Año tras año, Samsung nos trae smartphones que se catalogan entre los mejores. Nos guste o no la premisa, el iPhone es el teléfono que muchos toman como referencia y Samsung es el más consistente entre la competencia en estar dentro de la misma oración con el teléfono de Apple. Para este comienzo del 2017 no solo tienen que mantener el nivel al que nos han mantenido, sino que también se encuentran en una posición incierta y retante: dejar atrás el fiasco del Galaxy Note 7, teléfono que les cerró el 2016 como una pesadilla.
El camino tomado para esto ha sido una imagen que se aleje físicamente de lo que hemos conocido hasta ahora en los teléfonos móviles. Desde el Galaxy S6, Samsung ha mantenido una línea de diseño, prácticamente, idéntica. Muy pocos cambios visuales, salvo la inclusión de su línea Edge. En el 2017 esta línea desaparece, al menos como nombre, para hacerse como el estándar dentro de la gama alta de los teléfonos de Samsung. El fabricante este año no nos tiene un Galaxy S8 “flat” o plano, sino que su pantalla curvada se impone y lo hace sin ningún miedo.
Su apuesta es una más arriesgada ya que no solo tienen que buscar mejorar lo que el Galaxy Note 7 no pudo, sino que también optan por un diseño que, a priori, no es muy diferente o radical a lo que ya conocíamos desde el 2016. El Galaxy S8 no es muy diferente al Galaxy S7, al menos en sus líneas básicas de diseño. Samsung lo sabe. [Creo] todos los sabemos.
Voy a dejar algo claro desde el principio: el Galaxy S8+ es una belleza de teléfono.
Visualmente, hace lucir al resto de teléfonos en el mercado antiguos. Como si llevaran años en el mercado. El salto es enorme y el esfuerzo puesto en el diseño es tan grande que aún cuando nos dan un teléfono que luce muy similar a su predecesor, es completamente diferente a la vez. Kudos.
Dicho lo dicho, también habré de añadir: no es perfecto y está muy lejos de serlo.
Su diseño, al igual que el del LG G6, es protagonizado por una pantalla enorme — alargada para ser más preciso — e incorporada en un chasis pequeño. El G6 está muy bien diseñado, mírese por donde se mire. Ya lo dije en mi reseña pero, el Galaxy S8 y su versión Plus están a otro nivel.
El frontal del equipo es alrededor de 84% pantalla, y para completar la experiencia de Infinity Display, como Samsung la ha llamado, sus marcos son empujados hacia lo más atrás posible por sus bordes curvados. Solo verás un pequeño frame arriba y abajo de la pantalla. Nada más. Añado a esto que el color negro del Galaxy S8 aparenta como si estuvieses cogiendo en la mano un pedazo de pantalla o cristal oscuro. Sublime.
Dicho esto, hablemos ahora del diseño en general y la experiencia que brinda. La pantalla curvada es el distintivo de los teléfonos Samsung de ahora en adelante. No es nada novedoso. Tampoco aporta a una mejor experiencia. Les funciona solo estéticamente y nada más. Prueba de ello lo vemos en que no se añade ningún beneficio en su software, salvo una pequeña función llamada Edge Screen. Pero este diseño curvado y de cristal en su parte frontal y su parte trasera, da la sensación de no ser seguro en la mano. De igual forma, Samsung ha comentado que la curvatura es menor que en el Galaxy S7 Edge, lo que debe ayudar a toques involuntarios en la pantalla, pero en mi caso, no fue así.
Galaxy S8+: Características
PANTALLA | Infinity Display Super AMOLED QHD+ de 6.2″ con 1440 x 2960 pixels (~529 ppi) |
PROCESADOR | Qualcomm Snapdragon 835 (review) / Exynos 8895 (Europa) |
RAM | 4GB |
MEMORIA | 64GB / microSD, de hasta 256 GB |
CÁMARAS | Cámara principal de 12MPX y cámara frontal de 8MPX |
BATERÍA | 3500 mAh |
SOFTWARE | Android 7.0 / LG UX 6.0 |
OTROS | Escáner de Iris / Reconocimiento facial / Lector de huella dactilar / Resistencia al agua y polvo IP68 |
Los modelos utilizados para esta reseña fueron dos Galaxy S8+ y, tras varias semanas de uso, sin ninguna protección de cover o carcasa, todavía no me acostumbro a la sensación de que se resbala de la mano. Sus cristales a ambos lados influyen en esto también. Sus curvas son hermosas y distintivas, pero son también uno de sus puntos más criticables. Y no hablemos de que es uno de los teléfonos más frágiles en el mercado. El Galaxy S8+ es sumamente largo para quienes no tiene manos enormes. Yo no las tengo, pero tampoco son pequeñas y aún así tengo que maniobrar en todo momento para realizar ciertas funciones como abrir las notificaciones. El Galaxy S8+ falla en diseño por su tamaño y dimensiones donde el Galaxy S8 regular gana.
