Resumen Game of Thrones: The First of his Name (S04E05)

Lo más difícil de escribir una reseña o resumen suele ser empezarlo o terminarlo y estas es una de esas ocasiones; The First of his Name tuvo varios momentos dignos de discutir y el primero es el título. Se refiere obviamente al nuevo rey Tommen Baratheon pero, bien se pudo llamar como la serie: “juego de tronos”. Esta semana se nos recordó muy bien quiénes son los jugadores y quiénes están ganando.

Como todos los anteriores, este resumen contiene spoilers.

| Sigue los resúmenes de la cuarta temporada de Game of Thrones, aquí.

GAME OF THRONES: THE FIRST OF HIS NAME

Voy a empezar con el “previamente en Game of Thrones”, pues este episodio nos trajo momentos hasta del primer capítulo, especialmente la razón por la cual todo comenzó: la muerte de Jon Arryn, el mentor de Ned Stark. Siempre nos hicieron pensar que Cersei y Jaime habían tenido algo que ver. Ahora, la misma esposa Lysa Arryn, hermana de Catelyn Stark, envió una carta acusándolos. También nos recordaron la habilidad de Bran de entrar y controlar la mente de Hodor, y que la princesa Myrcella está en Dorne como “invitada”.

Tommen es coronado oficialmente como rey de Westeros pero, la realidad es que su poder es mucho menos de lo que quisieran. Cersei se interpone entre las miradas de Margaery y su hijo y va a conversar con su nuera/madrastra/futura cuñada. Cersei nos sorprende con una actitud mucho menos agresiva que antes; finalmente ha entendido que su hijo necesita a los Tyrell para fortalecer su reinado y hasta sugiere la idea de que Marge se case con Tommen. Si supiera que la chica ya es parte de los sueños mojados del nene.

La reina regente intenta, de nuevo, ser una de las principales jugadoras del juego de tronos, al conversar con su padre sobre la posibilidad de ese casamiento, mientras le mete cizaña contra Tyrion usando el nombre y futuro de la familia. Resulta que el poderoso Tywin también tiene a quien temer: el banco de hierro de Braavos y los millones que la corona les debe. Sea en Westeros, Puerto Rico o en la China, los acreedores son iguales, “no podemos escapar, no podemos evitarlos, ni engañarlos”. I know that feeling.

El próximo paso en su “manipulación, cizaña y lamboneria tour” es Oberyn Martell, de quien nos enteramos, tiene 8 hijas (las Sand Snakes, FTW!) y mantiene a la princesa Myrcella disfrutando de piscina y sol. “¿de qué sirve el poder si no podemos proteger a los que amamos?” pregunta Cersei, “los podemos vengar” contesta Oberyn. Cersei le pide que le haga llegar a Myrcella un regalo de cumpleaños y el mensaje de que la ama mucho. El truco es bueno pero, evidente: al tratar de pasar como una madre abnegada y mencionar la separación de su hija y la pérdida del otro, busca ganar la simpatía de quien no tiene ninguna para los Lannister.

De una jugadora, pasamos a la otra: Daenerys consulta con sus consejeros el hecho de que Joffrey está muerto y la posibilidad de invadir Westeros con el ejército que tiene ahora y las 90 naves que Daario le consiguió. El mercenario lo hizo sin su permiso y sin ningún remordimiento por ello, el coqueteo entre estos dos continua. La otra parte es que las ciudades que liberó ya volvieron a ser conquistadas por esclavistas. Resulta que llegar a una ciudad, destruirla y largarse, no garantiza que todo salga bien. Quién diría.

Aquí es cuando Daenerys demuestra que está en buen camino al trono de hierro. La Targaryen sabe que conquistar un reino y gobernar un reino no es lo mismo, por lo que decide quedarse en Meereen para aprender a ser una buena reina. ¿Recuerdan el discurso de Tywin la semana de que lo más que necesita un buen rey es sabiduría?

