible pero se espera que llegue con iOS 8.1 y, según comentan, estaría llegando en este mes de octubre.
El teléfono más completo,
hoy por hoy, en el mercado. Punto.
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Como usuario de iPhone desde la primera generación, la sensación que tengo con el nuevo iPhone 6 es realmente destacable, es uno que personalmente recodaré por mucho tiempo, así como lo fue con el primero y el iPhone 4. No iré sin rodeos, es el mejor teléfono que Apple ha hecho hasta el sol de hoy. Es rápido, fluido, su diseño es tan simple como exquisito y iOS 8 brinda una experiencia como hasta ahora no se había sentido con ningún otro iPhone.
La grandiosidad de estos nuevos iPhones se queda solo ahí, una sensación excelente por el simple hecho de estar muy bien hechos. Y es que en esta ocasión estos no serán recordados por alguna tecnología innovadora como Retina Display, Touch ID o Siri, lo cual entiendo que para muchos es algo que esperan de Apple. El iPhone 6 Plus, quizás, sea el modelo más destacable de los dos por su increíble pantalla, pero realmente me hubiese gustado no solo ver un iPhone más grande (con todo lo bueno y malo que esto implica), sino que hubieran desarrollado iOS 8 con estos nuevos tamaños en mente y le hubieran sacado más partido. Gestos y funciones exclusivas como las vemos en otros modelos como la línea Galaxy Note, entre otros que aprovechen las nuevas dimensiones se echan de menos. Aquí es donde realmente Apple tiene que mejorar todavía.
Quitando este particular del medio, del iPhone 6 solo puedo decir que es uno de los mejores teléfonos en el mercado hoy por hoy, sino es el mejor. El balance que brinda entre potencia, elegancia, sencillez, iOS 8 y su enorme ecosistema de buenas apps y accesorios es difícilmente alcanzable por otros (salvo la versión Plus de este) y esto es algo a tener en cuenta siempre.
En esta ocasión Apple ha sabido escuchar a los usuarios y el iPhone 6 cumple estas peticiones con creces. Desde luego, hay mucho espacio para mejorar (te estoy mirando a ti, iOS 8) pero al ver todo lo expuesto aquí, creo que puedo decir tranquilamente que me gusta el camino que llevan.
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Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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