Samsung ha sacrificado el manejo por estética. No los culpo. El teléfono luce espectacular, pero si el manejo con una mano, y la función de “One-handed mode”, no termina de convencerte como a mi, lo mejor sería escoger el Galaxy S8 regular. Después de todo, su pantalla es de 5.8 pulgadas, bastante grande y cómoda para cualquier Phablet que se respete. Solo que el S8 y el S8+ no se les considera dentro de esta categoría.
Este año, el fabricante surcoreano ha decidido prescindir de uno de los distintivos que ha caracterizado a sus teléfonos, el botón Home. Quienes vengan de otros teléfonos de Samsung, incluidos el Galaxy S6 Edge o S7 Edge, tendrán una pequeña curva de aprendizaje pues ahora los botones se encuentran directamente en la pantalla, mientras que el lector dactilar se encuentra en su parte trasera. Sin ir muy lejos, este es el mayor desacierto del Galaxy S8+ y el S8. Para muchos, incluyéndome, la posición natural para este lector biométrico lo es en el frontal del teléfono, otro preferirán que esté atrás, pero el problema es el lugar elegido por Samsung para colocarlo, justo al lado de la cámara.
De más está decir que en infinidad de ocasiones tocarás la cámara y tardarás unos segundos preguntándote en tu mente, ¿por qué no se desbloquea” ¡Oh, ya sé!, es que tengo el dedo en la cámara y no en el lector. Al estar tan arriba resulta difícil de alcanzar. No es natural estirar el dedo y colocarlo tan arriba, pero nos guste o no, ahí está. La única solución para no utilizar este botón será escoger otros mecanismos de desbloqueo y seguridad pero, para ser sincero, ninguno de los presentes es tan rápido o seguro como el lector dactilar.
La llegada del Xiaomi Mi Mix ha despertado una oleada de teléfonos móviles con marcos sumamente reducidos o inexistentes. Claro está, el Mi Mix no fue el primero en incorporar esto, pero ayudó a que otros fabricantes dieran el brinco finalmente. Al igual que en el LG G6, en el Galaxy S8 su principal protagonista lo es la pantalla. Una enorme y hermosa pantalla de 5.8 pulgadas en el S8 y de 6.2 pulgadas en el S8+. El aspecto escogido por Samsung en este caso ha sido 18:5:9, la cual termina siendo más alargada de lo normal y que no será extraño para algunos el que se tengan que acostumbrar a ella. En mi caso, al menos en este punto, no fue tan drástico y no me resultó con mayores inconvenientes.
Samsung ha vuelto a escoger un panel Super AMOLED con una resolución de 1440 x 2960, resultando aun más larga que la del LG G6, por lo que no tendremos los dos cuadrados perfectos al dividir la pantalla. Como dije, su pantalla es hermosa y su alta brillantez no será problema para estar en pleno sol con ella. Sin embargo, al igual que con el resto de pantallas AMOLED, la precisión es su gran enemigo. Para un uso común de ver fotos, vídeos, navegar el internet y demás, está OK, pero si entramos en la edición de fotografía, nada que ver. En concreto, el teléfono solo burla al usuario mostrando una imagen rica en colores vibrantes que casi rayan en lo surreal, pero no es así. Esta misma imagen, en un cualquier otra pantalla — incluso en una calibrada profesionalmente — lucirá neutra, sin esos colores saltarines que vemos en las pantallas AMOLED. Tengo muy claro que esto es un caso particular y la mayoría de las personas no editan fotos, pero ten en cuenta que llegado el momento de editar una foto para colocar en tu Instagram, Facebook o Snapchat, será solo una ilusión óptica que la gran mayoría de tus amigos nunca verán en sus teléfonos.