Sansa y Petyr llegan al Eyrie en el valle de Arryn. Ya habíamos estado aquí antes, en la primera temporada con Tyrion y el juicio donde consiguió a su amigo mercenario Bronn. Esta vez nos mostraron la famosa “compuerta sangrienta” para entrar a la fortaleza, demostrando que el presupuesto para efectos especiales y sets es mucho mayor que en la primera temporada.

Lysa y su hijo Robyn continúan siendo tan perturbantemente cercanos como los recordamos, aunque esta vez, afortunadamente, no lo vimos arreguindao de su teta. Lysa recibe a su sobrina con los brazos abiertos y le recuerda que en frente de todo el mundo debe decir que es Alayne, la sobrina de Petyr, a quien Lysa recibe con otra cosa abierta porque le exige casarse ese mismo día.

Y aquí llega una gran revelación: fue ella quien envenenó a su esposo Jon Arryn y luego envió la carta a Catelyn acusando a los Lannisters, todo bajo manipulación de Petyr. Esto quiere decir, que los eventos que pusieron la historia en movimiento son directa o indirectamente su responsabilidad, —recuerden, fue él quien llevó a Ned Stark a cómo enterarse del bastardo de Robert, el que le dijo a Catelyn que la daga usada en el intento de asesinato de Bran era de Tyrion, lo que la llevó a arrestarlo y llevarlo a un juicio al Eyrie y donde por poco lo mandan a volar por la “puerta lunar”. También del dichoso roto en el piso de la fortaleza que utilizan como una forma “elegante” de ejecutar prisioneros. Y no nos olvidemos que traicionó a Ned y que la corona está prácticamente quebrada gracias a su tiempo como el contable real.

Bien dijo Varys una vez que Petyr Baelish era el hombre más peligroso de Westeros; si esto realmente es un juego de tronos, Petyr está ganando, y con mucha ventaja.

Aunque Lysa aparenta ser una amorosa esposa y tía, no nos deja olvidar que también está completamente loca. Ya tenía un septo listo para casarla, en cuya cara dice orgullosamente que esa noche gritará mucho, lo cual cumple, sonando como oveja en el matadero, traumando a la pobre Sansa. Parece que Petyr aprendió par de trucos en sus puteros, que le ayudaron a bregar con la “puerta lunar” de Lysa. Dormir con Tyrion no era tan malo, ¿ah Sansa?

Lysa es esa tía que uno quisiera que no llegara a las reuniones familiares, porque siempre insiste en viajar con sus siete gatos, dos cotorras y el cadáver disecado de su fiel perro, Teodoro.

La pobre Sansa Alayne no pega una, mientras come unos deliciosos dulces al otro día, conversa con su tía, quien sospecha de las razones por las cuales Petry la trajo. Lysa le aprieta las manos y la acusa de estar embarazada de su ahora esposo, lo cual Sansa niega, explicando que es virgen. Justo cuando parecía que la iba a dejar manca, se levanta y la aprieta contra su pecho, ¿se sacara una teta? Uff!, no, no llegamos a eso. Aunque sí le deja saber que, cuando ejecuten a Tyrion por matar al rey,  se casará con su hijo Robyn. Wait, what?

Por su parte, Brienne no está muy feliz con tener a Podrick con ella, especialmente cuando el chico no sabe hacer mucho de lo que se supone haga un escudero, como: correr a caballo, cocinar conejos o cualquier otra cosa que no sea servir vino, limpiar, o poner y quitar armaduras. A Brienne le gusta cada vez menos el arreglo, hasta que descubre que Pod ya estuvo en batalla y demostró su lealtad cuando mató un guardia real para defender a Tyrion.

Ingeniosamente, la serie los contraparte con otra pareja en camino, Arya y Sandor. La primera continúa su rito nocturno de nombrar todos aquellos a quienes quiere matar. A él le desespera la situación pero le permite que termine. Arya tiene uno más, the hound. La cara del tipo valió un millón, fue uno de los mejores momentos de la serie.

