Después de dos capítulos a las millas, el Juego de Tronos bajó la velocidad tan repentinamente que si hubiera sido un dragón hubiéramos salido volando hacia abajo. No es que haya sido malo pero cuando uno de los chistes fue un peo sabes que… miren, no nos engañemos, sí, fue malo el episodio, con dos o tres momentos chéveres. Mejor vayamos al resumen.
Recuerda, esta entrada contiene spoilers.
Empezamos donde nos quedamos; Jon respirando agitadamente con Davos mirándolo con susto. Jon observa sus heridas, trata de levantarse pero cae al suelo. Davos lo recoge mientras lo envuelve con su capa.
Melisandre entra mientras Jon explica que lo último que recuerda es cuando lo apuñalearon. Mel quiere saber qué hay del otro lado, “nada, solo oscuridad” contesta Jon con una mezcla de tristeza y miedo. Tal como esperaba, Melisandre no solo ha recuperado su fe, declara que Jon podría ser el verdadero “Príncipe que fue Prometido”, y no Stannis como ella pensaba.
Primera pausa: Esta es la primera vez en la serie que alguien usa la frase “El Príncipe que fue prometido”, una de las profecías en los libros. Ya que Melisandre siempre hablaba de “Azor Ahai renacido” (el héroe que derrotó los White Walkers miles de años atrás), se podría decir que el programa confirmó que se trata de la misma persona. En otra nota, la profecía de “El Príncipe que fue Prometido” se relaciona en los libros con Rhaegar Targaryen.
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Continuamos.
A solas, Davos admite lo increíblemente extraño que es verlo resucitado. Jon se lamenta haber sido asesinado por hacer lo que consideraba correcto, “Ahora ve y falla otra vez” riposta el caballero cebolla.
Salvajes y Centinelas tienen la misma mirada incrédula cuando Jon sale y baja las escaleras. “Piensan que eres un dios”, dice Tormund. “No soy un dios” contesta Jon. “Lo sé, yo vi tu pipi” riposta el líder wildling demostrando que puede ser inapropiado cualquier ocasión. Ambos ríen, Tormund lo abraza pero Jon se escucha lastimado, igual pasa cuando Edd lo recibe.
Algo pasa con Jon, se ve serio, oscuro.
Cruzando el mar a Oldtown para convertirse en Maester, Sam vomita las entrañas tal como uno esperaría. Gilly trata de consolarlo pero su actitud cambia rápidamente cuando se entera que no ira con él a la Citadela pues no permiten mujeres. Sam le explica que la llevará a Horn Hill, su hogar de origen, para que su madre y hermana la cuiden a ella y él bebe que harán pasar por su hijo.
Llegamos al momento que esperamos toda la semana: La Torre de la Alegría. En otro “flashback” de Bran y el Cuervo de Tres Ojos, vemos a un joven Ned Stark llegando a la famosa estructura para rescatar a su hermana Lyanna al final de la guerra, luego de las muertes del Rey Loco y el príncipe Rhaegar. Lo acompañan su gran amigo Howland Reed, padre de Meera y JoJen (que en cantos descanse), junto a cinco soldados más.
Lo reciben dos hermanos de La Guardia Real. Uno de ellos es Arhtur Dayne, leyenda de Westeros conocido como “La Espada de la Mañana”, gracias a “Dawn”, la famosa espada que lleva. Bran menciona que su padre le dijo que Dayne era el mejor espadachín que había conocido y rápidamente vemos porqué cuando logra matar a casi todos usando dos espadas. Reed es el primero en caer herido, Ned elimina al otro guardia real, pero Dayne es mucho mejor que los cuatro que quedan y no le toma mucho tiempo liquidarlos. Ned mantiene su posición, pero Dyane lo desarma. Justo cuando va a dar el golpe final, Howland Reed lo apuñala por la espalda. No es la forma honorable y Ned lo saca de su agonía con su propia espada.
Bran está sorprendido que la realidad no fue como su padre se la había contado tantas veces. Bienvenido a la vida real, niño. Se escucha el grito de una mujer, “¿Qué hay en la Torre?” pregunta Bran, “es suficiente por un día, visitaremos en otra ocasión” contesta Bloodraven. Se escucha otro grito de mujer junto al de millones de televidentes. Ned comienza a subir las escaleras, Bran grita “¡PADRE!”. Ned se detiene.
¿Acaso Ned lo escuchó? Se vira, no ve nada. Continúa su ascenso. Bran intenta seguirlo pero Bloodraven lo detiene y lo regresa al presente. Bran protesta tan fuerte que bien podría estar leyendo Twitter mientras insiste que Ned lo escuchó. “Quizás” dice Bloodraven, “o quizás fue el viento”. Bran quiere saber lo que había en la Torre, el anciano le asegura que volverán pero, le repite el peligro de mantenerse demasiado tiempo en el pasado. Bran le reclama que no quiere quedarse ahí para siempre como el, Bloodraven le asegura que ese no es su destino pero antes de irse tendrá que verlo todo.