Por otro lado, su relación de tamaño con el tamaño del dispositivo, resultará en una experiencia realmente buena. Increíble para ser más exacto. Pareciera como si estuvieras sujetando una pantalla en tu mano y nada más. Eso sí, como mencioné, el Galaxy S8+ resulta un poco más incómodo que el S8 ya que es bastante más largo. En mi caso, no fue opción escoger entre uno u otro, por lo que si no tienes manos grandes, mejor ve por el S8.
La pantalla alargada tiene sus ventajas. Esta nos permite ver más información cuando sujetamos el teléfono en vertical y, horizontalmente, nos permite disfrutar de un contenido multimedia un poco mejor. Y enfatizo un poco mejor ya que al ser tan alargada su pantalla, dependiendo el vídeo, verás unas barras negras en los laterales o arriba y abajo. Samsung ha incluido la opción de poder ampliar la imagen o video a pantalla completa pero no es la mejor solución ya que estira el contenido para ajustarlo al tamaño. Es decir, lo distorsiona. La ventaja que este aspecto trae es el poder disfrutar del contenido que sí aprovecha este aspecto. En YouTube se pueden encontrar algunos, en Netflix hay series que también hacen uso de este aspecto como la fantástica Stranger Things, pero aceptémoslo, la norma será ver las barras o distorsionar el contenido.
Al igual que vemos en el G6, el Galaxy S8 incluye soporte en pantalla para HDR10. Como ya había adelantado en la reseña del G6, esto permitirá una mejor experiencia de vídeo, siempre y cuando este lo incluya. Aunque ambos tienen soporte para esta tecnología, solo el teléfono de LG parece estar licenciado por Dolby, lo que le ha sido de beneficio al ser el único teléfono en el mercado capaz de reproducir el contenido HDR disponible en Netflix. Al menos de momento, el Galaxy S8+ y S8 no pueden reproducirlo, aún cuando cuentan con esta tecnología. Esto, por ahora, significa que será extremadamente poco o ninguno el contenido que disfrutes en HDR. Esperemos que esto cambie en pronto.
Una buena pantalla debe ir acompañada de buena potencia. Ambos modelos del S8 son iguales en especificaciones: un procesador Snapdragon 835 o Exynos 8895 (según el mercado), ambos acompañados de 4GB de memoria RAM y 64GB de almacenamiento.
En papel, está muy bien. En la práctica, mejor. Según Samsung, el S8 es hasta un 10% más potente que su predecesor, mientras que el S8+ subiría hasta un 21%. ¿Es rápido?, sí. ¿Va fluido entre aplicaciones?, sí. ¿Es potente?, también lo es. Samsung nos lo muestra en números y cada uno puede comprobarlo en su uso. Sin embargo, no me atrevería a decir que es mejor o más rápido que otros teléfonos en el mercado hoy día. No podría decir que va más rápido o fluido que el LG G6 o incluso el iPhone 7. Simplemente es un teléfono que se comporta a la altura de lo esperado de un teléfono tope de línea de 2017.
La autonomía del teléfono también es importante para una buena experiencia. El Galaxy S8 incluye una batería de 3000mAh, mientras que la del Galaxy S8+ es de 3500mAh. Con el primero no tengo referencia de prueba, pero al menos con el S8+, es muy posible que llegues al final del día sin tener que cargarlo. Eso sí, todo dependerá de cuánto uso lo des en tu día. Eso sí, siempre podrás recurrir a su cargador rápido y en pocos minutos tener batería suficiente para no quedarte arrollado. Ah! y casi lo olvidaba: me atrevería apostar que estas no terminarán explotando como las del Note 7. Dudo mucho que lo hagan, salvo una que otra que pueda tener fallos de fábrica, pero deberían ser las mínimas. Sería sumamente extraño y completamente irresponsable de Samsung el no poner todo su esfuerzo para que no volver a cometer un error tan grande. Así que tranquilos todo.
Por último, durante mi experiencia de uso no encontré lags significativos. El abrir y cambiar entre aplicaciones fue sumamente fluido. Esto, a ojos de los más detallistas, es muy bueno ya que el software no es precisamente el punto fuerte de Samsung. Touchwiz, te guste o no, era bastante malo y cargado. No estaba a la altura de lo que se espera para un teléfono de 2017. Punto. El nuevo Samsung Experience UI va mucho mejor, es más limpio y menos cargado. Esto hace que la experiencia en el día a día, sea mucho más agradable.