Por la mañana, encuentra a Arya practicando el baile mortal que le enseñaba Syrio Forel. Sandor se burla de ella y de su fallecido maestro, especialmente cuando Arya le revela que murió peleando contra el guardia real Meryn Trant. Sandor la invita a matarlo con lo que aprendió, lo cual ella trata sin poder pues, como él mismo explica después de darle una bofetada: “Meryn Trant tenía armadura y una jodida espada gigante”. Una importante lección que hay que aprender para jugar el juego Arya.

En el norte, el grupo de Jon ya llego al torreón de Craster donde los desertores siguen abusando de las viudas de este. Locke, quien sabemos es realmente un espía de Roose Bolton que busca encontrar a Bran para llevárselo y reclamar las recompensas, descubre donde lo tienen encerrado y cuantos hombres hay.

Bran y Jojen conversan sobre lo importante que es que Bran encuentre al “cuervo de tres ojos” y esta semana nos dan una muestra de cómo funcionan sus poderes, al ver el mismo árbol con el cual Bran tuvo la visión aquella de hace dos capítulos atrás y su propia mano en fuego.

De nuevo, la serie parece adelantar algo que no hemos leído en los libros, lo cual no me agrada mucho porque al ritmo que escribe Martin, mis hijos imaginarios serán quienes compren la primera edición del último libro “A Dream of Spring”.

En una serie donde sobran malas personas, Karl, el líder de los desertores es uno de los peores que hemos visto; entra al cobertizo con la expresa intención de violar a Meera. Jojen intenta distraerlo, explicándole que puede ver el futuro y que el suyo es terminar quemado. Justo en ese momento ataca Jon y su equipo. Locke va directo donde Bran y se lo lleva para regresar a donde Roose pero, Bran se mete en la mente de Hodor, y usa su fuerza para romper sus cadenas, alcanzar a Locke y romperle el cuello, cosas que, dudo mucho, Hodor haría por el mismo.

Bran logra ver a su hermano Jon peleando pero, Jojen lo convence que no haga contacto pues podría hacerlo regresar a la muralla. Nos quedamos con las ganas de ver una reunión, cada vez parece que ningún miembro de la familia Stark se volverá a encontrar entre sí. Jamás. Nunca.

Jon encuentra al despreciable Karl dentro de una de las estructuras y tienen una tremenda pelea, donde Karl se burla de su estilo honorable de pelear. Justo cuando parece que Karl lo va a matar –era un temido mercenario en King’s Landing, después de todo– una de las mujeres de Craster lo apuñala por la espalda. Karl se vira para matarla a ella pero abre la boca, por donde sale la espada de Jon, quien parece que aprendió la lección que Bronn le dio a Jaime la semana pasada: se pelea bonito o se pelea para ganar.

Tengo que mencionar el sublime trabajo que hizo Burn Gorman, quien interpretó al malvado Karl. Por si no lo recuerdan, es quien interpretó al excéntrico científico con bastón en Pacific Rim, y el hecho de que descubrí eso cuando busqué su nombre, es prueba de lo buen actor que es, cuando en Game of Thrones encarnó a un peligroso asesino tan convincentemente.

Krast, el tipo que siempre insultaba a Sam está corriendo por los bosques y parece que va a escapar, hasta que Ghost le cae encima. Luego, regresa donde Jon, al menos esa reunión sí se dio.

Jon les ofrece a las viudas de Craster ir a Castle Black pero estas se niegan. Prefieren vagar por los bosques que vivir en algún sitio donde otros hombres las puedan seguir abusando. Algo sí piden, quemar el torreón de Craster. No las culpo por ninguna de las dos cosas.

La cuarta temporada ha sido tan buena, que hasta un episodio de transición como “The First of His Name” resultó emocionante y lleno de exhilarantes momentos. Una pena que la gran revelación de Lysa Arryn y Petyr Baelish no haya tenido el bombo y platillo que merecía, cuando fue lo que puso toda esta historia a correr. Aún más cuando recuerdo que ese instante en los libros es uno de los que me tumbó la quijada al piso. Por otro lado, recuerdo lo qué tienen guardado y que no les voy a chotear. Ya verán.

¿Qué les pareció The First of his Name?

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