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Segunda pausa: Aunque la serie cruelmente nos dejó con las ganas de confirmar la teoría de Rhaegar + Lyanna = Jon, como quiera revelaron varias cosas. El cuervo de tres ojos mencionó haber estado esperando a Bran por 1,000 años. Eso contradice la teoría de que él es Brynden Rivers, también llamado Bloodraven, un bastado Targaryen que sirvió como Mano del Rey y Lord Commander 100 años antes de los eventos de la serie. O quizás haya dicho 1,000 años en términos metafóricos o quizás esté relacionado de alguna forma con el Night’s King. Por ahora, yo le sigo llamando Bloodraven.
Ned Stark le mintió a sus hijos de cómo venció a Dayne. Podríamos decir que es un mínimo detalle pero, es otro ejemplo de cómo esta historia es una alegoría a que nadie es completamente bueno o malo. Todos tienen algo gris en sus vidas.
Por último, Bran ya a hecho dos cosas que no se supone debería. Primero fue entrar en la mente de Hodor hace dos años, ahora hacer contacto con alguien en una visión. ¿Realmente son visiones o alguna forma de viajar en el tiempo? Bloodraven dice que no se puede cambiar las cosas que han pasado pero…
Seguimos.
Dany llega a Vaes Dothrak la cual ahora, gracias a un mejor presupuesto y mayor valor de producción, se ve más enorme y poblada que cuando Dany se tuvo que atragantar el corazón de un caballo en la primera temporada. La Targaryen es llevada con las Dosh Khalens, viudas de otros Khal a donde le han dicho que tendrá que pasar el resto de su vida.
O al menos eso pensaba pues una de ellas, posiblemente la más vieja, le informa que su destino final será determinado por una especie de tribunal, ya que se suponía que ella llegara allí tan pronto Khal Drogo murió, en vez de irse a “janguear” por el mundo pariendo dragones y liberando esclavos.
De reina conquistadora a miembro de “The Real Wifes of Vaes Dothrak”. Más vale que Drogon llegue pronto
En Meereen, Varys interroga a Vala, la prostituta que ayudó a los Hijos de las Arpías a matar a los soldados Unsillied, de la forma que nadie se imaginaba: con amor. Más o menos, el eunuco le ofrece un trato para salvar su vida y la de su hijo a cambio de información.
Tyrion se encuentra con el peor caso de “culture crash” cuando trata de jugar algún juego con Missandei y Grey Worm mientras esperan a Varys. Habiendo siendo anteriormente esclavos, ambos tienen mal concepto de lo que significa un “juego”. Para alivio de Tyrion –y nosotros- Varys llega a la reunión con la revelación de que los Hijos de las Arpías están siendo pagados por los nuevos Amos de Astapor y Yunkai, las dos ciudades que Daenerys había liberado solo para volver a ser esclavistas, junto a Volantis, otra de las ciudades libres (nombre irónico).
El cuarteto debate la mejor estrategia para lidiar con tres ciudades ricas influyendo en Meereen. Tyrion sugiere enviar mensajes a estas usando los “pajaritos” de Varys. ¿Qué tipo de mensaje? Es posible que Tyrion trate de usar los dragones como advertencia a los gobiernos de las ciudades pues ellos no saben que Viserion y Rahegal no pueden ser controlados…aun.
Hablando de los “pajaritos” de Varys, los que tenía en King’s Landing ahora trabajan para Qyburn quien los trata con ternura, regalándoles dulces y desapareciendo padres abusivos. Cersei, Jaime y Ser Robert Strong llegan a su laboratorio donde confirman oficialmente que el monstruo es Gregor Clegane revivido de alguna forma. Cersei quiere que Qyburn envíe sus espías a todas partes de Westeros. También nos enteramos que Cersei planea solicitar un “juicio por combate” con Clegane Strong representándola. “Ese será un juicio por combate que no quiero perderme” dice Jaime. Nosotros tampoco, Kingslayer, nosotros tampoco.
Cersei y Jaime, con Robert Strong se presentan sin invitación a la reunión del pequeño consejo de su tío Kevan Lannister, ahora Mano del Rey, junto a Olenna, Mace Tyrell y Pycelle, a quien cogen hablando pestes de Qyburn y el “Zombiegane”. Cuando se da cuenta que están en el cuarto, se le zafa un vientito que probablemente huele a la muerte de la integridad del programa. Kevan no se deja intimidar ante la presión de sus sobrinos y da por terminada la reunión. A Pycelle se le olvida su cojera y por poco sale corriendo.
Tommen visita al Alto Gorrión para que le permita a su madre visitar el cuerpo de Myrcella, a lo que este se niega. Luego de un momento tenso, se quedan hablando solos. El sacerdote le explica la importancia de la sabiduría y la pureza religiosa al chico, de quien sabemos, no tiene mucha voluntad propia que digamos. El anciano le propone tratar de buscar la visión de los dioses en su madre. Eso suena a una excelente idea, no puedo esperar esa conversación con Cersei.
Si Arya creía que las escarpizas de la chica abandonada se habían acabado porque regresaría a La Casa de Blanco y Negro, se equivocó. Ahora fue peor porque viven bajo el mismo techo. En un montaje de entrenamiento, vemos a Arya invocar su “Daredevil” interior combinando golpizas con bastón y conversaciones. Siempre lo supimos pero, Arya admite que no quería matar al Hound después de todo pues estaba confundida al respecto.