Samsung siempre ha buscado estar en la carrera de los números. En muchas ocasiones esto es bueno, pero no siempre. Prueba de ello lo vimos cuando en el Galaxy S6 incorporaron una cámara de 16 megapixeles y, un año después, con el S7, una de 12 megapixeles. La cámara del S6 no es mejor que la del S7. Esta última fue una de las mejores del pasado año, y ahora en el 2017 vuelve a repetir.
El Galaxy S8+ y su hermano menor incorporan el mismo lente y resolución del S7 y S7 Edge. El software y el sensor es lo que cambia. Sin embargo, el resultado entre ambos teléfonos es prácticamente el mismo. Así, hablamos de imágenes muy nítidas pero que no sobresalen de su competencia.
El procesamiento de las imágenes es algo que me llamó la atención. Es algo que Apple y Google han hecho en el pasado, al igual que Samsung, para mejorar las imágenes, en especial esas que tomamos en condiciones de baja luz. No digo que las de Apple o Google sean mejores que las de Samsung o viceversa, mucho dependerá de para qué tomes la fotografía. No obstante, ya vimos un pequeño resultado en nuestro Facebook donde la gran mayoría de los usuarios escogió la foto tomada por el iPhone 7 Plus frente a la del Galaxy S8+. Durante mis pruebas, noté que las fotos quedaban con un tinte azul, provocando que la temperatura no fuese la correcta. Así, por ejemplo, tiras una foto pasado el medio día y por ese tinte azulado la foto quedaba fría, pareciendo como si se hubiese tirado en la mañana cuando el sol apenas comienza a calentar.
No busco confundir ni que me mal interpreten. Tampoco nos llamemos a engaño, el Galaxy S8 tiene una muy buena cámara, con un enfoque rapidísmo y muy buena precisión. Es de las mejores en el mercado hoy día. Pero hay que tener bien claro esto, siendo una de las cosas que más utilizamos de los teléfonos, era de agradecer que se incluyeran mejoras notables, al menos con respecto a la generación anterior y, lamentablemente, ese no es el caso.
El software de la cámara es otro cantar. Aquí Samsung si ha puesto empeño y se nota con tan solo abrir la cámara. Encontraremos los modos manuales, automático, panorama y HDR de siempre, pero se añaden detalles de agradecer como el utilizar gestos para cambiar entre la cámara trasera o frontal. También los filtros y stickers que podemos añadir a la foto para compartirla en las redes sociales. Esto, aunque lo podemos hacer desde cualquier otra aplicación o red social como Facebook, Instagram, Snapchat y demás, añade valor y usabilidad a la cámara del teléfono.
Contrario a la cámara principal, la frontal sí incluye cambios frente a la generación anterior. Aquí sube a los 8 megapixeles (antes era de 5) y con auto enfoque, el cual ayudará cuando tomes esos selfies tu rostro y el de los demás quede enfocado.
El Galaxy S8 viene con Android Nougat 7.0. Lo último de Google para lo último del fabricante surcoreano. Adicional, sobre este encontramos la capa de personalización Samsung Experience. Como ya mencioné, es una mejora notable sobre Touchwiz. No obstante, el detalle de software que más sobresale lo es el nuevo asistente virtual. Ese de nombre raro y juguetón, Bixby.
Fue mucho el énfasis que Samsung le dio a Bixby durante la presentación del S8, y no es para menos. El fabricante llega tarde al mercado de los asistentes virtuales inteligentes y, en teoría, debería hacerlo con una propuesta grande, agresiva y de futuro. No lo dudemos ni por un instante ya que hasta cuenta con su propio botón para llamarlo en caso de que lo necesitemos.
Samsung ha dicho que Bixby está para aprender del usuario, y no del usuario de él. Desde luego, es un periodo que debe tomar un tiempo, pero para ser sincero, no he notado cambios que me hagan pensar de que hay inteligencia artificial detrás de él.
Adicional a esto, Bixby también incluye funciones como Vision, la cual se integra a la cámara o a la aplicación de Galería. En concreto, esta función permite que puedas obtener información de algún objeto. Digamos, por ejemplo que quieres comprar un refresco, con tan solo apuntar con la cámara y seleccionar Bixby, verás en pantalla un listado para comprar esta en Amazon. Eso sí, siempre y cuando funcione porque en mis pruebas, no siempre funcionó. Adicional, y quizás su mayor problema ahora mismo es que no me da la impresión de ser una de esas novedades revolucionarias o que serán imprescindibles en nuestro día a día. No creo que termine siendo una función que terminará guardada en el cajón del olvido como otras que Samsung nos ha presentado antes, pero seguramente, será muy poco el uso que le des.
Fue la función de voz de Bixby la que más llamó la atención y predominancia tuvo durante su presentación. Con Bixby podrás interactuar utilizando tu voz como con otros asistentes virtuales para que este te dé información de lo que buscas o necesitas. El problema es que no está disponible y cuando llegue, solo estará disponible en inglés.
Desde luego, para mi reseña, esta función no estaba disponible por lo que no podré comentar nada en lo absoluto. Sin embargo, su ausencia hace que Bixby, ahora mismo, no sea más que un adorno. Más si tenemos en cuenta el botón dedicado para este. Existen apps en el Play Store que te permitirán darle otro uso a este como abrir la cámara, pero al menos, el que probé, Bixby Remapper, va lento y torpe.
Le tengo mucha fe a Bixby pero, sinceramente, es un trabajo a medias y todavía le falta mucho por madurar. Sabiendo que el Galaxy S8 cuenta con Google Assistant, mi recomendación es que utilices este.
Atrás quedan las bromas de explosiones. Samsung deja a un lado su fallido Note 7 y la mejor manera de hacerlo es con un gran teléfono. El Galaxy S8+ y el S8 lo son, de esto no cabe la menor duda. Incluso, ya se venía sospechando desde que comenzaron a llegar los primeros rumores de estos. Como dije, es la única manera de levantarse de un accidente tan feo como el del Note 7.
No obstante, hay algunos asuntos o detalles que hay que exprimir para saber cuán bien Samsung lo ha hecho.
En general, el teléfono brinda una experiencia de uso increíble. Si a esto le sumamos que es un teléfono sumamente lindo, en especial el color negro, deberíamos tener, en teoría, un teléfono impecable. Pero no, no lo es. Y hay varios detalles en donde cojea.
La posición del lector de huellas dactilar no termina de convencer. Esto aunque pudiera ser un detalle pequeño y que no trascienda más, empeora al no tener otro sistema de seguridad tan rápido, eficiente y seguro como nuestra huella. El lector de iris o el reconocimiento facial son buenos, pero solo cuando funcionan. En mi caso tengo configurado el reconocimiento facial y el lector dactilar, pero el primero casi no lo uso debido a que no siempre funciona correctamente.
La cámara también entra aquí. Es buena y no debería ser considerada como una falla en este teléfono. Sin embargo, para un teléfono con el precio elevado del Galaxy S8+, lo es. Stickers y filtros son cool, pero no son más cool que mejoras en su cámara. Más cuando vienes de tener una de las mejores cámaras de teléfonos en el 2016 con el Galaxy S7. Aquí, simplemente, nos quedamos pidiendo más, aunque el software de esta, como mencioné, es muy bien recibido.
Por último tenemos a Bixby, el otro gran protagonista junto a la enorme pantalla. Ya lo decía, Bixby se queda demasiado corto en su promesa de ser mejor que Siri (como Samsung mismo dijo) y ni compararlo con Google Assistant o Alexa. Le tenía muchas ganas de probarlo, y mas sabiendo que viene de los creadores de Siri y VIV, un asistente inteligente que se presentó el pasado año y que lucía increíble. Este terminó siendo Bixby, un adorno decepcionante. Cruzo los dedos para que Samsung lance esa actualización que promete traer la función de voz y mejore, aunque como dije, el camino es largo en este sentido.
No tengo la menor duda de que es y será uno de los mejores teléfonos que veremos este año. Samsung estuvo muy cerca de tener un teléfono perfecto, lamentablemente, como hemos visto, tal cosa no existe.
Agradecemos a Claro Puerto Rico y T-Mobile Puerto Rico por proveernos los equipos utilizados para esta reseña. A continuación, las ofertas disponibles del Galaxy S8 en ambas compañías.
Claro
Al momento de esta reseña, el Galaxy S8 está en oferta 2×1. Llévate 2 Samsung Galaxy S8 y paga por 1 al activar dos líneas en planes de $30.00 mensuales en adelante.
T-Mobile
El Galaxy S8 y S8+ no cuenta con una oferta directa actualmente pero, desde el 31 de mayo, los clientes podrán visitar cualquier tienda T-Mobile, poner su teléfono en la red más rápida diseñada para ilimitado. T-Mobile te paga lo que debas del equipo que tengas sin necesidad de hacer trade-in, al traer tu número y adquirir un teléfono nuevo, con plan de pagos a plazos.
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
Comments are closed here.