Jaqen regresa para ofrecer el mismo trato: “Si una chica me dice su nombre, le devolveré sus ojos”. Arya se niega, “ella es nadie.” Jaqen la lleva a la fuente de donde bebe la gente para morir y le ofrece un cuenco de esa agua. “Si una chica realmente es nadie, no tendrá miedo de beber”. La chica bebe, recupera sus ojos. “¿Quién eres?” pregunta Jaqen, “Nadie” contesta ella. Finalmente, Arya es una “asesina sin rostro”.
Smalljon Umber llega a Winterfell para conversar con Ramsey pues está furioso que Jon Snow haya permitido que los “wildlings” cruzaran La Muralla. El tipo es tan irreverente como su padre, el señor aquel en la primera temporada que declaró a Robb Stark como “El Rey en el Norte”, y que aparentemente murió de causas naturales. Smalljon se niega a besar la mano de Ramsey o arrodillarse. “¿Cómo puedo confiar en un hombre que no se arrodilla ante su Señor?” cuestiona Ramsey. La contestación es un regalo de Umber: Osha y Rickon Stark, a quienes no habíamos visto desde la cuarta temporada. Como prueba de su identidad, Umber coloca la cabeza de Shaggydog en la mesa. “Bienvenido a casa, Lord Stark”.
Tercera pausa: En los libros existe algo que se conoce como “la Gran Conspiración Norteña”, una teoría que dice que lo señores del Norte fingen darle su lealtad a Bolton pero, en secreto están protegiendo a Rickon y preparando su regreso como Señor de Winterfell cuando crezca. Aunque sabemos que la serie ha cambiado muchísimo de las páginas, pienso que Umber entregándolo a Ramsey no será la versión de la serie de dicha conspiración. Fíjense que nunca le juró lealtad a Ramsey, y que esa cabeza de lobo se ve muy pequeña para ser la de un Direwolf. Por otro lado, entregarle a Rickon a ese sociópata es una idea tan estúpida, que Jaime Lannister hubiera dicho “wow, que idea estúpida” mientras navegaba hacia Dorne para rescatar a Myrcella el solo con Bron (por cierto, ¿Dónde está Bron?)
Seguimos.
“Es tiempo”, le informa Dolorous Edd a Jon pues los traidores están listos para ser ahorcados. Jon les ofrece sus últimas palabras. “No deberías estar vivo, no es correcto” dice uno, “tampoco lo fue matarme” riposta Jon. Otro de los oficiales le ruega que le mienta a su madre diciendo que murió peleando contra “wildlings”. Jon no contesta, les digo, hay algo bien distinto con el Lord Commander. Alliser se mantiene firme en que su traición fue lo correcto para salvar la Guardia de la Noche. Olly, no dice nada, se limita a mirar con odio a Jon.
Jon corta la soga, los cinco traidores mueren ahorcados. Si nunca han visto a nadie muerto por asfixia, les dejo saber que el maquillaje fue bien correcto pues la serie no tiene problemas con presentarlos crudamente. De hecho, no me sorprendería que poner a Olly con los ojo casi brotados haya sido respuesta de los productores al movimiento de “f***k Olly” del internet.
Edd le sugiere que deben quemar los cuerpos. “Tu quémalos” le dice Jon mientras le entrega su capa. Edd no puede creer lo que está pasando, Jon le dice que el Castillo Black es suyo, se baja del lugar, camina decidido hacia la salida, “mi guardia ha terminado”.
*drops mic
El juramento de los Centinelas dice que su compromiso no terminará hasta la muerte. Jon ya cumplió con esa parte. La forma tan decidida en que se fue nos dice varias cosas. Para empezar, su acto final como Lord Commander fue matar a sus asesinos. Técnicamente es justicia pero, se siente venganza. Él ya sabía que se iba a ir, posiblemente lo decidió en la conversación con Davos. Quizás antes, cuando abrió los ojos y entendió lo que había pasado.
¿Qué hará ahora? Libre de su obligación, podría irse a vengar el horror que ha pasado a su familia. Como que ya es hora de que los Starks dejen de sufrir tanto y alguien saque la cara por ellos.
¿Será que se encuentre en el camino con Sansa? ¿Por fin dos Starks se reunirán?
Entiendo que entregar la capa es un acto simbólico pero como quiera debió llevarse algo para el frío.
A menos…
Si fue revivido por R’hllor, ¿significa que Jon tiene el mismo poder de Melisandre, quien no necesita mas que su capa para sobrevivir el eterno invierno del Norte?
Este pudo haber sido uno de los capítulos más significativos del Juego de Tronos así que espero que la confirmación (o negación) de R+L=J se trate como el inmenso momento que deber ser. Quizás fue el “hype” que tenía que me dejo decepcionado, pues aunque Jon abandonando La Guardia de La Noche fue importante, no es el momento que estuve esperando.
¿Qué les pareció Oathbreaker?
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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